Visita sorpresa, charla sincera.

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Al fin era fin de semana, lo raro era que Mingyu se ausentara los últimos dos días a la escuela y que encima de eso, no quisiera salir en sábado. Jihoon y DK se preocuparon demasiado. No conocían tan bien a Mingyu, pero sabían que si él no proponía una salida en sábado, era para irse preparando para una guerra. Luego de leer los mensajes que les enviaba Mingyu resistiéndose a pasar el rato con ellos, terminaron por caer de sorpresa para la cena en casa del moreno.




-¿Qué se supone que hacen en mi casa? - un chico alto con cara de pocos amigos bajaba por las escaleras, caminando para sentarse frente a Woozi y al lado de Seokmin en la mesa.



-Pues... Como no venías con nosotros, decidimos venir contigo. - contestó el de primer año tratando de abrazarle.



-Gracias, pero no lo encuentro necesario... - rechazó el afecto, ganándose un leve puchero por parte de DK.



-No seas malo... Nos preocupas. ¿Tu cara sigue mal? Déjame verte... - El peli rosa se dispuso a revisar a Mingyu inclinándose sobre la mesa, acabando por ser empujado de nuevo a su silla.



-¡Estoy bien! No sean exagerados...



-Parece que Coups pega duro. - se burló Seokmin, arrepintiéndose en seguida por la cara que le puso Mingyu.



-Ese maldito, debí partirle la guitarra en la cabeza. - Jihoon se cruzó de brazos.



-No fue Seungcheol... ¡Ya déjenme en paz! - gritó al ver como sus amigos le acosaban con cara de perrito curioso, recostándose sobre el respaldo de la silla de mala gana y suspirando fuerte.



-Ok, jirafa, mi paciencia tiene sus límites. ¡Me cuentas ya mismo qué fue lo que pasó el otro día o te juro que voy por la guitarra. - Woozi golpeó la mesa enfadado.



-Pero si la tuya la hiciste mierda contra Mingyu el mes pasado. - le recordó el menor.



-Y mi espalda lo recuerda... - el moreno se tocó el hombro como si recordara el dolor.



-Joshua me prestó la suya... Como sea... ¡No me cambien el tema! ¡Responde! - amenazó el que era mayor por unos meses achinando aún más los ojos. Justo cuando iba a recibir una respuesta o una excusa, la madre del chico llegó con la cena lista para servir. Ambos invitados hicieron una reverencia y agradecieron por la comida a la mujer que les servía sonriente.



-Es la primera vez que Mingyu trae amigos a casa después de mudarnos. - comentó Jihye (La mamá adoptiva de Mingyu).



-¿De verdad? Pues él nunca nos ha invitado... Decidimos dar el primer paso. - bromeó el peli rosa de forma amable mientras se preparaba un bocado de aquel guisado casero. - Mmm... Esto sabe mejor que los de mi abuelita. - la mujer sonrió ante el comentario.



-Usted es una excelente cocinera... ¡Por favor, trabaje en nuestro comedor! - DK suplicó. La comida de la escuela era asquerosa.



-Supongo que pueden venir cuando quieran... También les prepararé un almuerzo para el lunes, muchachitos. - la ama de casa observó que su hijo no había ni tocado su plato. - ¿Mingyu, por qué no lo pruebas? Si se enfrió te lo caliento. - no quería mostrar su enojo frente a los chicos. A decir verdad, a pesar de que ella quería a su hijo, este le sacaba de quicio con frecuencia, logrando que su relación no sea tan buena.



-No, deja, me gusta frío. - salió de sus pensamientos para comer lo más rápido que pudo. ¡Demonios, esa mujer cocinaba bien!




Cuando terminaron la comida y el helado que pidieron como postre, DK se tuvo que ir, su madre le había descubierto el porno en la mochila y amenazaba con contarle a su estricto padre si no llegaba y le entregaba todo el material para adultos que poseía. Por otro lado, Jihoon y Mingyu se encerraron en la habitación del más alto a jugar videojuegos, prometiendo que estudiarían. La verdad ambas eran excusas, una por parte del moreno para jugar y la otra de Woozi para poder tener una conversación a solas.

Caminos cruzados. (CANCELADA :c)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora