Caminando con un suicida.

5.- En tu casa 7u7

En el capítulo anterior de "Caminando con un suicida"...
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Yo: Está bien. ACOSAME, POR FAVOR.
Claudio: No lo digas dos veces 7u7.

No paré de saltar y morderme el labio de emoción, aunque, pensándolo bien, por qué estaba emocionada? , porque él quería lo mismo que yo? Acaso era eso? O por que perdería mi virginidad? , o quizás porque deseaba y amaba tanto a Claudio que ya nada importaba?. Estaba demasiado confundida, pero a la vez decidida, está noche sería mía y de Claudio, esta noche yo sería de Claudio.

Y de pronto la canción Perfect two me sacó de mis pensamientos y también me asustó...
-Mierda! - grité y me di cuenta de que mi teléfono sonaba y en la pantalla decía "Llamada entrante de SuicideBoy15". Deslizé rápidamente el dedo por la pantalla y contesté.

-Hola? -dije un poco confundida
-querida, te aviso que estoy camino a tu casa, porque mi amiguito, a quien llamaste maní, está furioso contigo y se está desquitando conmigo, me hace doler e incluso tuve que desbrochar mi pantalón, está cada vez más duro y caliente, tú lo enfureciste, tú lo calmas ahora, sí?
No reaccionaba, no sé si fue por todas las estupideces que hablaba Claudio o porque se acercaba el momento...
-qué dijiste? -pregunté confundida y asustada- vienes a mi casa?! Debe ser una broma, verdad?
-No, asoma tu lindo rostro por la ventana del cuarto de tu madre, estoy afuera, en mi auto-dijo descaradamente.
-Bajo altiro- dije rápidamente, sin pensarlo, últimamente no pensaba mucho.

Bajé corriendo las escaleras y mamá me detuvo con un grito no muy fuerte.
-Hija? Dónde vas? Haré cupcakes para el té
-Guardame 3, tardaré un poco, Natacha me necesita-mentí, mi amiga mo me necesitaba, pero el "Amiguito" de Claudio sí y yo también lo necesitaba, y urgente (*se le para el clítoris*).

Llegué corriendo afuera y me subí al auto de Claudio, no dijimos nada por un par de minutos, hasta que él rompió el silencio.

-Bien, quieres que sea aquí en mi auto o me invitarás a tu habitación? -preguntó, otra vez muy descaradamente.
-Es mejor que sea en tu casa-dije un poco nerviosa.

No me dijo nada, sólo sonrió en modo de respuesta, y nos fuimos rápidamente.

-Adelante- me invitó a pasar a su lindo departamento de soltero.
-Y qué tal tu amigo?-pregunté como si nada.
Tomó mi mano e hizo que recorriera lentamente desde su abdomen hasta su gran paquete, me produjo una gran sensación de deseo hacia Claudio, apreté fuerte y solté despacio y él no pudo evitar soltar un gemido, lo que me provocó más aún, metí mi mano a su pantalón y comencé a acariciar por sobre su boxer, cada vez apretando más y más rápido, hasta que ya sentí bien duro y metí mi mano, acaricié un poco con mis dedos y me agache, lo miré y puse mi lengua en la ardiente y roja punta, y comencé a moverla lentamente y muy suave, hasta que ya tuve toda su polla en mi boca y comencé a chupar y morder despacio, haciendo que Claudio cada vez soltara un gemido más fuerte, chupaba cada vez más rápido y succionaba su larga y gruesa polla, entre eso pensé en como una polla tan gruesa entraría en mí, pensé en el dolor y sin darme cuenta mordí muy fuerte al amiguito de Claudio y este se corrió en mi boca, no fue asqueroso, tragué todo, luego me tomó de los brazos y me levantó, me besó y su lengua comenzó a recorrer mi boca y la mía hizo lo mismo, era un beso demasiado caliente.
Claudio me sentó en su escritorio, tiró todo al suelo con una mano y luego con una me acariciaba la mejilla y con la otra recorría desde mi espalda a mis pechos y viceversa. Yo me encontraba en su escritorio sentada con las piernas abiertisimas, él estaba ente mis piernas recorriendo mi torso con sus manos y moviendo y apegando su polla en mi entrepierna, estabamos tan calientes, él me quitó mi polera y yo hice lo mismo con él, quedé sólo en sostén, lo que duró menos de 1 minuto, me quitó el sostén y comenzó a con una mano acariciarme un peson y el otro lo chupaba, succionaba y mordia, eso fue unos 5 minutos, hasta que finalmente me quitó mis zapatillas, se quitó el pantalón, quedando sólo en boxer, me quité el pantalón y quede sólo en pantaleta, no duramos así más de 5 minutos, los besos y lamidas eran muy intensas y tanto frote de nuestros cuerpos hizo que nos liberaramos de muestras últimas prendas, quedando completamente desnudos, él me miró y sonrió muy coqueto.
-Estás segura? -fue lo único que dijo, no respondí, sólo lo besé.
Y comenzó a entrar en mi, poco a poco y lentamente, luego con movimientos mas rápidos y entrando y saliendo, no podíamos más de placer, gemidos iban y venían de ambos, y mientras entraba y salia chupaba mis pesones.
Cuando ya dejé de ser virgen, nos acostamos en su cama y me dormí profundamente, desperté al otro día, aún desnuda, y a mi lado dormía tan lindo y desnudo Claudio, despertó y me abrazó fuerte.
-Quiero que sea así todos los días- me dijo muy tierno.
-Quiero que sea todos los días en tu casa-Respondí y lo besé.