|| Letal || (Ticci Toby y Tu)

XI

Pov's Sam

Mamá no había estado el resto del día en la casa y eso me parecía extraño. Luke salió con sus amigos asique decidí llamar a Pierre o a Chris para que salgamos.

--¿Donde nos juntamos?

--No lo sé... en... ¿el centro comercial?

--Bien, pero no sé si Chris irá.

--Agh, ¿porqué?

--Está algo deprimido, ya sabes lo de su mamá y... lo de Dylan y Tracy

--Ya... ya lo sé

--Nos vemos allá.

--Dentro de dos horas ¿esta bien?

--Sip, ahí te veo.

Se corta la llamada.

Caminé hasta mi habitacion para arreglarme porque a esas horas solo andaba con mi "pijama", que consistia en una polera grande que me llegaba un poco arriba de las rodillas. Abrí la puerta de la habitación y mi vista se fijó en la alfombra, que estaba a un lado de la cama, esta tenía manchas de sangre seca.

--Agh- gruñí antes de entrar.

--Lamento las manchas.- oí una voz detrás de mí.

--Que mier...- me volteé y ví que era el chico de los googles- q-que haces aquí- dije nerviosa.

--No lo sé- dijo tranquilo. Ahra estaba a una distancia casi nula de mí.

Traté de hacerme para atrás pero justo cuando di un paso retrocediendo tropezé con una caja y caí de traste*. Me senté un poco en el piso tratando de acomodarme mientras veía como el chico me miraba, no paraba de mirarme.

--¿¡Que miras!?

--Vamos, no te molestes yo solo vine a visitarte -me extendió su mano.

Apoyé mis dos manos en el piso mientras intentaba pararme.

-¿Que pasa?- preguntó como si no entendiera mi molestia.

-Suspiré- Lo que pasa- dije en un tono sarcástico y una sonrisa hipócrita- es que llegas a mi casa como si nada, invades mi privacidad, manchas mi habitacion con esa maldita sangre seca y... nisiquiera te conozco.

--Oh, tú sí me conoces... -se acercó a mi nuevamente mirando mis labios.

--N-no, yo... - no podía hablar muy bien, estaba concentrada mirando sus labios tambien.

--Sam...

El se acercaba cada vez mas a mí al punto de llegar a rozar sus labios con los mios. Cuando reaccioné, lo empujé levemente para que se alejera.

--Porfavor... ándate.. -supliqué sabiendo que sería inutil decirlo.

--No.

Me tomó por la cintura levantandome y recargandome en su hombro. Me era imposible soltarme de su agarre.

--¡Su-suéltame! -grité no tan fuerte. Golpeaba su espalda pero le era inherente.

--Es inútil.

Ya lo sé.

Ví como abría la puerta trasera, llevandome al patio trasero. Para mi suerte, este estaba rodeado por una cerca de madera que era imposible pasar.

--No podrás pasar la cerca, no conmigo en tus hombros.

--Claro que sí.

En el momento, él retrocedió de espaldas con pasos lentos. Cuando estaba a una distancia de tres metros, me agarró mas fuerte con una mano y empezó a correr en dirección a la cerca. Y la saltó.