CAPITULO 3

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- ¡¡ Manuel !!, necesito que me ayudes, no te lo pediría si no fuese super importante - dijo Arturo que además de socio era su mejor amigo.

- ¿ de qué se trata ?

- hoy viene desde Italia un inversor muy importante del que voy a tener que convencer para que nos ayude con la empresa y además si todo sale bien nos quiere contratar para un proyecto personal allí en Italia

- y, ¿ en qué te puedo ayudar ?

Ambos estaban preocupados pues la crisis les estaba empezando a afectar bastante y llevaban tiempo esperando una oportunidad como esta.

- pues bien - tragó saliva - tengo que recogerlo en sevilla en la estación de Santa Justa, porque ha estado antes en Madrid y viene en el Ave..
- no te enrrolles y al grano - lo interrumpió Manuel
- ah si, si !!, como te iva disiendo, he quedado en recogerlo, pero el coche no me arranca y viene la grua por el y no puedo ir en la chatarra de Virginia - cogió un poco de aire y continuó - para colmo de males me han llamado de la gestoría, tengo que ir urgentemente para firmar unos papeles

- en fin, que quieres que yo vaya por el - volvio a interrumpirlo. - Arturo le sonrió

- lo siento chico pero tienes que ir en mi lugar, lo siento - le suplico con las manos, au que sabía de sobra que con Manuel no eran necesarias las súplicas.

- ¿A qué hora hay que recogerlo?

- llega a las 15:00 a Santa Justa..

- ¡¡¡Arturo eres idiota o que?!!....¿ sabes qué hora es jodido tonto? - empezó a correr - ¿como se llama? , ¿como es?, ¿sabes que ya son las 15:00?

- ¡¡ joder, no me jodas tío!! - empezo a sacudir las manos como una niñita ( solía hacerlo cuando entraba en pánico) se le veía comico haciendo eso - no sabía que era tan tarde

- llamalo dile lo que pasó con tu coche y que voy a salir por el y que lo siente muchisimo - y desapareció.

Ya en el coche Manolo llamó a su mujer:

- Marta, te llamaba para avisarte que no voy a poder ir a comer a casa, Arturo me ha pedido ir a recoger a un inversor muy importante y el muy idiota me lo acaba de decir y ese hombre ya ha llegado a Santa Justa

- bueno, pero no corras, que como dice mi madre mas vale llegar tarde que nunca- intento tranquilizar a su marido - ademas el hombre lo entenderá. Por cierto, ¿como se llama?- preguntó por relajarlo

- ¡mierda! No me lo ha dicho

Este dio un golpe en el volante pues lo que mas odiaba era la impuntualidad y sobre todo no saber nada acerca de las personas con la que tenía que tratar

- nena te dejo, tengo que localizar a Arturo

- vale pero conducecon cuidado- mando un beso - ¡¡te quiero cari!!

- y yo pequeña- comenzó a reírse - adios

- adios ¡ muak! Bombón

Manuel se paro para hechar gasolina, ya había hablado con Arturo y había conseguido cierta informacion y sobre todo fisicamente para poder localizarlo...como por ejemplo:
Hombre moreno tanto de piel como de pelo y ademas ondulado, 1'85 mas o menos de altura, 36 años , ojos grises y que su nombre es Alexander Salvatore....etc.
Con la edad que tiene esta forrado.
Arturo le había avisado de lo sucedido y este le dijo que no habia problemas ninguno, eso hizo que Manuel se relajara un pocoy no corriera tanto al volante y se diera cuenta de que se tenía que parar a repostar gasolina...si no, si que llegaria aun mas tarde .

Una vez que llegó a Sevilla se puso en dirección a Santa Justa ¡ mierda que tarde era!

- joder ya son las tres y media

ESTACIÓN DE SANTA JUSTA , SEVILLA

ALEXANDER SALVATORE:

Alexander no paraba de caminar de un lado para otro, ya se había tomado dos cafes y una coca cola.
Arturo me ha dicho que sus socio tardaría un poco...pero tanto!!. Miró su reloj: 15:40.

- como tarde un poco más me voy a tener que comprar un bocadillo ...muero de hambre - se toco su barriga-

De lejos vio a un hombre corriendo en su dirección, según la descripción de Arturo ese hombre coincidía con el socio de este, pero el hombre pasó de largo y bajó para coger el Ave.

- ¡ perdón! ¿Es usted el señor Alexander Salvatore?

Alexander se dio la vuelta y ahí estaba Manuel con la respiración acelerada.

- si, el mismo - le tendió la mano con una enorme sonrisa - y tu debes ser Manuel, el hombre que me tiene a punto de desmayarme por el hambre - comentó con su acento italiano y riendose.

Manolo se puso colorado como un tomate y dijo:

- si yo....pero eso lo solucionaremos ahora mismo, te voy a llevar a comer y nos lo pagará Arturo - le guiño el ojo...ese italiano le caería muy bien.

- pues vamos, no seré yo el que se niege a eso

Una hora más tarde, saliendo del restaurante Arturo llamó a Manuel para indicarle donde tendrían que dirigirse despues de que Alexander acomodara sus cosas en el Hotel donde le tenían su reserva echa.

De camino a Utrera, el pueblo donde vivían y tenían su empresa, Manuel y Alexander se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Alexander le dijo a Manuel que lo llamara Alex, pues así lo llamaban sus amigos y este pregunto:

- ¿qué tenéis planeado para esta noche?.....es que como he tenido un viaje tan largo no me apetece salir por ahí....pero tampoco quiero ofender a Arturo....y algo me dice que eso es exactamente lo que quiere hacer él....es lo que hacen todos!!! - dijo riendo.

- pues la verdad es que si, pero es solo por puro protocolo y si estas muy cansado lo dejamos por algo mas tranquilo.....si quieres mi mujer es una magnífica cocinera y se que le encantaría cocinar para todos esta noche, ella es una muy buena anfitriona - dijo con un gran orgullo al hablar de ella.

Para Alex era una magnífica idea

- no encuentro una idea mejor Manuel

- pues entonces, ¿a qué hora te recojo?

- pregunta primero a tu mujer, no vaya ser que tenga otros planes- espero que no.

- no lo creo, pero vamos a comprobarlo

Cogió su movil, puso el manos libres, marco y llamó:

- ¡¡uummm!! Si, dime nene, ¿ has llegado muy tarde? - dijo bostezando- ¿ cómo ha ido todo?

- ¿qué te pasa, estas dormida? - comento extrañado

- lo estaba, hasta que me has despertado- comenzó a reír a la vez que bostezaba de nuevo

- estoy ahora mismo con Alexander Salvatore en el coche - dijo para advertirle de ello - acabo de invitarlos a cenar en casa, pero antes, él quería que me aseguraba que no teníamos otros planes y que no te molestaría, aunque ya le advertí que no sería así.

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