(Emiliano)
Me doy cuenta que Ally y Sam están hablando así que entre a mi armario y me quede un buen tiempo mientras hablaban.
(Sam)
¿Y que tienes que decir al respecto?
Perdóname tal vez en algún momento me sentí celosa por qué tú estabas con Emiliano, eres como mi hermana y no es fácil aceptarlo, al principio solo quise tomar distancia mientras lo aceptaba pero después fueron ocurriendo cosas que hicieron que esto no siguiera el camino que yo quería.
Yo la escuchaba y me daba cuenta que en verdad se estaba arrepintiendo se le notaba en sus expresiones.
Hagamos una cosa dame tu dedo meñique y ponlo acá- le dijo alegre.
Era cero rencorosa y no la podía decir que no, después de lo linda que había sido, hasta entendí sus motivos por los cuales se ponía celosa.
-Quiero que me prometas que esto no va a volver a suceder que siempre estaremos juntas y que digas las cosas de buena manera ¿me lo prometes?
-Te lo prometo por la amistad que tenemos. Dame un abrazo te amo demasiado.
-Te amo mucho más amiga- dándole un abrazo súper fuerte.
(Emiliano)
Me doy cuenta que se arreglaron, la verdad escuche todo detrás de la puerta , me sentía toda una mujer chismosa ja! No era mi intención.
-Bueno chicas les parece si vamos hacer algo, quedarnos acá no es lo más chevere que pueda suceder.
Las dos se miraron raro y se empezaron a reír.
-Qué pasa no se habían arreglado ya?
-Si ya nos arreglamos, pero es que tú..-dice Ally en tono indeciso.
-Pero príncipe tú qué haces en toalla acá?
-Ja ups! Se me había olvidado vestirme, he estado escuchando su conversación y estaba muy concentrado.
-Tras de chismoso olvidadizo- alzando una ceja.
-Un poco no más-sale corriendo.
-Bueno Ally ve y te arreglas y Sam te puedes arreglar acá en mi baño no hay problema
(Ally)
Me paro rápidamente de la cama me siento tan satisfecha de que todo se hubiera arreglado, tenía un nudo en la garganta y sentía que cada palabra hacía que ese nudo se desatara.
Iba a ponerme lo más cómoda posible era tarde de amigos.
Pase por el lado de Santiago y le pegue una nalgada era imposible no pegarle en su trasero era demasiado grande, siempre jugábamos de esa manera.
(Sam)
Después de este guayabo tan feo bañarme era lo mejor que me podía pasar, juré no volver a tomar de esa manera.
Estaba entrando al baño con mis cosas personales de repente siento que alguien viene detrás mío.
Emiliano detuvo la puerta con su pie.
-Ey!! Déjame bañarme.
-Es que tengo que decirte algo.
-No puedes esperar 5 minutos a que me bañe para decírmelo-con voz de enojo-pero en serio no lo estaba solo me gustaba molestarlo.
-No cinco minutos es mucho para decirte lo que quiero.
Empuja muy duro la puerta y logra abrirla.
-¿Qué qui...
Me besa tan apasionadamente que el dolor de cabeza tan fuerte que tenía que se me había quitado.
Sentía sus labios tan suavecitos amaba con todo mi ser que me besara de esa manera.
-Te amo princesa y quiero que sepas que estoy aquí para ti.
-Te amo mucho más-lo vuelvo a besar.
*carraspean la garganta*
-Será que los muchos acá presentes pueden dejar de besarse en todo lado y se arreglan para salir-dice Ally- con los brazos en la cintura.
-Perdón Ally pero no soporto estar tan lejos de Sam tienes que entender que la amo demasiado.
-bueno!! Deja tu cursilería que me da como dolor de estómago-botando una carjada demasiado sarcástica.
Nos arreglamos los 4 súper rápido y salimos a dar una vuelta era el último día que me iba a ver con ellos por qué tenía que devolverme ya a mi casa a ver a mamá y papá.
Dimos una vuelta por el pueblo comimos helados, jugamos la pasamos de maravilla.
Ya era lo hora de dormir y venia la pero parte las despedidas, odiaba con toda mi vida tenerme que despedir de las personas que eran tan cercanas de mi.
-¿A qué horas viajan?
-A las 4:30 de la mañana-sabes que el camino es largo y queremos llegar temprano.
-Bueno princesa.
Llegamos a mí la casa de Ally y Emiliano me llevó al parqueadero.
Y me empezó abrazar muy duro y a darme muchos besitos se le notaba que tanto me quería y me iba a extrañar pero no iba a ser la última vez en vernos por lo menos creía yo eso.
Lo abrace tan duro como pude diciendo lo lindo que había sido pasar estos días con él, se me escurrieron las lagrimas pero las seque sin que él se diera cuenta.
-Te amo y prométeme que está no va a ser la última vez.
-Te lo prometo.
Y sellamos nuestro pacto con un pico.Me despedí de Santiago y entre a la casa.
Tenía que arreglar mi desorden y llamar a mamá para que supiera que íbamos a viajar mañana.
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Perdida en tus ojos
RandomEsa mirada que tuvimos los dos por primera vez creo que nunca la iba a olvidar. Todos los derechos reservados Ser original por favor no copies.