La mirada de Robin decía todo. Al mismo tiempo que mostraba enfado, mostraba ganas de venganza.
-Por favor Law, necesito desahogarme.
No podía negarle nada a aquella hermosa mujer y tenía unas ganas locas por acostarse con ella. Quería mandar sobre ella, que hiciera todo lo que él pidiera. Sin embargo, también quería que la morena tomara las riendas para que se desahogara, para que se olvidara de Zoro, y para que solamente fuese suya para siempre. Al ver que el cirujano solo la miraba con lujuria, ella decidió actuar.
-Ponte sentado en la cama por favor.
Él siguió sus órdenes. La morena se sentó encima de él y le quitó la camiseta. Vió sus abdominales, no eran como los del peliverde pero aquellos tatuajes sobre ellos no estaban nada mal. Acercó sus labios a los de él y le besó, aunque ese beso sabía a todas aquellas emociones que guardaba la morena: rabia, pasión, dulzura... Sus lenguas empezaron a jugar, ese beso duró demasiado. Robin apartó sus labios y jugó con su cuello, con la lengua recorrió cada centímetro del cuerpo de Law y él de vez en cuando soltaba un gemido. Ella le quitó los pantalones y su boxer negro, estaba bastante excitado. Acarició su erección y sin previo aviso la metió entera en su boca. Al cirujano se le escapó un gemido ahogado. Ella se movía como una experta y él no tardó demasiado en correrse en su boca. Cada segundo que pasaba quería hacerle cosas perversas a Robin, sabía que ella las disfrutaría sin embargo esta vez tendría que tratarla con dulzura para que la próxima vez fuera realmente placentero para los dos. Cogió a la morena y se puso encima de ella. Acarició sus pechos y sus pezones se pusieron duros. Soltó unos gemidos cuando él empezó a darle leves mordiscos que no podían pasar percibidos, pero de repente paró. Tenía que ser dulce, así que empezó a lamberlos y mientras, con la mano, acariciaba su sexo que ya empezaba a estar húmedo.
-Law penetrame por favor...
Esas palabras hicieron que el hombre se pusiera a cien, le encantaba que le suplicara. Le rompió aquel tanga y la cogió de la cadera. La puso contra la pared y empezó a darle leves penetraciones mientras ella se agarraba a su cintura con las piernas. Le apretó fuerte, cada penetración que él le daba era más y más fuerte y rápida. Le encantaba como gemía el chico y sobretodo la cara de placer que estaba poniendo. Pero ella sabía que no estaba sacando todo su potencial, sabía que podía haber echo mucho más. Él siguió penetrándola y con sus labios mordisqueó el cuello de la mujer que no podía parar de gemir. Cuando estaban apunto de correrse empezó a besar a Robin con fogosidad, ella no pudo aguantar y se corrió en él. Él sacó su erección y le dijo a la chica que se arrodillara. Ella obedeció y el se corrió en aquellos enormes pechos. Robin probó ese líquido de manera muy erótica, juguetona y Law se fijó. Él se arrodilló como ella y le dijo:
-Ni se te ocurra volver a hacer eso si no quieres que saque mi lado verdaderamente salvaje Nico-ya.
Ella quería ver su lado salvaje pero debería esperar a suavizar antes un poco lo de Zoro.
-La próxima vez Law, ¿sacarás todo tu lado salvaje?
-Sólo si quieres que lo saque. Pero si dices que si, no pararé por nada.
-Eso suena tentador. Estoy deseándolo.
Ella limpió todo aquel semen que él había soltado sobre sus pechos, que era demasiado. Law la cogió y se pusieron los dos tapados pero aún desnudos, en la cama. La morena se abrazó al cirujano.
De repente, la puerta se abrió. Era Zoro.
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Triángulo Mortal (LawxRobinxZoro)
FanficRoronoa Zoro: fuerte y testarudo. Trafalgar Law: misterioso y oscuro. Y una mujer en medio de los dos: Nico Robin. Una historia que contiene lemon, romanticismo, humor, acción y drama. Los personajes son creación de Eiichirõ Oda, no me pertenecen.