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La transformación es dolorosa, pero no tanto como al principio. Mi cuerpo crece y mis garras y dientes son más filosos.
Un híbrido. Eso es lo que soy ahora.

Mientras vamos cambiando corremos hasta la habitación donde está Joseph.
Lilith está en una esquina mirando a Joseph boquiabierta, al igual que Kandox.
Joseph está de pie, transformado, mirándolos con odio.
Cuando entramos todos dirigen su mirada hacia mi hermano y a mí y sus ojos se ensanchan más.

-¡Sabía que no eras licántropo!-exclama Lilith con odio

Joseph sonríe, enseñando sus filosos dientes. Da un paso pero Daníel se interpone entre el.

<<Lilith es mía>>

Por alguna extraña razón puedo escuchar lo que Daníel le dice a Joseph.

Joseph gruñe, claramente inconforme. Me mira. Asiento en respuesta. Joseph vuelve a gruñir y da un par de pasos hacia atrás.

-No será tan fácil atraparme-declara Lilith

Es eso toma varios cuchillos que están junto a la mesa y los arroja hacia nosotros. Todos logramos esquivarlos pero cuando vemos al frente Lilith ya no está.

<<Mátenlo. Yo voy por Lilith>>dice mi hermano

Daníel sale por la puerta. Joseph sonríe de nuevo mientras Kandox saca sus cuchillos.
Él se abalanza sobre Joseph, dejándole una severa herida en la mejilla. Rodeo a Kandox por los hombros y trató de morderlo, pero hace su cabeza hacia atrás, dándome en el rostro. Aprovecha y me corta con su cuchillo. Retrocedo un par de pasos y gruño.
Joseph lo toma del cuello con fuerza y lo arroja sobre la mesa, que se parte en dos. Doy un par de pasos adelante, pero Joseph cubre mi camino colocándose delante de mí.

<<Ayuda a tu manada>>-dice en mi mente.-<< Yo me encargo de él>>

¿Por qué los hombres son tan machistas? Pongo los ojos en blanco pero le hago caso. Como sea tiene razón, la manada está perdiendo. Y no sé por qué los miserables de la manda de Joseph no han llegado.

Salgo por la puerta y casi se me cae la quijada. De los cien guerreros que había solo quedan unos treinta. Putos vampiros y cazadores.
La sangre vuelve a hervir en mis venas. Doy grandes zancadas y empiezo a atacar a todo chupasangre y cazador que veo.
La mayoría que me ve trata de escapar sorprendidos y temerosos de mi nuevo ser. Pero soy más rápida ahora.
Atrapo por el cuello a un chupasangre. Ni le da tiempo de gritar ya que de una mordida le arranco la cabeza.

Me enderezo tirando el cuerpo del cazador a un lado. Escucho varios pasos acercarse a mí.
Me giro al instante que una vampiro se abalanza a mi. Alzo mi pata, goleándola en el pecho y tirándola a un lado.
Otro vampiro va hacia mi, un poco más dudoso que la vampira. Rujo con fuerza deteniendo de golpe al vampiro. Doy un paso al frente y es cuando el vampiro se gira y corre hacia la salida del castillo.
Me impulsó en las patas y salto, quedando justo en frente del vampiro. El choca contra mi cuerpo y se detiene mirándome asustado.
Alzo las manos y las cierro con una fuerte palmada sobre la cabeza del vampiro, destrozando su cabeza.

Esto se siente bien. Tener el poder y la fuerza de asesinar a todos esos miserables que atacaron a mi pueblo.
Alzo la cabeza y veo que todos han dejado de pelear y me miran con asombro y miedo, incluso también mis licántropos.
Debo de mostrarles que soy yo. O me atacaran.
Respiro con dificultad y en segundos regreso a mi expresión humana. El aire frío me golpea el cuerpo. No quiero ni bajar la mirada. Estoy desnuda, lose.
Los licántropos me reconocen y abren los ojos como platos.

El corazon oscuro también lateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora