Capítulo 29°

41 8 2
                                    

Nota:

Lo sé, lo sé, este capítulo ha tardado demasiado pero shh... no digáis nada. Lo admito, soy una maldita vaga de mierda y no tengo remedio. Qué se le va a hacer. En fin, aquí os dejo otro capítulo para que no me lloréis.
Este ya casi es el final de "Soy un ángel" a si que, como es normal, iré destapando algunos secretos que tenía en mente para los personajes.
Gracias por vuestra atención(aunque no me la merezco) ¡un besazo mis corderitos del demonio!

-Un poco cambiada ¿verdad?Me debéis una por haberos salvado el pellejo.

-Como no sea lealtad eterna...-

-Eso estaría bien.-dice con una sonrisita. Los demás se acercan a ella pero sin mucha confianza.

-¿Cómo te has hecho...eso?-dice Jimmy señalando sus alas con la cabeza.

-Oh, ¿esto? Se podría decir que salieron solas.

-Esto es increible...-dice Gloria.

-¡Anda, pero si aún no te has muerto! Chica dura.-Aún siguen todos un poco perplejos e incomodos desde que Adina los abandonó para unirse a Gaidem, pero hay sentimientos que no se pueden esconder. Gaidem se acerca a ellos, lo que muestra un impulso de retrodecer y este se queda justo detrás de Adina, mientras deja que sus bestias terminen de comer.

-Tranquilos, no os voy a comer, agradecerselo a Adina por sacaros de esta. Ya tengo lo que quería. Pero será mejor que no os interpongais en nuestro camino...-entonces su tierna sonrisa se transforma en una mirada desafiante llena de ira y rabia.

-Gaidem no seas así. Quiero hablar un momento con los chicos.-Gaidem hace una mueca y se aleja lentamente junto a sus bestias.

-Será mejor que os marchéis ahora.-dice Jimmy.

-Hmm no, antes quiero hablar con vosotros.

-Me parece que no va a poder ser. Tiempo tuvistes para explicarte cuando te fuistes.

-No era el momento...

-Vete porfavor.-Adina le hecha un último vistazo a Samuel que no para de evitarle la mirada. Esta se acerca diciéndole algo al oido y se marcha cabizbaja con aflicción.

-¡Gaidem, vamonos! Continuemos camino.-y cojiendo carrerilla, extiende sus magestuosas alas y hecha a volar seguida de Gaidem y sus bestias.

-Bueno...¿qué hacemos ahora?-dice Evan.

-Continuar. Debemos llegar antes que ellos o todo habrá acabado y vuestra familia no tendrá ninguna posibilidad de sobrevivir. Nos dirigiremos hacia Medina a paso ligero, desde allí, cogeremos la autopista 71 hasta llegar a Cleveland.

-Pero...¿y si ellos llegan antes?

-Solo rezar para que no sea así.

-Oye Samuel...¿qué te dijo Adina antes de irse?

-Nada...¡Vamos!-como siempre, emprendieron el camino con Samuel a la delantera, seguido por los otros. El sol ya no eran tan abrasante que el de los anteriores días, ya que a la caída del atardecer, el sol amainaba la intensidad de sus rayos.
-¿Cuánto crees que podremos tardar en llegar a Medina?

-Si nos apresuramos podemos estar allí esta misma noche. No está demasiado lejos...

————————————

-¿¡En qué estabas pensabas al salvar a esa panda de huesudos?!

-No parecen ser un problema un para nosotros. Si les he salvado, pronto me devolverán el favor.

-Ya...-dice Gaidem insatisfecho. Sobrevolando una amplia hondonada repleta de cigüeñales prominentes y en el fondo un río holgado y menudo que se extendía hasta donde la vista pudiera alcanzar.
Una hora después, una fina lámina de edificios podia apreciarse desde el horizonte. A medida que se acercaban, los edificios se iban haciendo cada vez más amplios y desmesurados.

-¿Dónde estamos?

-Estamos sobrevolando Medina. Si seguimos por este camino, no tardaremos mucho en llegar a Cleveland.

-Paremos aquí.- dice secamente.

-¿Cómo?- Gaidem observa a Adina con asombro debido a su respuesta.- ¿para qué demonios quieres parar aquí?¿no es mejor llegar cuanto antes a Cleveland y saborear cada momento de nuestra victoria?

-No. Paremos aquí. No podemos arriesgarnos así de día. Esperemos aquí hasta mañana.-Adina desciende levemente como un águila imperial en busca de su presa. Seguida por Gaidem y su séquito de esperpentos se posan sobre la azotea de uno de los pisos más elevados de la ciudad, y con tranquilidad y paciencia se sientan a esperar.

Soy un Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora