Ataque A Los Titanes - Resurgimiento.

6.-) Hermanito.

Advertencia.
Éste capítulo contiene leves muestras de violencia de género, se recomienda discreción al leerlo.

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La lluvia no cesaba, Kaori y Levi estaban sentados bajo un árbol, uno a lado de otro, mirando las gotas de agua caer.

- Antes pensaba que eras muy limpio. Mírate, en el lodo. -Rió Kaori.-

Levi la miró.

- Te casarás, porqué pareces tan triste?

- Yo pensaba que lo amaba, ahora no estoy tan segura.

- Porqué?

"Si le confiesas tus sentimientos, se reirá de ti. No digas nada Megumi."

Ella suspiró.

- Por nada, sólo sucedió.

Levi desvió la mirada, no era una respuesta que esperaba.
Kaori miró varias veces a Rivaille, se recostó en su hombro y se aferró a su brazo.

- Tú deberías conseguirte una chica, Levi, me gustaría verte casado.

- Hablas como si fueras mi hermana.

Ella rió, poniéndose frente a Rivaille.

- Me aceptas como hermana? Vamos, hermanito!

Una herida volvió a abrirse en Levi ante esas palabras, Kaori lo notó y se arrepintió de inmediato.

- Perdón. Isabel te decía hermanito, verdad?

Asintió lentamente, Kaori tomó la mano de Levi, la acercó a su mejilla y la apretó contra la misma con una bella sonrisa.

- Aquí estoy, no te preocupes por nada.

Levi la miró unos momentos, acariciando su otra mejilla.
La chica, sentada frente él, no podía dejar de mirarlo.
Porqué parecía tan perfecto ante sus ojos, si antes lo odiaba?
La lluvia cesó de repente, a ninguno de los dos le importó.
La mano de Levi se desplazó a la nuca de Kaori, haciendo que ella tuviera que apoyarse en su pecho.
Un beso se prendió a su frente, Levi la miró fijamente a los ojos.
Kaori se soltó de el pecho de Rivaille, tomó las mejillas de él entre sus manos y depositó un beso en su frente.

- Éso era todo lo que quería. -Declaró Rivaille.- Gracias, hermana.

Los ojos de Kaori se cristalizaron, sonriendo, siguió dando pequeños besos en la frente y mejillas de Levi.

- Kaori, por favor...

Involuntariamente, los brazos de Levi rodearon la pequeña cintura de Kaori, aún mojada por la lluvia.

- Para ya...

Lágrimas resbalaban de la faz triste de Kaori, con una sonrisa igualmente impregnada de tristeza.
Tratando de consolarla de alguna manera, Levi la abrazó fuertemente.
Tenía demasiadas ganas de besarla, aún se preguntaba cómo podía controlarse tanto.
Los brazos de Kaori poco a poco iban cediendo, su cuerpo se sentía más pesado y en ése momento Levi se dió cuenta de que cayó dormida, pues sólo en ése momento todo el alcohol que tomó le hizo efecto.
La levantó en sus brazos y la llevó dentro del castillo hasta su propia habitación.
La cambió lentamente, para que no despertara, poniéndole una de sus camisas blancas que le quedaba considerablemente grande.
Colocó a Kaori en un extremo de su cama, él tomó una de sus almohadas y se dispuso a dormir en un sillón frente a la misma, cuando escuchó un quejido.
Volteó y miró, Kaori tenía una sonrisa, envolviéndose en las suaves sábanas de su cama.
Cama que era de Levi.
Él se recostó en el silloncito, se cubrió con una manta y se quedó dormido, viendo encantado como Kaori estaba durmiendo.
A eso de la media noche, Levi despertó sintiendo un peso en el pecho.
Vió a Kaori abrazándolo con firmeza, sin estar cubierta por ninguna sábana.
Levi la miró, la cubrió con su manta, y la apegó más a él.