Dotes Reales

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Las dotes reales surgieron del interés de los miembros de la Familia Pato por adquirir nuevos poderes mágicos. Una vez aprendieron las nuevas habilidades los personajes mas selectos del Reino Patuno y del Reino de Oriente siguieron sus pasos y mucha gente aprendió a dominar las distintas dotes.

Las reinas del Territorio del Medio y del Territorio del Sur fueron las primeras en interesarse por la dote de la música. Para su aprendizaje se creó un templo en medio del Mar Solariego, al sureste del reino, dedicado únicamente a la música. En el templo de la música había jardines donde relajarse y escuchar el sonido de la naturaleza. Además también había unas terrazas en el paseo marítimo que rodea toda la isla para poder escuchar el sonido del mar, con las olas chocando contra la rocosa costa.

En el interior del templo había dos pisos, en el primero se especializaban en la música instrumental, sin embargo Guiomar y Alba practicaban su dote en el segundo piso. Allí se impartía la dote de la música que sale de la voz. Durante mucho tiempo Guiomar y Alba pasaron ratos inolvidables en aquel templo aprendiendo dicha dote, hasta que la dominaron por completo.

La reina del Territorio del Norte, Gemma, se especializó en la dote de la pintura, y su hija Meijia siguió su camino. Madre e hija acudían al templo del arte, localizado en un islote del Mar Encantado, al Oeste del reino. En aquel islote había todo lo necesario para que cada cual pudiese inspirarse y que la creatividad se plasmase en la realidad. Gemma y Meijia, en poco tiempo, dominaron esta dote, pero aun así siguieron practicando por entretenimiento.

Lidia, la princesa del Territorio del Sur, se especializó en una dote un tanto peculiar. La dote era la de la proyección, que consistía en proyectar una realidad idealizada en la mente de los demás. Esta dote solo se podía practicar en un gimnasio especializado en esta magia. Éste se encontraba al suroeste del Mar Solariego, muy cerca del Archipiélago de los Mil Naufragios. Antes de poder practicar dicha dote había que aprender teóricamente lo esencial, lo cual se hacía en una sala subterránea al gimnasio.

Era una sala silenciosa, únicamente rodeada de agua marina, aislado de cualquier molestia, es decir, que era el lugar perfecto para conseguir la máxima concentración.

Ainara, la princesa del Territorio del Medio, no consiguió decantarse por una sola dote, así que decidió practicar dos. Una de las dotes que eligió fue la dote de la jardinería, puesto que uno de sus mayores objetivos era crear semillas como su madre. Esta habilidad, junto con sus poderes, le permitiría convertirse en una buena heredera del Territorio del Medio. Se podía practicar en la mayoría de los jardines del Medio, pero el mejor lugar era el jardín privado de la capital. La otra dote que practicaba Ainara era la de la danza del agua. Era muy inusual y solo había una persona que la enseñaba. Únicamente podía ser enseñada a personas importantes de la realeza o a los consejeros más prestigiosos.

La danza del agua era muy difícil porque había que seguir una serie de movimientos ordenados siguiendo unas virtudes. Las virtudes iniciales eran ligereza, fluidez, agilidad, y equilibrio, que eran características propias del agua. La segunda serie de movimientos se basaban en la elegancia, la sutileza y la flexibilidad, propias de las damas del agua, que eran las personas cuya magia se relacionaba con el agua. Luego había que resaltar el dominio, el poder, y la grandeza, características de la realeza. Por último, se destacaban la pureza, la serenidad y la inteligencia, requeridas por la magia. Siguiendo estas virtudes Ainara aprendió la danza del agua y su poder sobre el agua mejoró.

Las gemelas, Sara y Tania, princesas del Territorio del Norte, eran pequeñas para aprender las dotes, y cuando crecieron decidieron que en vez de practicar una dote, mejorarían sus propios poderes jugando entre ellas.

Iván, el príncipe del Territorio del Norte, destacó al aprender la dote de la conjuración. Para aprender esta dote había que estudiar todos los conjuros, hechizos, y elaboraciones de pócimas de todas las bibliotecas del Reino Patuno. Todos los escritos eran importantes, por eso Iván tuvo que leérselos todos y cada uno de ellos.

Cada una de las dotes del reino supuso el crecimiento del poder de la familia real. Todos estos cambios y el crecimiento de los príncipes y princesas de la familia real provocaron el inicio de una nueva era.

Historias Patunas (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora