Mi madre llego justo cuando cuando Eduardo terminaba de limpiarse mi labial de sus labios.
-Mucho gusto señora Dalia, ¿Cómo esta?.-dijo Eduardo y tendiéndole a mi madre su mano.
-Hola, bien.-contesto mi madre. Rebeca , vamos a cenar con la familia , vienes?.-preguntó mi madre.
-Mmm... No , tengo tarea que hacer.-dije.
Mi madre asintió a mi mentira. Quería estar de nuevo con Eduardo.
-¿Tarea?.- pregunto Eduardo.
-Si, quiero aprender a hacerte feliz...-conteste.
-Lo haces muy bien... No deberías estudiar...-contesto.
Se que el amor no es eterno, pero estar con el me hacía pensar en un presente y no en un futuro... Quizás el me hacia creer en el amor. Pero se que esto algún día tendría que terminar o tal vez no. Yo quiero que el sea mi 11:11 de todas las noches y que este conmigo para contar todas las estrellas del cielo y ver las nubes por las mañanas.
Yo amo a Eduardo como amo cantar.
-Gracias.-respondí.
Eduardo me tomo de la mana y caminamos para ir a su auto.
-¿Vamos a algún lugar en especial señorita Rebeca?.-dijo abriéndome la puerta.
-Pues decide tu a donde quieras yo te seguiré...-contesto.
Eduardo no contestó pero suponía que sabía a donde dirigirse.
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Mi 11:11.
RandomRebeca una chica con sueños por delante y un camino por elegir. ¿Antonio o Eduardo? Rebeca una chica que esta apunto de iniciar la universidad se enamorara de un 11:11... Su vida cambiara?