Controles

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Cuantas veces te necesito al lado y no lo ves,

cuando te llamo y llamo sin cesar solo para oírte,

teniendo en cuenta que no estás cuando necesito que estés,

y que me duele que no estés cuando más te necesito.

Estás segura que me quieres,

estoy seguro que te quiero,

crees que no me haces falta para nada,

creo en realidad si me haces falta.

Te escribo, y te vuelvo a escribir,

te llamo y te vuelvo a llamar,

te pienso y te vuelvo a pensar,

y adivina, ni cuenta te das de lo que te necesito.

No controles mi ir y mi venir,

no controles mi respirar, mi mirar,

no veas más allá de lo que no te pido,

no necesito que me digas te amo.

Tengo muchos sentimientos que ubicar,

tengo mucho estrés por ignorar,

tengo muchas cosas por hacer,

pero no logro encontrar el rumbo para hacerlas.

Quiero porque quiero querer sin importar

si te importa si te quiero,

quiero porque es una necesidad de sentirme vivo

de sentir que tengo aún a alguien más.

Cuanto sueño por compartir contigo,

secretos que no puedo compartir con cualquiera,

por el hecho de que exponerse a un humano

es sinónimo a esperar a que te traicionen.

Y sigo viendo, y sigo imaginando

que la vida te regala más cariño colectivo

que cariño único,

por lo cual, no te hace falta nada más.

Un beso que no está, un abrazo que nunca llegó,

un afecto no presente,

por la cualidad de no controlar

lo que no se puede controlar.

No soy quién, no eres tú,

o lo eres, pero no se

que tan real eres,

hasta siempre, y por siempre, yo.



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