Caminando por la calle vas,..a paso apresurado, el corazón latiendo en las mejillas,....es el miedo.....y la exitacion....pues a lo que vas es prohibido, y por tanto delicioso. Miras atrás para no ser seguida y adelante,... porque vibras de ansiedad por llegar.
Tocas y la puerta se abre,....no tenía cerradura puesta. Entras expectante y.... ¡de pronto un sobresalto! Te he tomado por la espalda sorpresivamente, y tu corazón late más fuerte; tu respiración apresurada me exita. Una vez de frente, te levanto con mis brazos, y respiro el aroma de tus pechos. Muerdo tus prendas y las sacudo hasta que saltan tus senos como frutos en la rama. Y recorrerlos con mis labios cerrados es todo un placer.
Te bajo,..........algo me ibas a decir.....pero los segundos son caros en nuestro caso, y sin que termines atacó tu cuello con mordidas fingidas, lámidas y besos. Y tu,.... salvaje y ardiente como eres,... me respondes con besos que muerden. Mientras tanto avanzamos en un baile suave hacia el sofá. Nos hemos olvidado de cerrar la puerta, más no te importa ya,.....tu miedo se vuelve atrevimiento en tu entrepierna.
Caes sobre el sillón, pero cortés,... yo, te atrapó por las piernas,..... mismas que beso con pasión desenfrenada. Celosas de tus tobillos, tus rodillas me llaman....y voy...... Y tu entrepierna se vuelve un imán a mis sentidos, y me dejo llevar y bajar,....y por el camino voy humedeciendo tus muslos,......mismos que se van abriendo en compás. El sabor de tus ingles llena mi boca, y caricias de la lengua te estremecen,..... Un abrazo de piernas me sacude, y me obliga a enjuagar mi cara en tus labios, a través de tu tanga diminuta......y te beso.....pero tu me quitas el aliento, a cada jalón de tus piernas.
Me levanto....y con la codera como cómplice quedas casi de cabeza, sujeta a mi cuello.... Y nos perdemos en una lucha salvaje, de labios suaves que se comen entre sí..........había planeado ir lento, pero como siempre, tú, impones el ritmo de tus ansias.
No supe en que momento paso, pero miro, y nuestras ropas yacen regadas en la habitación.
Descansando tu cuerpo otra vez en el sofá, te dobló toda, empujando tus piernas......,e hincado, lamo una y otra vez, de abajo hacia arriba......¡cachorro miserable que no quiere dejar nada!......por un rato, me es imposible proferir sonido alguno, pero tu lo haces por mi, llenando el aire con gemidos.
Repentinamente te levantas y apresurada vas a la puerta para cerrarla. Y con mirada insinuante y risa burlona corres a la alcoba. ¡Voy por ti!.... Te digo,.... Al entrar te encuentro recostada, retadora,...abierta hacia mi. Siguiendo tu juego, te halo del tobillo arrastrandote a la orilla de la cama. -¡Te dije que te atraparìa!- te digo.... y me respondes, -¿Vas a castigarme?.-..........¡oh!.... , acabas de sembrarme una idea en la cabeza, y cambias mis planes de nuevo. Pero a eso veniste......a cumplir tus fantasías.
Me estiró para tomarte del cabello, y acercarte hacía mí, con un poco de rudeza. -¡Ven acá!- con voz de enojo y de regaño, te hablo. Y por debajo del ombligo, hago que mi placer sea tu castigo. Tu golosidad me pierdio por minutos que no pude contar, cuando recuerdo que estas castigada. Y trato de partirte en dos, colgandome de la rienda de tu tanga, jalandola y aflojando, sobre tu espalda. El sonido de mi mano chocando con tu piel, te sorprende y te deja un ardor ligero que corre en la columna. ¡La tortura de una yegua es lo que recibes!..... una rienda ruda que te obliga hacia adelante , y los azotes implacables que aumentan poco a poco la intensidad, mientras muerdes viciosamente el yugo.
Después de algún rato, tu piel que hierve y arde, te ordena levantarte y te arrojas sobre mi, y quedo preso en una trampa, de manos y piernas aferradas a mi cuerpo. Tu peso me obliga a retroceder un poco, y encuentro ayuda en el tocador, donde apoyas tus pies. Con un contoneo suave de tus caderas me haces entrar en ti, y entonces, puedo sentir el infierno desatado en tu interior. Y encendemos más el fuego, en un rito frenético de caderas que quisieran tragarse para ser una sola.
Suenan los frascos y cae el cepillo, barridos por tus pies que se deslizan sobre el tocador. Tu cuerpo se estira y poco a poco se va alejando de mi, cada vez que te mueves. Es el aviso, de que tu infierno se derrumba y se funde. Mis manos sosteniendote, se deslizan por tu espalda y por los hombros para terminar aferrados con tus manos. Tu cuerpo es un puente colgante, sacudido por el viento, que se sostiene entre la cama y el desordenado tocador. Con los pensamientos detenidos, los sentidos embotados y el corazón a punto de explotar,... te mezo para destruirte las entrañas, en incontables movimientos, mientras mi piel se eriza bañada por tus gritos, de palabras soeces y cariñosas, que se funden en mi mente. Alcanzo a ver tus pechos que parecen reventar, erizados en punta que quieren alcanzar el techo. Una mezcla de balbuceos, gemidos y estertores, te posee,....... desatando en mi, un rayo que me cruza todo el cuerpo, y nos unimos en una danza, de sentidos sublimados que agonizan y que en un instante,...... al fin mueren.
El silencio se escucha más intenso ahora....., y solo logró sentir el palpitar de tu piel. Tus mejillas queman, y su color te hacen
más sensual. Me quedo mirándote un rato, recostado junto a ti. Se que tendrás que salir apresurada, y yo tendré que esperar, a la próxima vez que te vea por aquí. Pensare entre tanto un plan nuevo, para alimentar tus fantasías; aunque, ......¡ya lo se!..... Nunca lo seguimos.
Victorio Catuchi.
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Sensualidad Narrativa
RandomHistorias sensuales, que tratan de no cruzar la línea que divide el erotismo de la pornografia. Narrativa de vivencias sexuales que inspiran y elevan la mente.