Joshua se ha quedado con Christopher, por lo que me ha dicho esta enfermo, así que voy de camino sola a la preparatoria. He tomado el tiempo adecuado para caminar, la mañana esta algo fría y es por eso que me vine muy abrigada, para no resfriarme. Mientras camino escucho música, hace que me relaje... Y hoy, por desgracia entro a la zona de confort, en donde nunca me ha gustado estar, ya que no me siento feliz... Pero tampoco triste, hace sentirme rara estando así.
Un auto azul se empareja conmigo, caminando al paso que voy, lo ignoro y sigo caminando; como ya lo he mencionado estoy en mi zona de confort y no tengo miedo, tampoco nervios. Baja el vidrio y veo su cara. Jorge. "¡Dios, por qué no me puede dejar en paz!" pienso. Dice algo que no puedo entender... Ah ya, mis audífonos. Me los quito.
-¿Qué ocupas? - me detengo.
-Ya lo dije, ¿Quieres que te lleve a la preparatoria? - alza las cejas.
-No, gracias. Sé el camino.
Continúo caminando, me pongo de nuevo los audífonos para ignorarlo. Aunque en las novelas el chico vuelve a ella; y ella lo besa, porque caray, es una novela. Aquí no sucede lo mismo, porque aquí es la vida real. Así que sin ser interrupida por nadie continúo caminando hasta preparatoria.
[...]
Ah llegado la hora de la clase de Filosofía, aunque no es muy de mi agrado, me gusta estar en ella. Me siento en la banca habitual. El profesor, un hombre tal vez 5 centímetros más alto que yo, cabello algo largo y algo despeinado, de edad, tal vez de 40 años, no sé, soy muy mala para las edades. Me ve y me saluda, no es que sea la mejor de su clase o que sea su amiga, simplemente porque cuando comienza con teorías lo cuestiono.
-Buenos días muchachos. El día de hoy hablaremos sobre las creencias egipcias - hace una pausa -. En el antiguo Egipto los hechizos, rituales, construcciones de tumbas magnánimas y procesos para embalsamar a los muertos eran solicitados por todos los ciudadanos pudientes que anhelaban llegar al reino de Osiris. Las personas que mayor poder económico tenían, no escatimaban en gastos para asegurarse un pasaje a la vida eterna... - levanto la mano -. Dime.
-Profe. Recuerdo que en un programa de televisión, decían que los egipcios cuando morían en su sarcófago hacían la cara del difunto, partiéndolo aproximadamente en 3 partes para deformándola. Así para cuando rencarnaran para ellos sería más fácil reconocerlos - recordé el día que pasaba los canales y se me hizo interesante esa nota y después cambié de canal.
-Eso no lo sabía, tendré que investigarlo - camina hacia el pizarron, escribe y hace unos dibujos referentes al tema que llevamos -. Chicos, pasen lo del pizarron a su libreta.
Comienza explicar lo que esta en el pizarron... Mientras que yo cada vez que puedo lo interrumpo con un "¿Por qué?, ¿Para qué lo hacían?, ¿Quién lo hacía?, ¿En dónde?... " y muchas más, es gracioso, porque cuando no me ve, le pregunta a alguien más «¿En dónde está la chica que me hace reír?»; tristemente sé que soy yo, pero me gusta la clase de este profe, porque lo cuestiono de todo.
[...]
Las horas pasaron muy, muy lentas. Voy de camino hacia la aula del profesor de Historia, no me gustaría ir ya que Joshua no vino y se me hará incómodo estar ahí. Lo único que espero es que no haga nada para molestarme, que al fin como lo dijo él «Todo fue un error» y estoy de acuerdo con él.
Entro, aún no llega, afortunadamente. Le mando un mensaje a Joshua preguntando que tal va Christopher, respondiendo con una llamada.
-¿Hola? - miro a la ventana.
-Hola Charlotte - se escucha algo serio.
-¿Todo bien con él?
-Sí, solo tiene un poco de temperatura alta. Pero se la estoy controlando con fomentos de agua, ahora esta dormido - suspira -. Quiero que esté mejor.
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Mi última ilusión.
RomanceCharlotte McLean es una chica normal como todas la demás. Sin embargo no tiene amigos... Mas que uno, Joshua, el chico que la ha acompañado desde su infancia. Charlotte ni en su más loco sueño pensó enamorarse de él... Sí, su profesor; el profesor s...