El corazon oscuro también late

21

Golpea mi cabeza con fuerza, haciendo que vea borroso. Él aprovecha ese momento y me jala de cabello. Vuelve a empujarme hacia adelante contra una puerta. Caigo de rodillas; sacudo mi cabeza alejando mi aturdimiento.

Escucho el sonido de una puerta cerrarse. Me giro quedando sentada y lo miro con odio.

-¿¡Que mierda estás haciendo Dominic!?
-¿No es obvio? Ganar la guerra.
-¡Eres uno de nosotros idiota!¿¡Cómo te atreves a darle la espalda a tu pueblo, a tu gente!?
-No me importan esos payasos-dice con desdén.

Lo miro incrédula. ¿Como se atreve? Se inclina enfrente de mí y me toma del cabello con fuerza.

-¿Recuerdas el lema Dalia?

Aprieto la mandíbula.

-O matas o te matan-murmuro
-Así es querida. Tú y yo sabíamos que los vampiros no serían nuestros aliados por siempre.

Gruño al recordar las palabras de esa maldita de Lilith. <<Solo lo haremos antes de que ustedes lo hagan>> hija de perra.

-¿No creíste que la alianza duraría para siempre, no?
-Lo único que sé es que eres un desertor. Un maldito mentiroso, traidor, hijo de pe...

Me suelta un golpe en el estomago, asiendo que pierda el aire. Me doblo en dos dando horcajadas, tratando de meter aire a mis pulmones.
Dominic se levanta y se gira. Veo como camina hacia una mesa. En sus manos toma una espada corta y con una roca empieza a afilarla.

-Como sabes la señora Lilith no quiere a nadie vivo. Ningún licántropo...
-¿Ahora eres el perro guardián de esa puta?

Me mira con una mueca divertida.

-Lo fui de ti y de tu hermano por años. No veo la diferencia.
-Y ese es el problema Dominic-comienzo a incorporarme lentamente.- Que siempre serás eso. Un perro lame botas.

Me abalanzó sobre él. Los dos caemos al piso de espaldas. Alzo mi pierna y mi pie golpea su mandíbula. Cierro mi mano en un puño y golpeó su cuello.
Tomó la espada de su mano y me giro, levantándome.
Apuntó la punta afilada en su cráneo.

-No te atrevas a levantarte.

Gira sobre si y golpea mis piernas haciendo que caiga de rodillas.
Me levanto rápidamente al tiempo que trata de estocarme con una espada.
Y así empieza un duelo de esgrima.
Trató de evadir sus ataques con mi espada. Retrocedo y avanzó rápidamente. Las espadas chocan emitiendo un ruido agudo y fuerte.

Doy un salto sobre la cabeza de Dominic, y trató de estocarlo por la espalda, pero se gira y me lanza una patada que me da en el vientre haciéndome salir disparada hacia atrás.
Caigo de rodillas. Apoyo un pie para levantarme pero la espada de Dominic se posa en mi mandula, deteniendo mi cuerpo.
Alzo el rostro y veo su mirada fría.

-Se acabo.

Respiro profundamente. Mi mente empieza a trabajar rápido tratando de encontrar una forma de no morir, no por este idiota.

-¿Por que lo haces?-pregunto tratando de ganar tiempo.- Tenias todo Dominic.
-No todo-murmura.

¡Ay no puede ser posible! Gruño.

-¿Todo esto por qué no te acepte? ¡Es enserio!
-¡Cállate!-grita.- No fue solo eso. Me canse de ser ignorado en ese clan de ustedes. ¡Soy mucho mejor que ustedes! ¡Qué todos ustedes!
Y con la ayuda de Lilith, dejaré de ser el consejero y me convertiré en el jefe de sus tropas.

No puedo evitarlo. Me río. Dominic me mira incrédulo.

-En serio que eres ridículo Dominic. Hasta me das pena

Veo como sus mejillas se encienden y sus ojos cambian a azules.

-Tenias todo-continuo.- Amigos, dinero, poder, casa... Familia. ¿Y lo dejaste por qué? Por una basura como los chupasangres esos.
-Cállate Dalia...
-¿Y sabes que es lo peor? Qué te crees todo lo que esa sanguijuela dice. ¿En serio crees que te dará un puesto tan importante como ese? Por el Demonio, apenas y puedes proteger tu propia vida.
-¡Qué te calles!

Grita tan fuerte que sé que esta perdiendo el control. Aprovecho y tomó la espada; me agacho hasta quedar acostada en el piso y con un rápido movimiento de muñeca corto los pies de Dominic.
Un fuerte grito de dolor sale de su boca, cayendo hacia atrás.
Me levanto con un poco de dificultad, miro mi espada, la cual está llena de sangre. La sangre de Dominic.

Los alaridos y chillidos de Dominic no cesan. No deja de gritar de dolor viendo sus pies amputados. Aag, parece nena.
Alzo mi pie y golpeó su mandíbula callando sus gritos.
Me agacho y lo tomo del cuello de la camisa.

-No podrías ser más patético.

Él no dice nada, se queda callado, mirándome con odio mientras solloza.

-Ahora. Me dirás que es lo que quiere exactamente Lilith con todo esto. ¿Por qué aliarse con los cazadores?
-Pudrete golfa.
-Uh. Mala respuesta.

Cierro mi mano en un puño y golpeó con fuerza su rostro. Este produce un sonido de algo quebrarse. Dominic regresa el rostro hacia mi. Un hilillo de sangre sale de la comisura de sus labios. Colocó la espada de nuevo en su cuello, presionando un poco más fuerte.

-Segunda oportunidad. ¿Por qué Lilith se alió con los cazadores? ¿Qué es lo que quiere conseguir de todo esto?
-No te diré nada.

Suspiro.

-A ti te gusta la mala vida ¿no?

Muevo la espada y cortó su oreja. Otro grito de dolor sale de su boca. Sus manos se aferran a su oreja cortada.
Estoy harta. Con una mano lo tomo de la camisa y con la otra apuntó a su mandíbula apretando más duro, haciendo un corte en su cuello.

-¡Habla Dominic!
-¡No!-me grita furioso
-¡Si no me dices te torturare hasta que me digas la verdad a gritos! ¡Contesta maldita sea! ¿Qué es lo que quiere esa sabandija de Lilith?
-Vaya, qué forma de hablarle a tu superior.

Alzo la mirada. Lilith está en el arco de la puerta, mirándome con desdén.

-Gusto en verte Dalia-ladea la cabeza a un lado.- Veo que tienes una charla muy importante con mi nuevo aliado.
-¡Mi señora!-solloza Dominic

¡Aaag! Pero que niña es este.

-Señora Lilith-sonrío. Miro a Dominic quien sigue sentado mirando con esperanza a su nueva jefa.- Ya no me sirves.

Dominic me mira boquiabierto. Lo suelto de la camisa. Tomó con las dos manos la espada y cortó su cuello.
Dominic cae al suelo convulsionándose y dando arqueadas tomándose el cuello.
Dejo que sufra y me giro hacia Lilith. Veo que se está tapando la nariz.

-Sangre de licántropo. Todo un asco.
-Tú eres la que da asco.
-¿Perdón?
-Ya oíste. Te metiste con mi familia, mi clan y peor aún, mi hermano-sonrío con descaro.- No creas que saldrás viva de esta Lilith, o por lo menos no en una pieza.
-Vaya, vaya, vaya. Te felicito neófita. Nadie en su patética vida se a atrevido a hablarme de esa forma-mira sus uñas negras.- Por desgracia no vivirás para contarlo.

Deja de ver sus uñas y sonríe enseñando los dientes.
Sus ojos cambian a negros totalmente, sin iris, sin pupila. Negros en su totalidad.
De la espalda le salen alas, pero no alas cualquiera. Alas gruesas, grises y fuertes. Su cuerpo hermoso es remplazado por uno asqueroso. Es gris, liso, lleno de escamas y vello.
La verdadera forma de la reina de la noche.

Respiro hondo y me concentro. Siento mi sangre arder, mis ojos cambiar de color y mi cuerpo estirarse.
Suelto un breve gruñido y me transformo.