5. Una extraña sorpresa de parte del inframundo

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—Esa es una magnífica idea —dijo un señor entrando por la puerta—. Mi hijo está muy solo, necesita de compañía.

—No puedes hacer eso Hades —retó Quirón—. ¿O es que es tu hija?

¿Así que era Hades?, el padre de Nico. Pálido igual que él, con esos mismos ojos negros como pozos y alto y delgado. Aunque el cabello ligeramente quebrado lo hacía diferente al chico.

— ¿Tú que crees? —dijo con un tono que no supe identificar.

—No puedes hacerlo —dijo el señor D como queriendo que el hombre se fuera y no lo molestara.

—Claro que puedo, además —sonrió—. Sus cosas ya están en la cabaña. Acompáñame Grecia, te daré la bienvenida a tu nuevo hogar.

Asentí con lentitud mientras veía el rostro de Quirón, con sus gestos me dijo que no había de otra. Pero yo ya estaba decidida, iba a quedarme con Nico en lugar de con los Stoll.

Hades me guio hacia la cabaña bajo la consternada mirada de todos los campistas. Varios corrían para luego perderse entre la multitud, al parecer el chisme viajaría antes de que pudiera evitarlo. Incluso Percy se acercó con confusión, pero no quiso interponerse en nuestro camino. Sabía que no era por temor, pues él ya se había enfrentado antes a Ares, y le ganó.

—Cuanto nos miran —susurré.

—Ah, esos semidioses, déjales, tampoco podrían derrotarte aunque lo quisieran.

— ¿Qué dice?

Pero él no respondió, sino que se limitó a abrir la puerta para que yo la cruzara, al parecer venía del tiempo de los cabañeros. Nico se nos quedó mirando extrañado desde su cama. Tampoco se movió hasta que el dios hubo entrado.

— ¡Nueva compañera de cuarto! —dijo Hades en cuanto entramos.

— ¿Qué? —gritó el chico.

—Hay hijo, no me hagas repetírtelo.

Y desapareció dejando una luz cegadora a su paso. Para cuando abrí los ojos pude notar como los del chico cambiaban. De estar llenos de sorpresa a decepción en un milisegundo. ¿Por qué?

— ¿Eres hija de Hades? —preguntó con indignación.

—No lo sé —respondí luego de meditarlo—. No lo dijo.

Soltó un gruñido acompañado de un golpe en su cama. Y entonces esta se movió para dar lugar a otra cama con mis maletas encima. Así que la primera cama era la de Hazel, la segunda de Nico y la tercera, la mía que estaba junto a la ventana para mi gusto.

No quise molestarle por lo que calladamente metí mis cosas en un cajón del armario que también apareció de más. No tardé mucho en colocar mis pertenencias como tampoco tardaron los chicos en llegar. Ya hasta me había parecido que tardaban mucho.

— ¿Cómo es que eres hija de Hades? —soltó Percy.

—No sé si sea cierto —dije.

— ¿Entonces por qué te trajo aquí? —preguntó Annabeth que trataba de ver una explicación lógica.

—Llegó a interrumpir una de mis conversaciones con Quirón, dijo que Nico estaba solo y que le parecía perfecto que me quedara aquí.

— ¿Cómo llegaron a eso? —preguntó de nuevo.

—El señor D estaba burlándose de mí, dijo que me mudara aquí, tampoco iba a quedarme callada, por lo que le dije que la prefería antes de quedarme con los Stoll más tiempo.

— ¿Crees que tenga que ver el señor D? —murmuró Piper.

—Hay que ver el lado positivo —dijo Jasón—. Ahora sombritas no estará solo, tendrá a tu hermanita Jackson.

Esto es ser semidiosa (Nico D' Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora