Ataque A Los Titanes - Resurgimiento.

13.-) Mi Felicidad.

- No, definitivamente no.

Levi suspiró, Kaori veía otras muestras de flores pues las anteriores no le gustaron lo suficiente.

- Esas son rosas, señorita Kaori, rosas blancas y de las más preciosas que me ha traído el señor Nev.

Kaori sonrió con amabilidad y asintió.

- Cómo está el señor Nev, por cierto?

- Oh, muy bien, se ha recuperado de la fiebre muy rápidamente... La señora Nev estuvo a su cargo todo el tiempo.

Ambos hablaron más durante un tiempo y después Kaori compró un ramo de gran tamaño lleno de rosas blancas.
Levi salió del local con ella tomada de su brazo. Cualquiera que los viera diría que estaban comprometidos.

- Liane estará encantada con éste ramo.

- William Saen, eh? Es cierto que primero se interesó en ti?

- Sí.

Levi estaba aún un poco exaltado por ésa noticia, y la noche anterior no había mencionado ni una palabra más del tema por más que hubiera querido.
Pero hoy, después de recoger a Kaori de su hogar para ir a comprar unas cuantas flores, no había podido evitarlo.

- Tienes toda la seguridad de que...

Kaori sonrió.

- Él ya no gusta de mí. Un día él mismo dijo: "Si la hubiera visto primero, señorita Kaori, debería tener por seguro que ahora le pediría su mano. Pero, Liane siempre fue tan buena y encantadora conmigo que me enamoré de ella".

Levi la miró, Kaori solo alzó los hombros.

- No lo hubiera aceptado de todas maneras, ni a él, ni a ningún otro que no fueras tú, mi adorado señor Rivaille.

- Sólo llámame Levi, querid... Es decir, Kaori. Y lo de Rivaille olvídalo, tú siempre deberás llamarme por mi apellido verdadero.

Ella sonrió, asintiendo.
Llegaron a el hogar de Kaori, ambos entraron al salón principal y vieron a Liane con una carta entre sus manos y una gran sonrisa.

- Kaori, hermana. Mira, lee, lee rápido. Es de William.

Kaori empezó a leer, William narraba que fue a Stohes en búsqueda de sus padres para que aceptaran su unión matrimonial y ellos, gustosos, le dieron la razón. Además, le manifestó la idea de que después de casados, se mudarían a la propiedad de Stohes que él poseía.
Kaori, llena de júbilo, no pudo menos que emocionarse ante la propia emoción de su hermana.

- No crees que es maravilloso? Además, tú y el sargento podrían mudarse cerca de nosotros después de que se casaran! Sabes que Stohes es un distrito tan rico de personas y cultura.

Levi no pudo hacer menos que contrariarse, quería llevar a Kaori a cualquier lugar menos a Stohes, pues ahí tenían retenido a Thomas y no sabía si Kaori había superado del todo aquella traumante época de su vida.
Ambas hermanas, con vivacidad, sonreían sobre el futuro poco previsto.
Acabado ése tema de conversación, Kaori le mostró el ramo que había comprado a Liane, y ésta se regocijó al verlo tan bonito.
Después, la pelirroja tuvo que ir con Anne a un lugar, dejando a Kaori y Levi solos en el salón, sentados uno a lado del otro, mientras ella arreglaba el ramo con una preciosa cinta blanca.

- Es necesario que todo sea blanco? -Bromeó Levi.-

- Para ella sí. A mi no se me tendría que imponer tal regla cuando me casara.

Después de varios minutos, Rivaille comprendió exactamente a lo que se refería, y una extrañeza llenó su organismo.

- Cuando estás en el ejército, donde te tratan tan mal... -Hablaba Kaori.- Siempre necesitas un poco de cariño.