17

161 16 0
                                    

Estoy en el castillo de Chapultepec, en la sala de armas del clan.
En el siguiente pasillo se encuentra el hospital de los licántropos, donde Daníel esta en cirugía. Esta muy mal. Cuatro balas de plata en su organismo, y una quemadura en forma de beso en el cuello, aun no se sabe si se salvara.

Después de que Dominic me dijera que Daníel fue atacado tras tratar de perseguirme y regresarme a casa, fue acorralado por 2 cazadores. Daníel pudo acabar con uno, pero no con el otro. Le disparó hasta que quedó inconsciente.
Salí corriendo del hotel, dejándole una nota en la cama a Joseph de adonde iría. Cuando llegue a casa me recibió Lucy, quien lloraba y maldecía diciendo que eliminaría a quien le disparó. Pocos minutos después llego Dominic para llevarnos a todos al castillo de Chapultepec. En la entrada estaba el Doctor White. Nos explicó el estado de Daníel y nos pidió que nos quedáramos en la sala de espera mientras terminaban su cirugía con mi hermano.
No hice caso.

Ahora estoy afilando un cuchillo lo mas que puedo. No pienso quedarme de brazos cruzados, él o la imbecil pagará. Dejo mis armas en la mesa y salgo de la habitación. Paso a la de al lado, donde es el armario personal de trajes de combate.
Me desvisto, tomo una blusa escotada negra, una capa de latzon que en sí es una tela delgada, pero mas dura que la piel de un dragón, un short de mezclilla negro, unas botas de tacón bajo negras, un cinturón para armas y mi chaqueta. Alasio mi cabello y me lo recojo en una coleta. Salgo de la habitación y me tropiezo con alguien. Alzo la mirada. Dominic.

-¿Que haces?
-¿Que no es obvio? Voy de cacería.
-Dalia...-comienza agotado.
-No Dominic, esto es mi culpa y lo solucionare.

Entro a la sala de armas y comienzo a acomodarme las armas en mi traje.
Dominic entra detrás de mi, se recarga en la pared y se pasa una mano por la cara.

-Dalia, en primera no es tu culpa. ¿Quién sabría que atacarían a Daníel en cuanto saliera de casa? Y en segunda así no ayudaras a Daníel, poniendo tu vida en riesgo.
-Dominic, tengo que hacerlo.
-No tienes que-dice acercándose a mi.- Por algo eres jefa de las tropas de todo el continente Americano. Aprovéchalo.
-Pero...

Pone una mano en mis labios, silenciándome. Da un paso más hacia mi.

-No ayudaras a tu hermanos si haces que te maten. Quédate aquí, dale tu apoyo y manda a tus tropas a investigar quien trató de matan a Daníel.

Lo pienso por unos segundos. Tiene razón. Debo de aprovechar en algo mi puesto. Siempre eh querido hacer todo yo sola.
Asiento convencida. Dominic sonríe de medio lado aliviado. Como odio que tenga razón. Alzo la mirada... Wow Wow, esta muy cerca.

-Dominic-coloco una mano en su pecho.- Espacio.

Pero no hace caso. Se acerca a mi cada vez mas...

-¡Dalia!

Su voz hace que reaccione. Me separo de Dominic de golpe y miro hacia la puerta. Joseph esta rojo de furia, y puedo ver sus largas uñas negras saliendo de sus dedos. ¡Joder!
Me aparto de Dominic quien le regala una mirada helada a Joseph. Tomo por el brazo a Joseph, quien por mi contacto se relaja un poco... Solo un poco.

-Vámonos...
-¿Que hacías con este Vejestorio?
-¿Perdón fenómeno?-se burla Dominic
-¡Ya basta!-me enojo.- Parecen críos los dos. Ahora cierren su estupida boca y dejen de decir tonterías.

Los dos me miran con furia. Vaya, ahora se desquitan conmigo.
Pongo los ojos en blanco y jalo a Joseph a la habitación de trajes de combate. Empujo a Joseph adentro, ya que no deja de fulminar con la mirada a Dominic. Cierro la puerta detrás de mi y lo encaro.

-¿Ya acabaste?
-¿Yo? ¡Estabas a punto de besarte con esa mierda!-me grita
-¡No iba a hacer nada!
-¡Si no hubiera llegado no habría nada que te deteniera!
-¡Por amor a la Luna Joseph!

Lo esquivo. Cierro las cortinas y meto leña para encender la chimenea. Joseph suspira y camina hacia mi. Cojo unas tablas de leña y cuando me giro Joseph me las quita con delicadeza y las arroja a la chimenea. Se gira para verme y con un rápido movimiento ya estoy entre sus brazos.

-Lo siento. Odio verte cerca de él.
-No debes de estar celoso.
-Lo estoy de todos-se encoge de hombros.- Pero mas de esa escoria.

Pongo los ojos en blanco. ¿De cuándo acá es tan sentimentalista?

-Desde que te conocí-dice leyendo mis pensamientos. Maldito.

Pero aún así sonrío. Levanto mi cabeza y lo beso.

-Eres un idiota-digo
-Pero soy tu idiota.

Río, encogiéndome de hombros.
----------------------------------------

Claramente los chicos no están contentos con la presencia de Joseph. Lo miran con furia, pero él solo se limita a sonreír con suficiencia. Sonrío para mis adentros. Es bien vale madres.
Todos estamos en el salón comedor. Ya han pasado 3 horas desde que internaron a Daníel y aun no hay noticias de él. Estupido doctor White, debería de apurarse.
Joseph y yo estamos hasta la orilla de la mesa y los demás en la otra. Esto será difícil.
Tomo mi copa de sangre cuando sucede.

Golpes sordos se escuchan abajo. Todos nos levantamos de un salto. Se habré la puerta del comedor de golpe y entra uno de los guardias del castillo.

-Mi señora, el castillo esta siendo atacado.
-¿Pero como?-dice Lucy.- ¡Aun es de día!

¡Joder! Me levanto y cruzo la sala hasta llegar al guardia.

-Retenganlos lo mas que puedan. Cierren todo, puerta y ventanas. Y has que alguien de la llamada de alerta a todo el clan, llama a los iniciados de la Basílica. ¡AHORA!
-S-si señora.

El guardia sale corriendo. No entiendo, esto es imposible, ningún cazador se arriesgaría a salir a pelear en el día. Seria un completo suicidio. Revelaría lo que son y lo que somos. Debe de haber algún explicación para todo esto...

Hasta que recuerdo. Hoy es Lunes. Hoy cierran por completo Chapultepec. Pero aún así, ¿Como lograran que nadie se entere de esto?
Me giro a los chicos.

-A la sala de armas-ordeno

ATTE: Su sexy escritora.

El corazon oscuro también lateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora