Capítulo 5

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Capítulo 5. "Caricias".

Jayden se acerca hacia nosotros y no puedo apartar la mirada de su rostro, que parece increíblemente enfadado. Sea por lo que sea.

— Nos vamos.— Dice justo al ponerse frente a mí. Niego ligeramente para que Jack no se diese cuenta.— Skyler, ahora. No me hagas sacarte.

Refunfuñando me despido de de Jack y voy hacia la puerta sin mirar atrás para ver si me sigue o no, supongo que lo hace.

Durante todo el camino yo voy delante y no nos dirigimos la palabra. Él, por el motivo por el que se haya enfadado y yo, porque estoy demasiado sumida en mis pensamientos analizando todo lo que Jack dijo.

Al llegar, me quito la chaqueta, la tiro en el sofá y subo hacia mi habitación.

— Skyler— La voz de Jayden me detiene a medio camino en las escaleras. Giro y me sorprendo al encontrarlo justo frente a mí.

— ¿Qué quieres? Tengo sueño.

— No te acerques a Jack. No...

Ni siquiera le dejo terminar.

— ¿Quién te crees que eres? Voy a hacer lo que me de la gana. Es más creo que saldré con él mañana.— Eso ultimo puede me lo haya inventado.

La expresión de Jayden cambia completamente y, de un momento a otro, me encuentro entre su cuerpo y la pared de la escalera. Ni siquiera pensé que su cara estuviera algún día tan cerca de la mía, por lo que ahora lo único en lo que son capaz de concentrarme es en sus preciosos y cautivadores ojos.

— Puede que Jack sea mi amigo pero no es tu chico soñado.— Eso último lo dice con desdén, como si se odiaran de toda la vida.

— ¿Y quién lo es? ¿Tú?— Casi grito y es demasiado tarde cuando me doy cuenta de lo que digo.

Justo cuando va a responderme, Alice entra por la puerta.

— ¿Por qué estás pegada a la pared?— Es entonces cuando miro a Jayden y se separa de mi, dándonos cuenta de que ella no puede verle y no sabe el momento que ha interrumpido. A pesar de llevar así un mes, aún no me acostumbro a ser la única que lo ve.

—Nada.— Respondí rápidamente. —¿Subes?

Sin casi dejarme tiempo de responder sube corriendo por las escaleras y yo detrás de ella, a una velocidad más normal.
Cuando llego, ella ya está con su pijama puesto y sentada en mi cama.

— ¿Qué haces aquí?— Pregunta girando su cabeza.

— Eh... Es mi habitación.

— Ya, pero... Pensé que subirías el helado.

Señaló la pequeña nevera de la habitación y ella la abre entusiasmada, sacando su helado favorito. Menta.

— ¿No vas a ponerte el pijama?

— Eh, si, claro.

Cojo unos shorts y una sudadera y voy al baño a cambiarme.

Salgo y me siento con ella en la cama, cogiendo un poco de helado de chocolate.

— Me ha pedido que sea su novia. Oficialmente.

Me atraganto con el helado y la miro. Ambas gritamos.

— ¡Alice, es genial! Tienes suerte de haber encontrado a alguien como él.

— Ya, lo sé, es un amor. Me hubiera gustado que Jayden estuviera aquí, podríamos hacer una cita doble.

Busco a Jayden por la habitación y descubro que el también me mira.

— No iría.

— Sabes que si. ¿Vas a seguir negando que no te gusta? ¿Ni un poco?

No contesto. No contesto porque siento la imponente mirada de Jayden en mi espalda.

— Yo... —Dejó de hablar cuando veo a Alice completamente dormida sobre mi cama.— Buenas noches.

Recojo los helados y voy a la habitación de mi madre para dormir allí, no hace falta que me gire para saber que Jayden me sigue.

Al llegar, noto que me coge en brazos y siento cómo mi espalda choca contra la pared de la habitación.

— ¿Qué ibas a contestar?— Me pregunta manteniendo su cabeza a una distancia prudente.

— Que no.— Miento, ni siquiera tenía una ligera idea de que contestar.— Ya sabes, odio a los chicos que se creen la última coca-cola del desierto.

— Y yo odio a las chicas como tú.— Una punzada de dolor se instaló en mi pecho y aguanté las ganas de llorar.

No, no iba a caer otra vez.

— ¡Pues no sé qué haces aquí! Vete, si tanto te molesto ve...

No.

No puede ser.

Acaba de decirme que me odia... ¿Y ahora me besa?

Maldito estúpido con buenos labios.

Mueve sus labios sobre los míos y no puedo evitar seguirle.

Cuando nos separamos, le miro a los ojos y, casi sin pensarlo, acaricio su mejilla con mi mano derecha.

— ¡¿Y ahora por qué me pegas?!— Me grita pero sigue sin dejarme caer, puesto que sigo en sus brazos.

Quizás cuando dije "acariciar" no me refería exactamente a eso.

— ¡Has dicho que me odias! ¡Y luego me has besado!

— ¡Es que no te callas! A demás, tú me has seguido.

Despierto agitada y me siento en la cama. Alice sigue profundamente dormida a mi lado. No hay rastro de Jayden por ninguna parte de la habitación.
Anoche, debí quedarme dormida después de recoger los helados.

Maldición.

¿Por qué tuve que soñar eso?

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Jejejeje,

Mmm... Si... Esto... Yo no tardó en actualizar 😂

Okay, puede que sí tardara un ratito largo pero me quede sin internet y bla bla bla. Todas esas cosas aburridas que en realidad no suelen importar pero que son CIERTAS. Bueno, gracias por los comentarios y eso. Lo agradezco. Porque en fin, que gente a la que no conoces de nada te diga que lo que haces está bien... Es genial.

INeedReadABook se despide.👋🏻👋🏻

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