Prólogo

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Había caído la noche. Pequeñas luces brillaban en el cielo oscuro como diamantes hipnotizadores. Desde algún remoto lugar alguien miraba embelesado el firmamento.

El aire frío de diciembre azotaba su rostro cuando se colaba por la pequeña rendija abierta de la ventana. Se ajustó la manta al cuello y bebió un sorbo del amargo y negro café.

Kim Jungkook dormía plácidamente, tumbado boca abajo, ausente a la mirada del mayor. Había sido su primera vez, la entrega a alguien siempre era especial, pero aquella, sin duda, sería memorable. Recordaría las inmensas caricias, los besos robados y apasionados, los susurros y palabras de cariño, pero sobre todo el dolor.. un dolor agudo, pero agradable.

Un ruido vibrante sonó en el suelo. Se agachó y apartó unos vaqueros, no sabía si eran suyos o del Jungkook, le daba igual. Encontró su teléfono móvil y le dió la vuelta, debía de haberse caído mientras se desnudaban. Observó la pantalla, donde la señal de batería baja salía anunciada en un cartel blanco.

Era demasiado tarde para arrepentirse de lo que había pasado y demasiado pronto para comenzar a pensar en qué sucedería con ellos después de eso. Habían hablado muchas veces y ambos estaban de acuerdo en que sería algo pasajero y sin sentimientos, solo placer. Pero sabía que no sería así para Jungkook, y tampoco para él.

Salió de la habitación y se encaminó hacía la cocina, necesitaba comer algo. Notaba todavía los besos de Jungkook por todo su cuerpo, su olor lo embriagaba y su voz... cerró los ojos en un intento por controlarse. Su cuerpo se había puesto tenso y cada parte de su ser había reaccionado al recuerdo.

Divisó un frutero plateado sobre la mesa y cogió una manzana roja como la sangre. Movía los pies descalzos sobre las frías baldosas, restregando uno contra el otro para entrar en calor. Su torso desnudo se dejaba ver por debajo de la manta según el movimiento que hacía. Llevaba media manzana cuando una voz lo sorprendió desde la puerta.

– Pensaba que te habrías ido

– ¿Por qué piensas eso? No tengo motivos para irme

– Hyung... ¿Estás bien? – preguntó Jungkook asustado.

Tiró el hueso de la manzana a la basura y se acercó a él. Durante unos instantes permanecieron así, en silencio, mirándose a los ojos recordando todo lo que habían compartido. Sonrió. Jungkook era demasiado puro e inocente, debía ir con cuidado para no hacerle daño. Alargó una mano y le acarició la mejilla, depositando un fugaz beso sobre su frente.

— Voy a ducharme.

Fanfic de @Lunnake


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