Al chico del banco de adelante.

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Al chico del banco de adelante:

Creí que lo habría superado, te juro que por unos segundos lo creí. Hasta que volviste a mirarme y mantuviste la mirada aunque yo la apartara. 

Ugh, te odio por odiarme y a la vez hacerme quererte.

Sinceramente ya no te entiendo. No me hablas, nuestra comunicación se basa en las miradas, y es frustrante. Me refiero a que sé que las miradas hablan más que las palabras pero me gusta hablar contigo y no sólo de esta forma.

Tengo ganas de gritarte que dejes de ser tan idiota.

Hay un cambio bueno en todo y es que antes, yo necesitaba verte. Ahora sólo quiero hacerlo.

Pero, en ambos casos, quiero y necesito estar contigo.

Géminis