La ultima vez

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Llenos de ganas entramos al cuarto, extrañaba tanto sus labios que me daban ganas de arrancárselos a mordiscos. Estaba tan llena de pasión que todo mi cuerpo temblaba y transpiraba, en ese momento ya no habían más problemas, no había nada que nos pudiera detener, solo éramos los dos, solos, piel con piel, corazón con corazón y alma con alma.
Mientras me besaba me quitaba el saco y al tiempo yo jugueteaba con su lengua, así seguimos hasta quedar sin ropa, quise volverlo a besar cuando me interrumpió diciendo -No te quiero perder, no quiero dejarte ir, ni quiero que esto acabe y que me olvides, solo quiero probar tus labios y dormir en tu pecho. En ese instante una lagrima recorrió mi mejilla, él rápidamente la secó tiernamente con su mano. Con voz ronca le dije -Tranquilo, que yo solo me pierdo en tus ojos.

Perdida en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora