Every night 「SeBaek」

Capítulo 5: Hold me tight pt.1

El punzante dolor en su cabeza le advirtió que nuevamente había bebido de más, y no solo este, sino que también, la fina silueta femenina que descansaba a su lado. Siempre le pareció de mal gusto que una sesión de sexo se quedara entre sus sábanas, pero, hace cierto tiempo aquello había cambiado...

Hace unos exactos tres años tuvo un pequeño desliz con uno de sus amigos, sin embargo, a pesar de que este había sido un suceso antiguo y pasado, su cerebro se encargaba de recordarle que tanto se arrepentía, ¿De qué? Ni idea, se había pasado el primer año creyendo que era de conocer a ese chico, luego, en el segundo año pensó que era de perder a un mejor amigo, pero luego fue sólo incertidumbre, no sabía nada.

"Vacío mi trago pero se llena con soledad.

Debería haberme simplemente rendido,

¿Por qué discuto todo el tiempo?"

El brazalete que había llegado hace algunos meses a su muñeca nuevamente seguía maltratado, estaba gastado, y la verdad, no lucía muy bien, pero él, a pesar de todo había decidido conservarlo. Su novia Krystal intentó regalarle miles de brazaletes nuevos, todos quedaban abandonados por ahí, se negaba a renunciar el pequeño pedazo de plata con una 'B' en él.

Engañaba a su pareja, eso estaba más que claro, había desarrollado inclusive 'malos hábitos' como la chica solía decirles, bebía mucho, fumaba mucho aunque para él no fuera así. Y fomentando su vicio se encontraba esa mañana, al lado de una mujer que no conocía, poseía unos rizos de color negro, no sabía su nombre, su empleo, ni su edad, pero podía creer que era mayor que él.

La puerta se abrió de golpe, las bolsas de compras que una delgada chica rubia platinada cayeron al piso. La escena donde su novio se hallaba en una cama con otra mujer había destrozado su corazón, de alguna manera ella lo sabía, sólo no quería admitirlo. Ahora sus ojos admiraban la verdad, y ante el gesto despreocupado de su pareja, abandonó el apartamento, totalmente dispuesta a no volver a verle jamás. - Demonios...- Musitó el pelinegro con disgusto. Al menos, se había ahorrado una pelea. Se puso de pié y sin tener cuidado de despertar a su acompañante, se vistió, lanzando luego las prendas foráneas sobre la chica. - Lárgate.- La chica abrió sus ojos expectante, estaba despierta hace unos segundos, exactamente cuando sintió la puerta principal ser azotada con ira, y ella, de la misma manera abandonó el lugar.

"Incluso la bolsa de basura tirada en la calle hace un ruido solitario en el viento."

Su trabajo era aburrido, su jefe, Minseok, era una persona genial, podría decirse que tenía una amistad con él, pero la línea que los separaba a nivel laboral lo hacía retroceder, no quería ser visto como la alguien que triunfaba a costa de contactos, porque, aunque sí los tuviera, prefería valer por sí mismo su carrera. Llevaba dos cortos años en aquella empresa, había llegado ahí con todas las ganas de no trabajar, casi la mayoría de las cosas las realizaba de mala gana, al final, se había vuelto un idiota adicto al trabajo, subió rápidamente de puesto hasta ejercer de lo que quería, era el gerente de la compañía.

Seguía siendo una persona totalmente dedicada a su empleo, prácticamente pasaba más tiempo en la oficina que en su casa, o con sus amigos, y en eso se basaba su vida, trabajo y alcohol, sonaba algo poco sano, pero esa era la única manera en que su mente estaba libre; libre de los recuerdos.

Ese día había salido a fumar en la parte de afuera del edificio, rápidamente fue interceptado por su ex novia, quien tenía el afán de devolver las cosas que los hacían una pareja en una pequeña caja roja, y mientras él sostenía esta con una ceja alzada, su vista se fijó en una imagen que pareció ser eterna, un pequeño chico delgado y castaño caminaba con un abrigo color negro, a su lado iba un tipo alto y horrible. Eran Baekhyun y Chanyeol, por un segundo sintió impotencia. Devolviendo la caja de una forma algo brusca, se encaminó para poder ver más de cerca, se tomaban de los dedos discretamente y se sonreían con complicidad, eran una estúpida y feliz pareja. La ira le invadió de golpe.