Mientras el niño y yo vamos camino al pueblo empieza a llover, y de un momento a otro empieza a caer un chaparrón y tenemos que correr para llegar sin empaparnos enteros.
Al llegar veo a todos en la casa en la que estaba antes, la más grande de todas.
-¡Mamá!-El niño suelta mi mano y corre a junto de su madre. La cual se queda un poco descolocada por las manchas rojizas de su camiseta, aunque la lluvia al menos le limpió la cara.
-¡Aitor! Menos mal que estás bien.-Y se encuentran con un agradable abrazo. La mujer parecía que no le quería soltar por si volvía a ocurrir algo, protegerlo.
Es una agradable sensación la de ver al niño y a la madre tan felices por el reencuentro, aunque solo hayan pasado unos minutos separados y preocupados.
Por un segundo vi hacia las personas que estaban alrededor, muchas personas estaban que no sabían si ponerse feliz por el regreso del niño y que ya no había celestes o intentar que me fuera.
Busco con la mirada a Elvira pero no la encuentro, al menos me quería despedir, si me quedaba más tiempo allí la gente se iba a angustiar.
Me giro camino a la salida del pueblo pero cuando ni empecé a caminar alguien grita:
-¡Viva por Alejandro! ¡Nuestro salvador!-
Esa voz me es muy familiar. Al darme cuenta de quién es, río por dentro, es Elvira. Lo que sí que me sorprendió fue que a ella se unen más personas y al final casi todas las personas me empiezan a agradecer felices, aunque algunos dentro de sus ojos muestran miedo, pero menor que al principio.
De reojo, veo como Elvira se va sola hacia una casa cercana, y escucho a una conversación decir:
-Elvira lleva bastantes días yendo a la casa abandonada, ¿Qué irá a hacer allí? Nadie se atreve a preguntarle, ya que a veces se toma las cosas muy seria y podría llegar a pensar que la espiamos.-
-Aunque se haya tomado la confianza del pueblo al habernos ayudado a resurgir sigo sin fiarme del todo de ella, siento como si tramase algo...-
-¿Pero Elvira no te salvara a ti de caer desde un boquete que se desplomara en el suelo? Creo que deberías darle una oportunidad, ayudó a todo el pueblo-
-Sí, bueno, me salvó la vida, pero igualmente... Quizá tengas razón, confiaré en ella-
Yo me pongo la capucha y voy hacia "la casa abandonada" de la que hablaban en la cual debería estar Elvira. Sé que dicen que la curiosidad mató al gato, pero yo siempre pensé que debería ser: "La curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo".
Al estar en la puerta me dispuse a tocar a la puerta, pero justo cuando iba a petar escucho pasos que se acercaban. Los nervios hicieron que mi cuerpo se escondiera al instante, para que al final, quien abra la puerta sea Elvira que vuelve a junto de todos los demás.
Yo iba a hacer lo mismo, pero de repente siento que alguien me está observando desde las sombras. Me giro al sentir un aire frío a mi espalda, pero no hay nada. Me vuelvo pensando que eran imaginaciones mías cuando delante de mis narices está el maldito chico de nuevo. Está apoyado en la pared de la casa, y ni siquiera se digna a mirarme a la cara cuando me dice:
-Veo que no pierdes el tiempo. ¿Cómo te ha ido en esos momentos sin sentido? ¿Para qué manchar de sangre la espada de inútiles como esos celestes?-
-Tenía que defender a gente, tú no lo entenderías-Le digo sin pestañear, por si desaparece como la última vez. Al fin se digna a mirarme para decirme muy serio:
-Yo entiendo muy bien eso, he gastado mucho tiempo de mi vida para prepararme para defender a alguien muy importante para mí.-
-¡Ahora no estamos para hablar de tus cosas! ¡¿Qué quieres de mí?! ¿Por qué no me dejas en paz?-El chico dudó un momento pero cuando abre la boca para contestar su voz suena sincera pero no llego a creérmelo:
-Porque sin mí ya habrías abandonado a quien no debes, deberías darme las gracias, te podrás reencontrar con ella.-Hizo una breve pausa para suspirar-Pero solo la podrás ver si eres capaz de vencerme-Su sonrisa vuelve y me da escalofríos al ver que sus negros ojos irradian sed de muerte.
Me preparo intentando hacer aparecer la espada, pero no aparece. No consigo hacerla aparecer. En menudo momento más oportuno. Al no ser capaz solo me quedan dos opciones: Huir o pelear sin un arma.
-¿O? ¿Tú preciosa espada no aparece? ¿Estás preocupado? Tranquilo, pronto acabaré contigo-Dice con un tono que me deja en ridículo.
Por esa contestación me quedo donde estoy, dispuesto a parar cualquier golpe que me envíe.
Contaba con que desaparecería, pero viene corriendo hacia mí y cuando pensaba que me iba a clavar su puñal en el pecho desaparece. No está. Miro hacia los lados pero no está. Pero escucho su voz diciendo:
-¿Todavía no sabes qué hacer cuando no estoy en tu punto de vista?-
De repente una sombra pasa delante de mí y me corta parte del flequillo.
-Mira, te hice un favor, ahora podrás ver mejor... como te venzo-
Maldito sea. Así acabará conmigo. Un momento... Él al correr no haría ruido normalmente, pero hoy está lloviendo y hace pequeños chapoteos en los charcos y en la hierba mojada que se escuchan si se está atento.
Cierro los ojos y me concentro en el ruido del agua, aunque también cuesta ya que sigue lloviendo y confundo los sonidos.
-¿Qué pasa? ¿Tienes tanto miedo que no logras abrir los ojos?-Se ríe.
Cuando por fin lo logró.
Instantáneamente me lanzo hacia la derecha y esquivo su ataque, que venía directo a mí.
-Vale, bien hecho, ¿te sientes satisfecho? ¿Quieres un premio? Ah, espera, que solo has esquivado un ataque-
-Al menos conseguí saber algo que antes no sabía. Que te hace rabiar que esquive tus ataques cuando ibas en serio-Muestro una sonrisa pero la borró cuando se ríe.
-¿Creías que iba en serio? Si no estuviera jugando ya te habría matado, así que cuidado con lo que dices-
-No me vengas ahora a dar lecciones-
-De acuerdo... Tú lo has querido. Prepárate, ya que voy en serio-
Mientras estoy en tensión sin saber cuándo va a venir a atacar me preparo para intentar contraatacar, aunque sepa que es demasiado rápido para mí. Cuando pensé que se lanzaría mueve la cabeza y mira inquieto hacia un árbol detrás de él y después hacia donde se podía distinguir la luz de la casa donde estaban todos reunidos, se vuelve hacia mí y me dice:
-Lo siento, tendrá que ser para la próxima, hasta muy pronto-
Y corre hasta ocultarse entre la maleza, pero antes de irse le escuché decir:
-Así que prepárate para morir-
Me sigo preguntando porque se va, pero no me quejo.
Observo a los lados y me fijo donde antes el chico mostrara interés y logró ver a una persona apoyada en un árbol, dormida, o quizá muerta.
Camino como puedo hacia allá pero a mitad de camino mis piernas no se mueven por la tensión acumulada en momentos anteriores y me derrumbo, inconsciente, sobre la hierba, bajo la lluvia y en el sueño me siento caer sin fin.
![](https://img.wattpad.com/cover/43939019-288-k127253.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Guardián De La Elegida
AdventureJonathan es un niño burlón, amable y valiente que vive en una cueva con su hermana pequeña, Aroa, por la cual tuvo que renunciar a una buena vida, pero eso no le importa con tal de que su hermana se encuentre a salvo y feliz.