Sonrisas, felicidad, alegría que tan lejos de mi existencia se encontraba aquello, era una distancia larga y demasiado inmensa, incluso me parecía inalcanzable.
Todo era tan real y cruel.
Sus miradas se fijaron en mí, sus rostros preocupados y quizás algo de pena. ¿Pero quienes eran ellos para sentir lástima? Odiaba la lástima, la odiaba con todo mi corazón.
Apunte mi arma a la peli castaña.
-¿Qué es lo que hiciste? ¿Qué es lo que estás haciendo ahora?- sus palabras no me llegaban ni tan sólo un poco.
Les arroje una de las bolsas de dinero.
-Yo iré a ver a Naruto, necesito verlo pronto.-
Las gotas de sangre se deslizan de mi brazo hasta caer al suelo, era extraño, sentía pesado y caliente pero no dolía.
-Estas herida, no puedes irte así. ¿De dónde sacaste el dinero?
¿De dónde saqué el dinero? Acerque el arma y la deslice por encima de mi frente, las imágenes y el ruido llegaban una tras otra, la joyería, el vidrio al romperse, el hombre que forcejeo conmigo para quitarme el arma, el sonoro sonido cuando una bala escapa de su encierro, las patrullas llegando y yo empezando a correr.
Mis manos temblaron y luego de eso sentí un fuerte golpe en la mejilla que me arrojó al suelo. Ella me observaba enojada y con tristeza.
-Gaara.- mencionó.- Llévala a su habitación y enciérrala hasta que se calme.-
Quitó el arma de mis manos, ayudó a levantarme y entró al cuarto conmigo. Poco a poco era capaz de sentir ardor y un intenso dolor haciéndose presente en mi brazo. Me senté en la cama, él mojó un toalla en el baño y me la ofreció empecé a limpiar la herida.
Era sorprendente que ya no salieran lágrimas, no podia expresar nada mas que indiferencia. Habían pasado dos días desde que me entere que la sangre Uchiha corría por mis venas pero esos dos días fueron fatales, los recuerdos uno tras otro, los diálogos repitiéndose en mi mente con claridad, el sentimiento de remordimiento, pesadillas constantes, sólo desaparecían cuando pensaba en Naruto. Él era como una brillante luz al final de un oscuro y profundo abismo.
Él pelirrojo regreso con un botiquín en sus manos y empezó a tratarme la herida.
-No debiste ir sola.-
Fije mi mirada a la pared y no respondí, él continuó hablando.
-Estamos preocupados por ti, desaparecer sin decirnos nada, ¿Qué fue lo que te sucedió, Sakura?-
-Yo intenté que todo el pasado se quedará atrás, pero fue capaz de alcanzarme, ahora sólo quiero encontrar a Naruto.-
Término de vendar mi brazo y cerró la tapa del botiquín con fuerza.
-Si vas, sólo encontrarás dolor, quédate con nosotros, quédate conmigo.-
Su mano se acercó a mi mejilla y yo la aleje con enojo.
-Estas insinuando que estar con él significa dolor.-
Me observó con tristeza.
-Trato de decir que no quiero que te vayas.-
Se acercó a mí, nuestros rostros estaban a poca distancia.
En su actitud note cierto nerviosismo y anhelo a que le correspondiera, sus labios besaron los míos, yo no sentí nada, no quedaba en mi corazón un lugar para la existencia de alguien más. No correspondí pero tampoco lo aleje. Me recostó lentamente y sus besos subían cada vez de intensidad. Fije mi vista en él techo, y las imágenes fugaces que me atormentaban llegaban una por una.
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LIFE (Terminado)
RandomSakura Haruno vive en la mansión de los Üchiha, a pesar de ser la hija de la empleada desarrolla una amistad con él hijo menor de la familia. . Existiendo para el desde los ocho años le resulta imposible ver a alguien más que no sea él, pero llegara...