21 [CANCELADA]

I'll be waiting

Hoy estoy más animada que nunca. Estoy segura de que el hombre finalmente podrá darse cuenta de que me ha perdido. Ese maldito regresará para rodearme por la cintura como lo hacía siempre, y sin embargo sigo sin poder creer que me haya dicho que siempre iba a amarme y luego me abandonó. ¿Qué clase de lógica tiene eso?

Bueno, quizás yo tuve algo de culpa. Fui una inmadura que sólo quería sentirse querida por alguien más. Yo sólo... lo quería para mi. Está bien, lo acepto, soy celosa. Pero él jugaba conmigo y hacía bromas de mal gusto cuando volteaba a ver a otras chicas cuando paseábamos por las calles de Londres. 

Justo hace dos minutos vi su rostro. O al menos eso pensé. El hombre que pensé que era él era muy parecido. Alto, blanco, ojos claros, barba. El corazón me dio un vuelco, pero luego se tranquilizó cuando reparé en que no era él. Sólo era un hombrecillo que estaba alimentando a las palomas en el parque. Claro que él jamás ha hecho eso. Y estoy segura de que --en hipotético caso de que hubiera sido él-- me hubiera sonreído con el gusto con el que me hubiera visto, porque me conocía más de lo que yo misma creía conocerme. No puedo concebir que esto se haya terminado. Yo pienso que no éramos la mejor pareja de Londres, pero había algo que lograría describir como grandioso.

Ah, cierto. Ahora que lo recuerdo, una de mis amigas me dijo que fue de viaje a Francia. Hay miles de millas de distancia. Quizás el cielo llore hoy porque de nuevo no lo he visto, pero yo no lo haré. No lloraré. Tal vez sólo está meditando la situación --nuestra situación, estando en un lugar donde no lo conozca nadie. Quiere pensar las cosas y se dará cuenta de que en realidad me ama. La última vez que nos vimos, después de nuestra última discusión, se quedó mudo. sólo tomó sus cosas y se fue. Recuerdo que cuando terminó subir sus cosas a la camioneta mi teléfono estaba sonando, pero no me atreví a contestar. Sólo me asomé por la ventana, y cuando me vio solo fue eso. Una mirada de decepción. Cortó la llamada y lo vi mientras se alejaba.

Pero bueno, en ese caso estaré esperándolo aquí hasta que esté listo para amarme otra vez. Pero en ese caso yo también tengo que hacer las cosas diferentes. Voy a ser alguien diferente y seré mejor para él. Voy a dejar de ser una persona inmadura. A mis veintiún años he aprendido a madurar y no habrá cosa que me pueda devolver a mi inmadurez, porque en todo caso no quiero volver a ella.

...

Una semana después

El teléfono está timbrando. Una parte de mi quiere que me conteste la llamada, pero la mayor parte --creo yo que es la lógica-- quiere que no lo haga.

-¿Hola?

-Hola, soy yo -dije, como si de veras no supiera quién llamaba. Qué estúpida fui.

-Lo sé.

De repente todo se quedó en silencio.

-Quería saludarte y saber cómo estás.

-Bien, Laurie. Muchas gracias.

Debo admitir que sentí pánico, tristeza, desolación, alegría y éxtasis cuando volví a escuchar mi nombre pronunciado por él.

-Y además quería hablar contigo acerca de... lo nuestro -dije por fin.

-No creo que sea el momento indicado.

-Por favor, sólo tomará un par de minutos. Escucha: fui una tonta y una inmadura que no sabía nada de las relaciones sentimentales. Pero te aseguro que si comenzamos de nuevo todo será diferente y seré una persona mejor. Sin celos, ni escenas. Sólo recuerda que eras tú quien ocasionaba a propósito todo eso. Aprendamos juntos de ambos.

Hubo un largo silencio nuevamente. No sabía qué era lo que estaba pensando. Quisiera saber si al menos estaba sonriendo o imaginando siquiera una segunda oportunidad. Bueno, hoy el cielo en londres está claro y despejado. Este día me ofrece algo especial.

-Escucha. De verdad tenemos que platicar. Pero tendrá que ser cuando esté de nuevo en Londres. Iré a tu casa a buscarte.

-¿Estás fuera de la ciudad? -le pregunté como si no supiera la verdad.

-Sí. Vine a París.

-Vaya... son millas las que nos separan. Supongo que el tiempo está en nuestra contra.

Me reí de mi propio chiste, pero él ni siquiera se inmutó.

-Debo irme. Nos vemos pronto -prometió.

-Claro. Adiós.

Me sentí un poco rara después de todo eso. Miré al cielo y no me gustó lo que vi. Una gran nube gris se estaba aproximando.