No hay tiempo para fingir

Capitulo 10

Narra Mordecai

Avanzamos bastante Rigby y yo, hace un mes no éramos nada y ahora éramos pareja, bueno no del todo, aún tenía que resolver el asunto de CJ, pero más allá de eso, el Mapache y yo estamos juntos. Eso era lo único que me importaba ahora, estar con él. Miré a Rigby, él estaba dormido, eran las dos de la mañana, yo también debería estar durmiendo, pero estaba como idiota mirándolo. Desde que hicimos el amor, hace una semana, él y yo habíamos comenzado a dormir juntos. Realmente me agradaba nuestra situación actual, salvo por lo de mi futura ex novia. Me quedé largo rato más observando a Rigby, hasta que finalmente el sueño pudo conmigo y me quedé dormido.

Sentí un leve roce sobre mi cabello haciéndome abrir los ojos encontrándome con Rigby, él me sonrió, mientras seguía acariciando mi cabello. Ya era de mañana, el sol se colaba por la ventana e iluminaba toda la habitación. Parpadeé un par de veces hasta lograr que mis ojos se acostumbrasen a la luz.

—Buenos días —le dije sonriéndole, él sonrió también y me besó en la mejilla—. Últimamente estas demasiado cariñoso, Rigby.

—Solo creí que, como ahora estábamos "juntos", podía serlo.

Noté que en su rostro aparecía un leve sonrojo, sabía que decir estas cosas le daban bastante vergüenza, no solía ser abierto con sus sentimientos, sobre todo conmigo, a pesar de ser amigos desde niños.

—Rigby, ¿eres consciente que cuando dijiste eso tu cara se puso roja?

Sonreí de manera burlona, él frunció el ceño y se apartó un poco de mí.

—Que idiota eres a veces —me dio la espalda.

—Qué malo eres.

Pasé mi brazo alrededor de su cintura y me acerqué a él, entrelazó su mano con la mía y la apretó ligeramente.

—Oye, Mordecai —se giró ligeramente hacia mí—. ¿Te acuerdas cuando empezamos con todo esto?

Sonreí al instante, recordaba patentemente los primeros besos. No había pasado tanto para olvidarlo, solo eran un par de semanas, pero lo sentía como si hubiera probado sus labios por primera vez ayer.

—Sí, lo recuerdo bien —sentí como apretó más mi mano—. Sobre todo, cuando lloraste, te veías como un niño que perdió su juguete —recibí un codazo en el estómago como respuesta—. No te enojes, era solo una broma.

—Pues no me da gracia —refunfuñó.

—Rigby, te ves realmente lindo cuando actúas así —dije besando su mejilla.

—Siempre dices lo mismo.

—Siempre eres lindo —volví a besarle en la mejilla.

—Deja de ser tan cariñoso, aun somos amigos y se me hace algo raro.

—Tienes razón.

Me alejé un poco de él, Rigby se dio vuelta y me miró.

—Pensar que, cuando nos conocimos, no pensábamos en que podríamos llegar a estar así.

—Teniendo en cuenta que éramos niños cuando nos conocimos —él asintió—. Oye, Rigby... —estaba listo para hacerle la pregunta, no me importaba seguir con CJ—. ¿Quieres... quieres ser mi novio?

Noté el sonrojo en sus mejillas y el ardor en las mías, esto era algo que me ponía realmente nervioso, fuera Rigby o no a quien se lo pidiera.

—M-Mordecai... —mis nervios aumentaron al ver su titubeo—. Después de todo lo que pasó; de todo lo que hicimos... sería realmente idiota si no dijera que sí.