Una cita....una hora,
en el parque, junto a la fuente.
Soy el hombre que se encuentra
con la mirada del deseo, al otro lado de las aguas, atraves de la cascada; miro tus ojos dulces... seductores; que congelan el tiempo entre las gotas que caen con lentitud.
Los minutos desesperan nuestros pasos, que apresurados ansían romper la obscuridad y el silencio de una habitación.
La puerta del hotel cruzar, una perilla girar, y comerte a besos antes de cerrar... bajo el dintel.
Ya sobre la puerta, tu cuerpo palpita... el rojo del vestido sube por tu torso; son mis manos que entornando tus caderas lo deslizan.
Mi cuerpo prisionero entre tus piernas, celebrando el cautiverio, con chispas de las prendas que se frotan entre sí.
Mis manos, repletas de tus pechos
quitan del espacio tu vestido y tu sostén, que vuelan por los aires, serpentinas festejando el ardiente carnaval.
Lobo soy, que tu cuello va lamiendo; en la superficie de tu piel sintiendo tu sangre palpitar.
Y la carne de tus hombros voy mordiendo, suaves, delicados, aquellos que soñaba con la lengua humedecer.
Mis rodillas abatidas haciendo caravana, mi boca entre tus ingles, en tremolo cortejo con tu sexo.
Tu muslo acariciando mi mejilla, tus manos revolviendo mis cabellos y los músculos crispados, resistiendo el cimbrado de tu cuerpo.
Mis manos van partiendo con los dedos aferrados, tus glúteos seduciendo.
Mi mano bañada de tus jugos, en relevo de mi boca, girando y dando vueltas dentro, en las paredes.
Mientras mis labios, la lengua y los dientes; jugueteando lamiendo y mordiendo tus pechos los provoca.
En mis brazos... ardiente pasajera,
te llevo cual brasas hacia al fuego,
y en lecho de sábanas suaves, mi lengua se queda, tus labios revolviendo, sosteniendo tus piernas en el aire, bebiendo las aguas de tu vientre.
Victorio Catuchi.
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Sensualidad Narrativa
RandomHistorias sensuales, que tratan de no cruzar la línea que divide el erotismo de la pornografia. Narrativa de vivencias sexuales que inspiran y elevan la mente.