Por medio de una fanfic - YoonMin

06. Eres hermoso.

Jung Kook

Pasado.

Si hace un mes me hubieran dicho que mi Hyung favorito también estaba enamorado de mí, jamás me lo hubiera creído.

La felicidad que he sentido en las últimas dos semanas es más grande que China.
Así es, estoy perdidamente y profundamente enamorado del pequeño pitufo, mi Jiminnie.

-Kookie, ¿a dónde quieres ir hoy? Todos los chicos salieron, sólo quedamos tú y yo. -Dijo sonrojado.

Deberías dejar de sonrojarte tanto, Hyung, pensé.

-No lo sé, oppa, ¿deseas salir? Yo preferiría quedarme en casa, contigo entre mis brazos mientras vemos una película de terror. -Le regalé una sonrisa a mi adorable novio.

-¿O-oppa? ¡Kookie! Mira lo que provocas en mí -dijo tapándose la cara, ocultando su sonrojo- Me agrada la idea, excepto por lo último, ¿tiene que ser de terror? Sabes que no me gustan esas películas, Kookie.

-Es que tiene que ser de terror sino no será romántico -hice un pequeño puchero- Vamos, no seas tonto, Hyung, yo te protegeré.

-Está bien, Kookie.

Noté un pequeño destello de miedo en sus hermosos ojos color café, así que antes de sentirme culpable puse rápidamente la primer película que encontré, Saw II.
Me dirigí hacía el sillón en el que estaba mi novio, me senté e inmediatamente Jimin me abrazó. Pasé mi brazo por sus hombros, atrayendolo hacia mí. Él colocó su cabeza en mi pecho, y di un beso en su cabellera castaña. Estaba temblando.

-Aún no empieza, bebé.

-Lo sé, pero ya me dio miedo. -susurró.

Quise soltar un "awww" pero en eso comenzó la película, ocasionando que Jimin soltará un pequeño brinco.

Que rápido comienza la matanza, joder, pensé.

La película no llevaba ni 10 minutos y ya habían salido como mil escenas trágicas, claro, no permití que Jimin viera ninguna porque lo abracé aún más hacia mí y él ocultó su cara en el hueco de mi cuello y mi hombro. Me estaba haciendo cosquillas su respiración.

-Oye, H-hyung... -Giré mi cara hacia la de él y besé su mejilla.

-Hmm?

Alzó un poco su cara ocasionando que sus labios y los míos quedarán a escasos centímetros y eso, me puso bastante nervioso.
No es como si no nos hubiéramos besado antes, pero es que nunca han pasado de tiernos roces y besos rápidos.
Sus labios se veían algo húmedos, seguramente se los había lamido anteriormente. Se veían... exquisitos.
Y mis alborotadas hormonas, decidieron actuar.

Tomé entre mis manos su regordeta cara y estampé mis labios contra los suyos, sin hacer ningún movimiento, sin cerrar los ojos, simplemente, estampé mis labios con los de mi novio.
Él al parecer, sería el que iba a tomar la iniciativa porque yo estaba sin poder hacer nada.
Cerró lentamente sus ojos y puso sus tibias manos sobre mi cuello, causandome un ligero escalofrío por lo bien que aquello se sentía.
Puse mis manos sobre su cintura y finalmente, nuestro primer beso real, comenzó.

Cerré mis ojos y me dejé llevar por el lento movimiento que Jimin había comenzado segundos atrás.
Seguimos con tímidos movimientos hasta que decidí cambiar aquello.
Mordí su labio inferior, jalandolo, soltó un pequeño gemido y aproveché para meter mi lengua, encontrándome con la suya. Y así, comenzamos a jugar con ellas, entrelazandolas, iniciando una pequeña lucha por dominar aquél beso.

Me acomodé mejor en el sillón y empujé a Jimin hacia atrás, quedando encima de él.

Me separé de sus labios porque ya me faltaba el aire y su cuello brilloso, llamó mi atención. Comencé a besarlo, chuparlo y morderlo, dejándolo un poco rojo y más brilloso. Jimin no dejaba de soltar pequeños suspiros llenos de placer.

Soy bueno en esto, pensé y solté una risita inaudible sin querer.

Jimin tomó mi cara y me besó de nuevo.
Ahora nos besábamos con mayor profundidad, con más necesidad, con más pasión.
Nos separamos y nos miramos por unos segundos que parecieron horas, se acercó a mi cuello y comenzó a dar tiernos besos, subiendo y bajando por mi mandíbula.
Dió un mordisco a mi clavícula y solté un para nada silencioso gemido. Y sentí como algo en mis pantalones crecía. Joder.

Bajó sus manos hacia el final de la tela que cubría mi torso y la levantó, quitándomela.
Miró mis abs, los acarició y se sonrojó. Me acerqué para besarlo de nuevo y cuando quise quitar su camisa negra, me detuvo.

-¿Qué pasa, Hyung?

-Tú eres perfecto, Kookie, yo estoy feo y gordo, vas a dejar de quererme si ves mi cuerpo. -Bajó la mirada y sentí como se me rompía el corazón al escuchar aquello.

-¿Qué dices? ¡Por dios, Hyung! ¿Quién putas te dijo que eres feo y gordo? Eso es una gran mentira -dije enfatizando el gran- Quien quiera que te haya dicho eso, te mintió, estás perfecto, bebé. Y si así fuera no voy a dejar de amarte por tonterías como esas.

-¿Mentiras? ¡Es la verdad, Kookie! ¡Nuestras fans lo dicen! No soy perfecto... En ves de estar aquí contigo debí ir al gym con NamJoon Hyung. -Quiso soltarse de mi agarre pero se lo impedí.

-Eres hermoso, Park JiMin, ¿me oíste? ¡Eres hermoso, Hyung!

Iba a decir algo pero decidí callarlo con mis labios, ganandome un golpe en el hombro, pero no me importó.
Lo besé tratando de demostrar todos los sentimientos que sentía por él.
Terminó por dejarme quitar su camisa y finalmente, pude ver su delicado cuerpo. ¿Por qué mierda cree que esta gordo? Esta más delgado que antes, joder.
Acaricié su abdomen y subí hasta llegar a sus pezones, los cuales estaban más que erectos, así que decidí jugar con ellos.
Pasé mi lengua por uno de ellos y sentí como la espalda de Jimin se encorvaba, soltando un gemido que llegó directo a mi erección. Succioné y mordí por unos minutos esos dos botones rosas y cuando terminé de jugar, subí a su cuello nuevamente.
Iba a besarlo para terminar con nuestro pequeño juego, cuando de pronto, dijo algo que simplemente, no me esperaba oír.

-Kookie-ah... H-hazme tuyo...

Paré en seco. ¿Había oído bien?

-¿Qué?

-¿No quieres? -dijo bajando la mirada.

-¡Por supuesto que quiero, Hyung! Pero... ¿estás seguro? Y-yo jamás he hecho esto...

-Estoy seguro, Kookie, yo tampoco jamás he hecho esto, así que será especial, porque será la primera vez de ambos. -Soltó con una sonrisa llena de timidez y sin resistirme, lo abracé con fuerza y besé su frente.

-¿Qué hiciste conmigo, Jiminnie?

Y tras decir aquellas palabras, comenzó, la mejor noche de mi vida.

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Ya sé que es un asco pero nunca he sido buena para estas escenas, perdón, en serio.
No tengo ni una pizca de inspiración, pero ya quería subir algo(?

Espero les haya gustado -al menos un poquito-

Gracias por leer.

xx.