Capítulo 7

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Succionó sus pezones sintiendo su intimidad pegada a la mía.

Ahora sus piernas están rodeando mis caderas.

Me he corrido 2 fascinantes veces, y me siento algo cansado pero no me importa. Mañana me casaría.
Tengo que disfrutar, ¿No es así?

Chupo la deliciosa carne de sus pechos provocando que grité mi nombre, su voz está más ronca que antes.
Le presionó el trasero, le beso los labios una vez más y paseo mis manos por su mojada vagina.

Mis dedos pasan por su abertura y luego froto estos contra su hinchado clítoris. Ella gime sin poder controlarlo más.

-Estoy exhausta.

-Pensé que querías un orgasmo más.

-Penetrame.

Dice besando mi cuello.
Le sonrío, lamo los dedos que han estado en su intimidad y la pongo debajo de mí, estoy por penetrarla pero decido no hacerlo aún.

Me levanto de la cama, y saco de una de las gavetas de la mesa de luz, un consolador.

-¿Como sabías que eso estaba ahí?

-Wayne es mi mejor amigo, venimos a esta habitación a jugar video juegos y tiene cosas extrañas para usarlas con chicas en todas sus habitaciones.

_____ jadea cuando me ve abriendo el paquete.
Me coloco nuevamente sobre ella, le presionó el trasero, observo sus muslos, están rojos.

Hundo el consolador en su mojado coño y lo saco, ahora este juguete también esta mojado.
Lo acercó a su boca.

-Lamelo.

Sus ojos se abren como platos, está por decir algo pero justo en ese momento introduzco el consolador en su boca.
Gimo.

Creo que esto es lo más excitante que he visto en toda mi jodida vida.

-Mmm...
Ronronea cuando lo sacó de su boca.

La miro pícaro.

-¿Te gusta, preciosa?

-Mucho.

Responde.
Hago que lo lama otra vez y así lo hace, observo mi erección.
No creo poder aguantar más el dolor.

Introduzco la punta en su feminidad, ella gime a pesar que sigue teniendo el consolador en su boca. Oh sí.

Me hundo por completo en ella y dejo el consolador a un lado.
Escondo mi rostro en su cuello y comienzo a susurrarle todo tipo de cosas hasta que ella susurra algo que llama mi atención:

-No arruines tu vida casándote con alguien que no quieres.


Despedida de soltero | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora