Luego del incómodo trayecto de mi departamento hasta "La cueva": en donde Lena no dejaba de preguntarme por mi vida privada —Y en realidad no la culpo, soy muy cerrada— Llegamos. Música alta, olor a alcohol, cigarros y a quién sabe qué otras cosas inundaron mis fosas nasales. No tenía ni diez minutos dentro y ya me quería ir.No me sentía cómoda, este no era mi tipo de lugar y Lena lo sabía. Pero tiene como una leve obsesión con sacarme de mi departamento para que vea el "mundo exterior". Hice un barrido con la mirada, observando todo un poco renuente.
—Por dios Victoria, parece que es la primera vez que sales de tu departamento—. Lena se sentía como pez en el agua, claro, ella conocía a todo el mundo. Me tomó de la mano para pasar entre la gente y llegar a una de las tantas mesas.
Ya había pasado un largo rato desde que llegamos y yo estaba a punto de colapsar. Observe la hora en mi teléfono, son casi las doce.
Bufé. Necesitaba aire fresco, en realidad necesitaba respirar otra cosa que no fuese humo de cigarro. Me puse de pie y mire a Lena.
—Saldré a tomar un poco de aire. — Ella asintió con una sonrisa y siguió conversando con un chico moreno.
Camino abriéndome paso entre algunas personas tratando de no tropezarme. Llegué hasta una puerta corrediza. Un poco dudosa la abrí y salí. El aire frío golpeo mi cara y por fin pude sentir un poco de tranquilidad. El jardín estaba desierto, una piscina vacía estaba justo frente a mí. Me senté al borde de esta y suspiré.
En este momento juro que agradezco no haberme puesto el vestido. Estaría ahora mismo muriendo de hipotermia. Claro, no es como si la camisa con los hombros descubiertos ayudase mucho. Me abrace a mí misma en busca de un poco de calor.
— ¿Por qué estás aquí?
Algo parecido a un grito salió de mi garganta y estuve a punto de caer al interior de la piscina.
— ¡Dios!— Dije poniéndome de pie. — Bruno, no vuelvas a hacer eso.
Bruno permaneció sereno, aunque en su vista se albergaba algo más. — ¿Qué estás haciendo aquí, Victoria?— Pregunto entre dientes. Parecía como si algo dentro de su cabeza lo atormentara.
Me paralicé. Y no sé en realidad el por qué. Mi mente luchaba por mandar las palabras a mi boca. —Y-yo...— Aclare mi garganta.
—Este no es un buen lugar para ti, Victoria. — Espeto dando un par de pasos hasta quedar cerca de mí.
— ¿Y para ti?— Pregunte viéndolo directamente a los ojos — ¿Este si es un buen lugar para ti?
Sus hombros se tensaron y se acerco mucho más a mí, haciendo que yo retrocediera. El espacio entre la orilla de la piscina y yo se hizo casi inexistente.
Un grito se construyo en mi garganta cuando no sentí el piso, cerré los ojos preparándome para el golpe. Pero nunca llego, unos brazos se aferraban con fervor a mi cintura y una acelerada respiración se sentía sobre mi cabeza.
Abrí con renuencia mis ojos encontrándome con el pecho de Bruno. El retrocedió y yo pude apoyarme correctamente sobre la superficie. El me soltó suavemente.
—Solo...— Lo mire a los ojos, encontrándome con dos orbes bicolores— Vete de aquí, victoria. Hazme caso. —Dijo.
Bruno se alejo sin mirar atrás, entrando por la puerta corrediza. Suspire y me di la vuelta viendo a ningún punto especifico en el fondo de la vacía piscina.
— ¿Vic?—
Vi sobre mi hombro encontrándome con una preocupada Lena.
— ¡Mierda, Vic!— espetó — Por poco muero allá adentro cuando no te encontré. —Lena sonrió y me extendió la mano —Vamos por unos tragos
![](https://img.wattpad.com/cover/52620956-288-k228382.jpg)
YOU ARE READING
Donde las Estrellas Cantan
RomanceBruno y Victoria. Dos personas completamente diferentes que aprendieron a conocerse por un factor en común. Porque cuando la vida te golpea y te derriba, no queda otra opción que levantarse. Pero el ser humano tiene un límite, la mente es...