Al chico del banco de adelante.

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Al chico del banco de adelante:

«Sólo déjame morir sin que a nadie le importe»

No sé si lo leí mal pero tienes eso escrito en tu cuaderno. 

No quise preguntar nada porque te enfadaría.

Tienes un carácter bastante fuerte, ¿eh?

Siempre que pienso en eso me doy cuenta de que sólo es conmigo.

A nadie lo tratas como a mí.

Es como que si todo lo que yo hiciese te fastidiara. 

No me haces daño, no físicamente, por lo menos. Pero odio que me odies.

Sinceramente, creo que hay dos de mí mientras te escribo. O que por lo menos tú lo ves así.

Las cartas no parecen fastidiarte. Veo que siempre las guardas. Sin embargo, el que yo te hable cara a cara lo odias. Me quieres (o por lo menos, no te fastidia que lo haga) cuando te escribo (siendo anónima, siendo géminis) pero me odias cuando te hablo (siendo realmente quien soy).

¿Por qué no te das cuenta de que soy tan real aquí como en la vida real?

Géminis