Capítulo 11°

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-Esta vez ha ganado señorita Alice, pero...volveremos a vernos...- Dijo esto último antes de evaporarse ante mis ojos, dejando tras de sí una niebla espesa y con un color similar al del carbón. Cuando la niebla se disipó, volví a tener el control de mi cuerpo. Poco a poco, mi pulso fue descendiendo. La adrenalina se disipó hasta dejar un molesto dolor en mis músculos.
Al levantar la mirada vi a Jimmy, arodillado en el suelo mientras me miraba, pude ver el terror en sus ojos al acercarme. Miré hacia atrás y contemplé lo que había hecho. Esto es imposible... Solté la lanza con dedos temblorosos y volví mi atención hacia mi hermano.
-Ji-Jimmy, no te asustes... soy yo, Alice, tu hermana...- Su mirada se suavisó y fuí a su rencuentro. Calló rendido en mis brazos antes de postrarse  inconsciente, y dijo su última palabra...
-¿Qu-quién eres...?-¿Qué me está pasando? Empiezo a temblar mientras dejo que lágrimas caigan sobre mis rodillas. No, no puedo dejar que el pánico me domine, tengo que controlar esto, pero antes... tengo que salir de aquí. Arrastro a mi hermano en busca de una salida, pero hay tanta niebla que apenas puedo ver los cuerpos despedazados de mis oponentes.
Una luz cruzó el fondo del pasillo, iluminando toda aquella penunbra, mostrando el paso.
Fui andando por el pasillo con Jimmy en mis brazos, por fin pude ver mi salvación, allí pude ver una silueta borrosa... Resultó ser de Samuel, andando de un lado a otro con aspecto preocupado y las manos en la cabeza...
Al estar mas cerca capté su atención, al mirarme con determinación y al saber que estaba viva...
Salí de aquel horrible portal exponiendome a la clara luz de la mañana. Vi que su figura se movió estrepitosamente con intención de acogerme entre sus brazos, pero eso nunca llegó a suceder... al mirarme con determinación y al saber que estaba viva... su mirada se nubló mostrando unos oscuros ojos verdes. Algo iba mal... Me acerqué más a él aún soportando el peso de Jimmy en mis brazos, en el momento de traspasar el portal y encontrarme en tierra firme, mis rodillas empezaron a temblar, y mi mente colapsó por todos los acomtecimientos ocurridos hasta ahora... Después de todo ¿ahora tengo que desmayarme? Antes de caer rendida al suelo, intento apartar cuidadosamente a Jimmy lejos del centro de mi caida.

Después de yacer durante un largo tiempo, recuerdo recuperar mi visión y despertarme en algo mullido y de tacto suave. El sol se estaba poniendo con más intensidad, asique supuse que había estado inconsciente varias horas... Al levantar mi mirada, vi unos ojos verdes mirándome con determinación, al darme cuenta de dónde me encontraba, me incorporé de inmediato. Estaba durmiendo entre el cuerpo de Samuel, recostada sobre una de sus lúcidas alas... pero el movimiento repentino me provoca un fuerte dolor de cabeza, causando que me doblara del dolor. Con las manos en la cabeza intenté erradicar el dolor, pero fué imposible... soltando un pequeño gruñido, Samuel se percató de imediato al notar mi fuertes dolores de jaqueca. Se acercó a mí y me recostó sobre el manto de hierva en el que él estaba anteriormente... El agudo dolor se fue disipando hasta que pude relajarme. Me coloqué boca arriba mientras intentaba respiraba entrecortadamente...
Después de un largo silencio Samuel consiguió hablar.
-¿Cómo has conseguido salir de allí? He visto ángeles entrar y no salir nunca, o con heridas demasiado graves...-
Tas un pesado suspiro le respondí con sinceridad.
-La verdad... no lo sé, solo tenía una cosa en mente. Salvar a mi hermano...
-¿cómo lo has hecho?-
-Te he dicho que no lo sé, no sentí que...
-¿El qué?¿Qué pasó allí Alice?
-Nada... Y por cierto ¿Dónde está mi hermano?-Samuel me señaló un pequeño bulto tirado en el suelo con una lenta respiración.
-Cuando llegasteis, él estaba inconsciente con agunas heridas superficiales, pero nada grave, lo sané y lo dejé descansar...
-Muchísimas gracias por cuidar de él...-Mi rostro dibujó una minúscula sonrisa.
-Pero...¿Sabes que es mas extraño?- Negué con la cabeza lentamente, y mi sonrisa cambió a un rostro serio y apagado-
- Que tu no hayas sufrido ningun rasguño...-
-Yo...emm...-

Soy un Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora