¿Trato hecho?

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El primero en despertar fue el más alto, le dolía la cabeza y le costaba abrir sus ojos porque estos estaban hinchados de tanto llorar la noche anterior. De algún modo sentía que el peso que cargaba en su conciencia se hizo más ligero, pero no del todo. Aún tenía una sensación molesta, se sentía incompleto. Se levantó, abrió las cortinas y observó la pequeña figura de la persona que descansaba en su cama, sonriéndose sin notarlo. Estaba agradecido por la presencia de Woozi ahí, quería agradecerle, pero eso sería demasiado cursi de su parte, por lo que simplemente corrió a prepararle un café con tostadas para llevárselos a la cama con su habitual cara de "todo me importa una mierda" aunque por dentro estaba feliz.


—Despierta, fresa durmiente. –  aún con la bandeja en la mano, pateó a su amigo en el trasero para despertarlo. La delicadeza no era su fuerte.

—¿Qué hora es? – casi balbuceó tiernamente el peli rosado mientras se frotaba los ojos.

—Son las diez y media. Tienes el sueño pesado, eh enano... Toma, come y sal de mi casa, siento que van a empezar a crecer fresas de la nada. – bromeó dejando la bandejita en la mesita de noche que estaba al lado de su cama.

—Maldito desagradecido. – ambos rieron.

—¿Quieres ir a jugar baloncesto al parque?  El encierro me aburrió. – Mingyu intentó hacer caras tiernas que no causaron más que unas risas en el mayor.

—Llamo a los chicos y vamos, pero déjame comer antes y cállate. – le metió una tostada en la boca y luego dio un sorbo a su café.



Como habían acordado, luego de desayunar, se cambiaron  y fueron al parque.  Woozi tuvo que usar una camiseta que era del difunto padre adoptivo de Mingyu, ya que la ropa del moreno le quedaría enorme. Nadie tuvo problemas con eso, ni siquiera Jihye, después de todo, esa ropa desde que el peli azul creció nadie la usaría, mejor si servía para alguien.
Una vez en aquella cancha de barrio en medio del parque, se vieron con DK, Seungkwan, Jeonghan y Joshua. Se dividieron en equipos y comenzaron su partido. Pasaron los minutos y ya habían empezado a discutir los resultados (ficticios, claro está, porque ellos apestaban en eso de contar puntos.)
Terminaron quedando en un empate con puntajes más imposibles que en película de los Looney Toons, pero al menos ya estaban amigados. Gracias a un "Piedra, papel, tijeras" el más alto tuvo la desgracia de ser el encargado de comprar los refrescos al quiosco de la esquina, encontrándose con quien no tenía el valor de enfrentar. El destino odiaba a esos chicos ¿Verdad? ... Si no era así, ninguno se explicaba por qué siempre tenían que cruzar sus caminos.

—Este... Yo... Lamento lo del miércoles.
—Este... Yo... Lamento lo del miércoles.

No pudieron evitar soltar una risita y sonreírse  mutuamente por la coincidencia. Con un par de miradas, decidieron quién hablaría primero de los dos.


—Verás, no quise golpearte... Bueno, en realidad sí, pero no medí mi fuerza. Ahora estás marcado... – bajó la mirada Wonwoo y Mingyu negó con la cabeza.

—A decir verdad, hasta yo me hubiese dado tan fuerte en la cara. Creo que lo necesitaba. – imitó al mayor. Un aura incómoda los rodeaba, parecía que no escaparían de ella nunca, pero alguien habló.

—Bueno, creo que  te lo merecías...

—Sí, un poco... – suspiró el más alto.

—¿Solo un poco? – el pelinegro alzó una ceja.

—Bueno, mucho, lo tenía bien merecido, hasta merezco más. – antes de terminar la última palabra, recibió un codazo en su estómago.

—¿Qué me miras? Tú abriste la boca y no me pude contener. – los dos soltaron una carcajada, aún cuando Mingyu estaba algo dolorido.

—Supongo que sí lo tengo bien merecido... Oye, hablando de eso... Me gustaría que me escuches...

—Pero tengo que comprar algo para los chicos, luego... – dijo Wonwoo de mala gana. No quería oír nada que tuviera que ver con el pasado.

—Por favor... – esta vez el moreno le tomó del brazo sin ejercer mucha presión, pero si la suficiente como para convencerlo con eso y su mirada sincera.

—Habla, tienes cinco minutos. –  se sentó en un  tronco caído y el menor le imitó.

—Sé que tal vez esté hablando en vano, pero me gustaría que sepas que estoy muy arrepentido de lo que pasó en aquel entonces... Éramos niños, yo era un idiota, bueno, lo sigo siendo en parte, pero quiero disculparme enserio por eso. Sé que lo has pasado horrible y que nada de lo que diga regresará el tiempo, pero al menos me gustaría que no me tengas rencor, aunque eso es imposible. Al menos quiero que no me mates con la mirada cada vez que nos cruzamos, no me gusta ver esa expresión en tus ojos, es como ver un espejo de mi pasado... –  Wonwoo solo escuchaba atentamente con una expresión neutral. – no te pido que seamos amigos de nuevo, ni que nos hablemos en la escuela, solo quiero que intentes perdonarme... Quiero aliviar ese peso que cargamos los dos, por favor.

—Hagamos una cosa... Te perdono si logras que Seungcheol sea tu amigo y no moleste a nadie más en dos semanas. – El mayor quiso apostar qué tan arrepentido estaba el otro y cuánto podría hacer para conseguir su perdón. La verdad ya le había perdonado en el momento en que se volvieron a sonreír cinco minutos atrás.  Las atenciones al recibirlo, la forma de preocuparse por él aún cuando no lo reconocía, le demostraron que Mingyu había cambiado a pesar de tener el mismo carácter de mierda. Con él seguía siendo su dulce hermano menor sin siquiera notarlo.

—¿D-Dos semanas? ¡Oye! No creo que  imposible, me tengo fé, pero dos semanas es muy poco tiempo. – chilló el menor.

—¿Poco tiempo? Es demasiado, considerando que fallarás, como muy tarde, el cuarto día. Admítelo, ustedes tienen una personalidad similar. – el peli negro se encogió de hombros.

—¿Cómo sabes tanto de S.Soups si eres nuevo? – evitó negar su parecido con el bravucón.

—Soy muy observador... ¿Qué dices, hay trato? – le extendió una mano.

—Pensé que esto sería más dramático... ¡Acepto!

—Esto será interesante...
—Esto será interesante...

De nuevo rieron por la coincidencia y se dieron un apretón de manos con la seriedad que les quedaba.  El chico alto haría lo que sea por ser perdonado por Wonwoo y el mayor sin dudas disfrutaría de ver como Mingyu intentaba cambiar de lado a Seungcheol. Esa sería su pequeña venganza.

Llegó Jun, mirando mal al menor y abrazando a Wonwoo por el cuello, llevándoselo al quiosco sin decir una palabra. Compraron y se fueron, dejando a Mingyu en su turno para comprar los refrescos a sus amigos.
Cuando llevó las bebidas frías a los chicos, estos se quejaron por la tardanza, haciendo que Mingyu llevara sus mochilas como castigo propuesto por Jihoon. Ese enano era malvado cuando se lo proponía.


—Chicos... ¿Qué tal si llevan sus mochilas ustedes... solo un rato? – los chicos le miraron aguantando la risa y negaron con la cabeza, regresando a sus conversaciones fingiendo que ignoraban al moreno completamente.

—Creo que ya aprendiste tu lección, idiota. – Woozi tomó dos de las seis mochilas que cargaba Mingyu y este le miró como si de un héroe se tratase, aunque ese castigo fue idea del bajito.

—Sí, gracias enanito hermoso de mi alma. – se inclinó para besarle  la mejilla y el peli rosa se sonrojó, dándole una patada en la rodilla.

—No seas confiado, sigo siendo mayor que tú por meses. – el mayor aligeró su caminar, alcanzando a los demás y entregando a DK su mochila. ¿Por qué Mingyu le pareció  tan dulce en aquel momento?... No lo entendía.

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Hola babys, tanto tiempo kbjdivxzjsbdic XD
Nuevo cap luego de siglos ... Está feito, ya pero no pude editarlo uwu.
Mi horarios de sueño son locos y el vicio de Facebook me consume haahaha.

Espero que les gusten y comenten que les pareció la propuesta de Wonwoo Creen que sea posible?

Los amo <3

Caminos cruzados. (CANCELADA :c)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora