Capítulo 6°

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-Te vuelvo a repetir ¿Por qué nos salvastes?

-No quería que atacaran a más personas.

-Actuas como si no estubieras de su parte. Eres un ángel, eso no explica nada.

-Al igual que ellos, buscamos algo importante pero con fines distintos.

-Osea que...¿Estás en contra de todos los ángeles?

-Se podría decir que sí, pero eso no significa que esté de parte de los humanos.

-Y...¿qué buscais?

-Buscamos algo.

-¿El qué?

-Algo- Empezaba a cabrearme su estilo bacilante, asique empezé a apretar las vendas, provocandole una mueca de dolor.
Quise dejar el tema para poder descansar pero necesitaba averiguar lo que querían.

-Tus amiguitos han destruido nuestro mundo y se han llevado a mi madre y a mi hermana. Estoy segura de que tú sabes a dónde las han llevado.

-No lo sé, pero te aseguro que si no son lo que buscan posiblemente ya estarán muertas.

-Eso es mentira. Tú lo sabes y tú nos vas a ayudar a encontrarlas.

-¿Por qué crees que lo haré?

-Te he curado. Y tienes suerte que no te haya matado.

-Já ¿Tú matarme? Los humanos sois como pequeños chistes con patas.-Se levanta de la silla y se acerca hacia un pequeño sofá para descansar.

-¿Cómo te llamas?

-¿Acaso importa?

-Sí.

-Me llamo Samuel.

-Alice.-Me mira de arriba a abajo con una mirada inquisidora.

-Alice...bonito nombre¿Realmente es el tuyo
-¿Qué quieres decir?

-Nada. Buenas noches.- Se recuesta sobre el sofá y empieza a dormir. Parece reconciliar el sueño bastante rápido de lo normal.
Me quedo pensativa un momento. Intenso asimilar todas y cada una de las cosas que me han sucedido hasta ahora, lo que me hace sentir bastante mal por un momento.
Me tumbo sobre el suelo en dirección al sofá de Samuel. Casi no me creo que un ángel nos salvase la vida y todavía no nos haya matado, pero ahora no importa, lo necesitamos más que nunca.

Abro los ojos. Una luz frágil atraviesa mis pupilas ¿Ya es de día? La noche se me pasó más corta de lo normal. Me levanto y veo a mi hermano sentado sobre el mostrador, comiendo caramelos y Samuel...

-¿Dónde está Samuel?-Le pregunté alterada.

-¿Quién?

-El ángel...

-Ahh, no lo sé. Cuando me desperté ya no estaba. Voy al baño.- De pronto aparece Samuel con una bolsa llena de comida.

-¿Tendremos que comer algo, no?-Saqué unos trozos de pan y unas lonchas de queso de la bolsa para prepararnos unos sandwiches, entonces ví la pierna de Samuel. Ya no había ni una cicatriz, era increible.

-Teneis que daros prisa si quereis encontrar a vuestra familia.

-¿A dónde las llevaron?-

-A Cleveland. Ahí es donde las tendrán prisioneras.

-¿No nos acompañarás?

-Allí no es que sea muy bien recibido. Si os llevase hasta allí ya no podría ayudaros a entrar y menos salir. Es un lugar muy peligroso.

-No serias bien recibido porque...¿has ayudado a humanos?

-Sí, y más cosas...creo que estareis más a salvo si no estoy yo.

-¡No porfavor, ayúdanos!
-Solo entorpeceríais mi búsqueda.

-También te ayudaremos. Samuel...porfavor.-Un sentimiento de compasión se cierne sobre él.

-Está bien, pero no me podeis suponer una carga. Ya es un riesgo que os ayude a sobrevivir.

-Pero...Jimmy no puede caminar- Las condiciones que presentaba mi hermano eran bastante excasas. Cuando sale del baño, Samuel lo coje a su espalda y empezamos a caminar.

-Eheheh ¿Qué pasa aquí?-Noto como Samuel mira inquieto de un lado a  otro.

-Nos vamos, y será mejor que nos demos prisa... están cerca-Yo no escuchaba nada. Al parecer los ángeles tienes unos oídos bastante desarrollados.

-¿Vosotros los ángeles podeis escuchar a largas distancias?

-Para tu información, no soy un simple ángel. Soy un arcángel.

-¿Y qué?

-¿Qué?

-¿Que a quién le importa? para mí seguís siendo personas con alas.

-¿Eso crees?-Al parecer le he sacado la primera sonrisa desde que nos salvó, y eso me hace enrojecer.
Seguimos caminando toda la mañana, haciendo pequeñas paradas para descansar o buscar agua y alimentos.
Es increible poder pasar por la W. Monument Ave sin que ningún coche nos atropellara. Antes de que pasara todo esto, esta era una de las avenidas más transitadas de Dayton.

-Entonces...¿Hacia dónde nos diriguimos?-Pregunta Jimmy.

-Hacia Cleveland.

-¿Allí las tienen encerradas?

-A ellas y a todas las mujeres que pudieron capturar.

-¿Por qué?

-Asuntos personales...-Yo no hacia ni caso a la conversación entre mi hermano y Samuel, pero estaba claro que lo escuchaba todo igualmente. Sigo preguntándome qué es lo que buscarán en las mujeres...

Soy un Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora