LIFE (Terminado)

Capítulo 6

Aquella intensa luz afecta tanto mis ojos que me es difícil abrir mis párpados, observe a mi alrededor un poco desorientada. El rubio está a mi lado sentado en una silla, su cabeza descansa en la cama. Intenté mover mi brazo pero este dolió, es la aguja que esta incrustada en mi vena. Los recuerdos llegan de repente, sus brazos levantándome del suelo. Su rostro asustado y sus manos temblorosas.

Sasuke no me salvó, fue Naruto.

Permanecí setenta y dos horas en ese lugar, sentía un horrible dolor en la cabeza, estómago y garganta, lo primero que me hicieron fue un lavado gástrico para limpiar mi estómago he impedir que la toxina se regara a los diferentes órganos, el resto de días me mantenían en observación administrándome sedantes que me ayudaban a dormir con rapidez.

Los tres días pasaron y aquel doctor que no había visto nunca antes en el internado dijo que ya podía regresar al dormitorio. Me puse algo de ropa que me había dejado Naruto, me senté en la silla, no tenía idea de que hacer y mi conciencia me recriminaba una y otra vez el haber tomado esa decisión. La puerta se abrió, Uzumaki me brindo una triste sonrisa.

-Vamos, el doctor dijo que ya estabas bien.-

Se quitó la gorra que llevaba y me la puso, escondió los mechones rosa y limpio con sus dedos las lágrimas que resbalaban por mis mejillas.

-Tranquila.- murmuró.

El doctor entró y le dio una funda.

-Gracias por todo, ruego por que seas discreto.-

-Vamos sobrino. Esas formalidades no te quedan bien, no diré nada, regresare hoy a la casa de tus padres, ¿No vienes?

- Ahora no puedo, iré en otra ocasión.-

Se despidieron y salimos de aquel cuarto, por los pasillos me di cuenta que era el hospital principal del internado.

Mientras caminábamos él explicaba que me había encontrada tirada detrás del gimnasio y que pensó que estaba muerta. Aun así me había cargado en sus brazos y me llevo hacia el hospital, los enfermeros del lugar me dieron los primeros auxilios, mientras él llamaba a su tío que es doctor. El cual apareció tres horas después cuando ya me habían hecho unos cuantos lavados de estómago, se encargó de los exámenes y colocó en el diagnóstico una intoxicación por algo que comí. Por unos momentos me sentía aliviada, no citarían a la señora Mikoto que es mi tutora legal para decirle que intente suicidarme. Luego caí en cuenta que ahora tenía una deuda muy grande que pagarle a Naruto.

Mi mente se sentía un tanto vacía, no sabía si eran los calmantes que aún estaban haciendo efecto en mi pero sentía como si realmente pudiera dejarlo ser libre.

Ese día no pude dormir daba vueltas en la cama y por primera vez sentí una clase de terror a la oscuridad y al cerrar mis ojos, era mi conciencia y el arrepentimiento que me estaban carcomiendo.

Traté de recordar por que me arme de tanto valor o quizás que me hizo tan cobarde para intentar acabar con mi vida.

De alguna manera me percate que era debido a mi existencia, mi madre me abandonó por que tal vez sentía alivió y podía empezar su vida sin necesidad de la carga que llevaba sobre sus hombros, no podía olvidar la cara llena de arrepentimiento de Sasuke, sentía su dolor como si fuera el mío y yo sabía que sufría. Su noviazgo con la Hyuga fue una punzada, el último golpe para que aquella débil copa donde se mantenían mis emociones de dolor se quebrara en mil pedazos.

Ya no tenía que seguir sufriendo, esa noche no pensé en volver a terminar con mi vida, esa noche trate de encontrar una forma de levantarme y caminar firmemente dejando mi pasado atrás. No pude encontrar una respuesta.