¿Amor? No es para mí...

¿Por qué?

Me desperté, sin darme cuenta me había quedado dormida, eran las 18:00h, a las 18:30h había quedado con Marc, así que decidí ducharme rápido, para no llegar tarde...
[...]
Terminé de ducharme, me puse una sudadera roja oscuro, con una frase en blanco, unos vaqueros largos y unas bambas blancas.
Dejé mi pelo suelto, me lo revolví un poco, cogí mis llaves y fui al parque, donde quedé con Marc...
No puodía creer lo que estaba pasando, al llegar al parque, a escasos metros de mí, estaban Blanca y Marc sentados juntos en un banco...
Se habrá sentado con él un momento, para hablar, no te preocupes...
Es lo que pensé, hasta que ví como Blanca besó a Marc, el cual no se separó de ella, quedando yo enfrente de ellos mientras se besaban...
Yo estaba en shock, hasta que por fin Marc se dió cuenta de que estaba ahí, parada, mirándolos, y con los ojos llenos de lágrimas, él se levantó, y yo dí un paso atrás...
-No, déjame, ni se te ocurra hablarme- dije, mientras mi cara se ensuciaba con mis frías y frágiles lágrimas... Me fui, corriendo, tapando mi rostro con el brazo, no sabía a dónde ir, Marc sabía cada lugar que yo conocía, llamé a Menchu a su móvil, le conté lo ocurrido, quedamos en su portal a las 19:00h, para dar una vuelta y tranquilizarme, menos mal que podía tener a alguien en ese momento para que me animase...

Narra Marc
Estaba en el banco, esperando a Nerea, y se acercó Blanca, se sentó y coqueteó conmigo, pero por desgracia para ella, yo no respondía a su tonteos... Ya eran y media, y Nerea no iba a tardar en llegar, Blanca se empezó a acercar cada vez más a mí, yo intenté apartarme, pero sin poder evitarlo, me besó...
No sé el por qué le seguí el beso, tal vez seguía sintiendo algo por ella...
Seguíamos besándonos, hasta que mire hacia un lado, acordándome de Nerea, y la ví, ahí parada, con lágrimas en sus ojos, esperando alguna respuesta...
Yo no pude creer lo que me dijo...
-No, déjame, ni se te ocurra hablarme- y se fue, sin decir nada más... ¿Pero qué he hecho? Soy un completo idiota... Blanca se echó en mi hombro, susurro un 'Te quiero' en mi oído, pero era falso, sus palabras eran falsas, su beso fue falso, todo fue un plan para arruinar a Nerea, para verla llorar, para hacerle sufrir...
-Vete.
-¿Qué has dicho?
-¡Qué te vayas!- y estallé, la miré lleno de furia, ella sólo se rió, se levantó, y se fue, a paso lento, como si quisiera que fuera tras ella, pero estaba claro que no iba a hacerlo...
Me levanté, ella se dio la vuelta, mirándome y susurrando 'Ven conmigo', yo me dí la vuelta y me fui, en busca de Nerea, no iba a seguir detrás de esa chica, no...
La busqué por todas partes, no la encontraba por ningún sitio, hasta que ví a Menchu, hablando con alguien por su móvil, estaba parada en la salida de una papelería, terminó de hablar y me miró de forma extraña...
- Menchu, necesito tu ayuda, necesito encontrar a Nerea...
- Encontraste a la persona indicada...
Ella me lo contó todo, y también me dijo que Nerea... Llevaba tiempo enamorada de mí... Que por favor, lo guardara en secreto...
¿Cómo pudiste ser tan idiota?
Cállate, no es el momento indicado...
-Vendrás conmigo, te esconderé dentro de mi portal, y hablarás con ella.
-De acuerdo pero, ¿es cierto que le gusto?
-Te lo puedo asegurar- la creí, y nos dirigimos hacia su portal.
-¿Ella te gusta?
Yo sólo me sonrojé, creo que fue bastante para contestar... Le conté lo ocurrido en el parque... Se me llenaron los ojos de lágrimas, Menchu me abrazo y me sonrió...
-Deberías decírselo, pero primero, habla con ella sobre lo de Blanca.
Yo afirmé con mi cabeza, y llegamos al portal, todavía no había llegado, me metí en el portal, tenía cristales por los que se podía ver, Menchu estaba sentada en un escalón que había, y esperó...
Nerea llegó, con su cara llena de lágrimas, y abrazó a Menchu.
-¿Por qué?- preguntó Nerea nerviosa, yo no pude evitarlo y salí, la abrazé y acaricié su cabello... Ella se apartó y me empujó, Menchu se alejó con ella y le contó lo sucedido, yo observaba con la esperanza de que me perdonara...
Entonces Nerea se acercó a mí furiosa...