Trouble Boy (Synyster Gates y tu) [TERMINADA]

[2/2] Cap 12. | CASTIGADOS.

Brian se había fracturado el hígado y el vaso, según el doctor Strudell. No podía hacer ejercicio por dos semanas y debía quedarse en la clínica por tres días. Reagan no paraba de twittear sobre la pelea y contarle a sus amigas lo que había sucedido, Brian Sr. y mamá regresaron de su viaje a Manchester y en menos de cinco minutos se encontraban regañando horriblemente a Brian delante del doctor y de mí. Mi madre estaba tan preocupada y atenta que cualquiera pensaría que Brian había salido de sus propias entrañas y Brian Sr. no paraba de discutirle sobre la estupidez que había cometido con Jessie. Le prohibía hacer todo lo que le gustaba y entre ellas estaban asistir y ofrecer fiestas en la escuela. También juró por su futura generación que no volvería a ver la luz del sol porque lo mantendría un mes completo encerrado en su habitación por imbécil.

Yo curvé hacia arriba una sonrisa malévola. Golpe bajo para Brian.

—¿Me estás escuchando Brian Elwin Haner? ¡NO MÁS FIESTAS, NO MÁS DEPORTES, NO MÁS SALIDAS, NO MÁS NADA!—gruñó el esposo de mamá con furia mientras lo señalaba acusadoramente con el dedo índice. Brian asentía de mala gana y no decía nada, probablemente porque tenía la garganta lastimada por haber vomitado tanta sangre en menos de cinco minutos.

Mi madre pasó una mano por el brazo de Brian Sr. y le pidió que fuera menos drástico con él, pero gracias al cielo, Brian Sr. no se dejaba manipular de nadie y no cambió el castigo.

Este tipo me agradaba cada día más.

—Insisto que estás siendo muy duro e incomprensivo con Brian, cariño—espetó Katelyn ofreciéndole una de sus mejores miradas, pero el hombre era más firme que una roca y no se echaba para atrás por nada del mundo. Mi madre rechistó con una mueca y finalmente se dio por vencida—. Está bien tú ganas, pero ten en cuenta que es un niño que no sabe lo que hace.

—¿Brian morirá, chicos?—preguntó Reagan despegando el oído del celular. Nuestro hermanastro se llevó una mano a la cara y negó con la cabeza varias veces, yo hice lo mismo y me lamenté del corto y muy limitado entendimiento de mi hermana menor.

—No, Reagan, no morirá—respondió Brian Sr.— por lo menos no ahora si decide cumplir con el castigo, y nos encargaremos de eso, ¿verdad que sí, ______?

Me sobresalté un poco porque no esperé a que esto tuviera algo que ver conmigo, y cuando reaccioné, asentí rápidamente con la cabeza. Me encontraba a unos cuantos pasos de la cama en donde reposaba Brian, apoyada en la pared disfrutando de toda la ira que su padre descargaba en él, y Reagan estaba tirada en un sofá azul de la habitación con su laptop, revistas y celular asegurándose de que la secundaria entera estuviera enterada de los acontecimientos. A Brian a penas lo dejaban acercarse al control remoto.

—¿Y ahora que tiene que ver ______ con todo esto?—inquirió mamá colocándose una mano en la cintura y mirando a Brian Sr. con el ceño fruncido.

—Kate...nena, yo no confío en mi hijo. No pienso dejarlo sólo con...—alzó ambas cejas e intentó dejar de balbucear— esas jóvenes enfermeras durante estos tres días. Además debemos volver a Manchester mañana a primera hora. Lo más sensanto de mi parte sería que ______ cuidara de Brian hasta que le den de alta.

Y knock out para Foster.

¿Yo hacerme cargo de Brian? ¿De Brian Haner? ¿Del chico que abusó de mi inocencia y me llamó 69?

No me hagas cambiar de opinión respecto a ti, Brian Sr.

—¿Te refieres a que debería faltar estos siguientes tres días a la escuela?—interrumpí dando unas cuantas zancadas hacia delante, temiendo a que me dijeran lo peor.

—¿Faltar a la escuela?—chilló mi hermana de la emoción—. ¡Yo me ofrezco como voluntaria!

—Escribiré una excusa, _______—Brian Sr. ignoró a Reg y reparó su mirada en mi rostro aterrorizado— sabes que te estimo mucho y pienso que si Brian se juntara más tiempo contigo sería alguien un poco más...ya sabes, sensato.