Capitulo 12 - Ya no te quiero

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Christopher P.O.V:

Queria ver sus ojos, pero no tenia idea de como despertala, me movía un poco y ella solo me abrazaba con más fuerza. La observé con una sonrisa y mi cuerpo reaccionó al ver sus labios, solo la bese.

Abrió los ojos y siguió el beso hasta sonreir.

- Buenos días... -saludé bajo.

- Buenos días... -siguió ella.

De inmediato me devolvió el beso, dejándome sentir el sabor de sus labios tan adictivos.

Ningúno tenia la intensión de levantarce de la cama, estabamos muy cómodos entre caricias y besos.

- Llevamos dos horas así... -dijo Dul- tengo hambre.

- Yo igual... -seguí.

- ¡Yo no cocino! -habló rápido.

- Pero... -traté de negarme- no se vale...

- Esta bien... -dijo entre risas- cocinamos los dos.

Votamos por unos panqueques con jugo de naranja y comenzamos con el reto de no quemar la cocina. Con las instrucciones nos guiamos para hacer la masa, Dul la batía y yo trataba de encender la cocina electrica. Debería cambiarla, ¡no la se usar!

- Ucker no te desesperes. -rió la chica y prendió la maldita cocina.

- No soy bueno en esto... -me rendí.

- No digas eso- siguió batiendo- solo tienes que practicar, como... -se cortaron sus palabras al ver como al levantar la pala, un poco de masa cayó sobre mi cara.

Comenzó a reir de una manera incontrolable y contagiosa, mientras de no reir al limpiarme el rostro.

- Vas a tener venganza... -susurre.

- ¿Qué? -preguntó al no escucharme.

Aproveche el momento y tomé con mi dedo un poco de la masa que quedaba y llené su nariz de ella. De esta manera se formó una guerra en la cocina, ensuciando absolutamente todo. A pesar de esto, seguimos derramando todo sin importar todo, pero la interrumpión de el timbre nos obligó a callar nuestras carcajadas.

- ¿Quién es? -me preguntó bajo.

- No se, yo abro... -dije.

Me diriji a la puerta y antes de poder abrir me sacudí la hariana de mi cabeza y atendí la puerta.

- ¿Se encuentra el señor Christopher Uckermann? -me encontré con el cartero en la puerta.

- Si, soy yo...

- Esto es para usted. -me entregó una carta.

- ¿De quien es?

- En eso no me puedo meter, que tenga buen día. -se retiró.

Busqué a Dul en la cocina y me encontró con la carta en mis manos.

- ¿Quién era?

- El cartero, me dio esto y no sabe quien me la manda.

- ¿Cómo no va a saber? -tomó la carta- Alguien se la tuvo que haber dado para que te llegue, además no tiene dirección.

- ¿Sabes que? Después la leo, vamos a comer. -traté de despreocuparla.

- ¿Seguro? Puede ser algo grabe.

- Mi amor, creeme no lo es...

Después de desayunar, vimos una película y Dul se quedó dormida en mis piernas, entonces aproveché el momento para leer la carta.

I'll Be There For You (Vondy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora