―¡Feliz cumpleaños, Jo! ―gritó Melanie al saltar sobre la cama de su hermanita, comenzó a hacerle cosquillas y la pequeña a retorcerse, tratando de esconderse entre las sábanas―. ¡Vamos, despierta, tenemos cosas que hacer!
―¿Qué clase de cosas? ―contestó Jolene incorporándose y frotando sus ojos con sus manos.
―Bueno, he invitado a tus dos mejores amigas a pasarla con nosotros en el picnic que había preparado porque pensé que sería una buena idea y te tengo una sorpresa aparte que te va a encantar ―Melanie sonrió y bajó de la cama―. Y te he hecho el desayuno especial que querías, Warren va a llamarte en unos minutos seguramente ¡Nos vamos al medio día, arregla tus cosas! ―la apremió antes de salir de la habitación con alegría.
Si había algo que le encantaba era cuidar de Jolene, esa niña era la luz de sus ojos, probablemente la persona más importante para ella junto a su hermano y su mejor amigo, Mason. Su padre nunca se había preocupado mucho por Jolene y antes de partir a hacer sus sueños realidad, su madre se la había encargado a ella y a Warren con preocupación. Jolene dependía completamente de ella y de su hermano... Melanie a veces creía que ellos funcionaban mejor como padres de lo que lo harían jamás sus propios padres.
Preparó el desayuno para Jolene y la oyó bajar, hablando por teléfono con Warren. Ya había hablado con las madres de las amigas de Jolene, solo le faltaba una persona por confirmar. Así que tomó su celular y suspiró antes de marcar el número que le había dado aquel dibujante, esperó tres tonos hasta que alguien contestó.
―¿Hola? ―dijo la voz ronca del chico a través de la línea.
―¿Diego? ―Melanie suspiró aliviada―. Es Melanie. Oye... solo quiero confirmar que irás hoy con nosotros al parque.
―Lanie... ―el pareció más bien gruñir el "me" en su nombre―. Mmh... sí, sí claro. Mediodía ¿no?
―Así es ―ella se sentó en el sofá―. ¿No estás molesto... por esto?
―¿Por ayudarte? No realmente... tal vez cansado porque es muy temprano, pero no molesto.
―Uh... ―Melanie se sonrojó―. ¡Lo siento! Acostumbro a levantarme temprano.
―¿Qué clase de monstruo eres, Duncan?
―Un monstruo con una ocupación llamada Jolene, yo me hago cargo de ella así que siempre tengo que levantarme temprano para hacer el desayuno o arreglar su ropa u otra cosa.
―¿Qué hay de tus padres?
Él estaba comenzando a ponerse curioso y Melanie no quería hablar sobre eso.
―Es complicado... bueno, eso era todo ―ella sonrió―. Te veo más tarde.
―Claro ―él colgó la llamada rápidamente.
Melanie se quedó mirando el celular.
¿Por qué tenía que ser él tan cortante? Ella siempre era amable, no merecía ese tipo de trato. Sabía de sobra que había gente así, que trataba mal a los demás sin importar como los tratasen a ellos pero no le parecía que Diego fuese una de esas personas. Estaba haciendo esto por ella, la iba a ayudar a darle un regalo a Jolene... él no podía ser tan malo.
Melanie empacó todo para el picnic luego de que Jolene terminara su desayuno, cuando el mediodía se acercaba llamó a las madres de las dos niñas que habían invitado a la pequeña reunión y una vez que tenía el auto de Warren equipado, fue por ellas. Mientras iban hacia Central Park se fijó que Jolene sonreía amplia y genuinamente, a Melanie le encantaba que estuviera tan feliz con lo que había preparado para ella, sabía que de todas maneras, aunque ella le diera un muffin y u n par de calcetines, Jolene se sentiría agradecida.
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Labios sabor a cereza.
RomanceDiego encontró una chica hermosa a quien dibujar, pero no puede encontrar el color correcto de rojo cereza para sus labios. Melanie tiene un nuevo labial sabor cereza y a un chico frustrado acerca de eso.