Capítulo 5.

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Entro a mi recámara, cierro la puerta y me recargo en ella dejándome caer para comenzar a llorar de nuevo. Lloro en silencio, pensando en el daño que me hago y en el daño que me hizo. Suena mi celular, no quiero contestar, no en estos momentos, estoy cansada de llorar y de odiarme una y otra vez. Vuelven a insistir así que contesto para que me dejen en paz.

—¿Quién es? — contesto algo duro.

—Soy Joshua, ¿Qué te sucede?

—Éste es el peor día de toda mi maldita vida — digo llorando.

—Hey Charlie, ¿Qué sucede? Si tú madre te regañó puedo hablar con ella... — dice preocupado.

—Me encontré con el estúpido de Jorge de nuevo — mis lágrimas salen cada vez más rápido —. Quiso hablar de ese tema de nuevo, pero estoy harta de hablar sobre eso, me duele ese tema, me duele saber lo que sucedió, me duele saber que aún lo quiero.

—Charlie, tranquila, él sólo busca su perdón; porque un hombre cuando en realidad ama a una persona no la deja ir tan fácil aunque haya pasado algo muy malo, así que si tú quieres volver con él adelante pero piensa en tu felicidad.

—Es que no sé cuál es mi felicidad, ahora creo que él es mi felicidad la persona que quiero, pero también pienso que no lo es, porque la felicidad es estar bien y sentirte viva, pero cada vez que lo veo mi corazón muere.

—Entonces él no es tu felicidad, espera un poco más y verás que esa persona llegará en cualquier momento.

—No quiero saber nada más de amor, porque aunque él haya sido mi primer amor, creo que no quiero nada con él. No con nadie por el momento.

—¿Estas segura? — pregunta Joshua.

—Estoy más que segura — contesto algo molesta. Suena el timbre de su casa.

—Te dejo Charlie que tocan la puerta, es alguien que estado esperando desde hace un rato. Deséame suerte.

—Suerte — digo sabiendo quién es —. Una cosa antes de que cuelgues... ¿Qué has hecho con nana? — pregunto, ya que no creo que nana quiera escuchar como tienen relaciones.

—Le dije que hoy podía ir a visitar a sus hermanas, aunque no fue fácil que se marchara; ya que comenzó hacer muchas preguntas de qué iba hacer hoy y cosas por el estilo, sólo le dije que le tenía una sorpresa mañana por la mañana, así que tendré que comprar algo para ella — suena por segunda vez el timbre —. Ahora si te dejo. Adiós.

Termina la llamada y me recuesto en mi cama, pensando en muchas cosas y en nada a la vez, después de cinco minutos recostada me levanto y me meto a la bañera, lleno la tina con jabón y algo de sales de baño. Me quito mi ropa, me miró al espejo una vez que estoy desnuda y miro el chupetón que tengo en mi cuello; paso mis dedos sobre el chupetón y trato de recordar lo que pasó, pero nada, mi memoria en blanco aún.

Entro a la bañera, comienzo por mi pie derecho y continúo con mi pie izquierdo, sumerjo todo mi cuerpo de una vez por todas. Sumerjo mi cabeza para que se moje mi cabello y mi cara; recordando el chupetón paso mis dedos sobre él, trato de recordar, pero nada; ningún recuerdo viene a mí. Bueno sí, uno que hace que sonría inconscientemente.

*Flash Back*
—¿Puedo golpearte sin que te moleste? — digo sonriendo.

—Pero... ¿Por qué me vas a golpear? — dice sonriendo.

—No será muy fuerte, lo prometo.

—No. Siempre dices que será tan fuerte y termino con moretones en mi brazo — dice tocándose el brazo.

Mi última ilusión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora