Capitulo n° 2

262 23 0
                                    

Cuando somos niños pensamos y creemos que nuestros padres nunca se irán de nuestro lado, que son inmortales y nuestros superhéroes, fuerte y poderosos que nada y nadie podrá con ellos, así es como Hyo Jin veía a su madre, una mujer fuerte pero a la vez frágil, con un carácter algo especial pero aun así con una dulzura enorme, él era su bebé, el menor de sus hijos con el cual tenía una relación demasiado estrecha, a diferencia de sus hijas mayores, el padre de Hyo había fallecido cuando él aún era un bebe asi que no tenía recuerdo de él, quizás por esa razón su relación con su madre era de esa manera. Su madre es quien permaneció a su lado incondicionalmente, cuando necesitaba alguna palabra de aliento, algún consejo siempre recurre a ella, es su confidente y su mejor amiga, no muchos varones son así con sus madres pero Hyo Jin si lo era.

Son una familia unida, aunque no tenía una excelente relación con sus tres hermanas mayores ellas siempre estaban presente en su vida, como todo hermano tenían sus diferencia y sus peleas pero el amor por su madre era tan grande que se olvidaban de aquellas y todo volvía a la normalidad. Haeri es una madre dedicada a sus hijos, aunque quedó viuda siendo joven pudo salir adelante con sus cuatro hijos, se levantaba cuando apenas era de noche para ir a trabajar, regresaba a la hora del almuerzo y después de llevar a sus hijos al colegio volvía al trabajo, dedicada y trabajadora, amada por las familias donde ella iba a trabajar para llevar el dinero a la casa y poder vivir dignamente.

La vida a veces es tan injusta, ¿Por qué le pasan cosas malas, a gente buena? Algunas personas se preguntan sin obtener respuestas; Era un dia como cualquier otro, Hyo Jin no podía dormir, se había desvelado y no sabia que le estaba ocurriendo, la noche anterior habia tenia un sueño de lo más extraño, en él había una silueta de una persona en una cama acostada, había todo tipo de voces pero ninguna reconocía, parecía que la situación del sueño transcurría en un hospital, él era el único que aparece con nitidez mientras observaba la cama y la silueta en ella, de pronto despierta del sueño encontrándose en el hospital, aquella silueta ya tenía rostro, era su madre, sobresaltado se levanta encontrándose con sus tres hermanas en la misma habitación, en segundos cayó en la realidad, una realidad que hace más de tres meses no veía, su madre se encontraba en la cama de ese hospital muy enferma, le habían detectado un tumor cerebral el mundo de la familia Choi se había derrumbado, Hyo Jin no tenía consuelo alguno, no había podido disfrutar de su padre y ahora tiene un miedo inmenso de perder a su madre, nunca había pensado en ello, recordaba cuando en la niñez decía que su madre sería eterna, que nada ni nadie iba a apartarla de su lado.

Necesitaba salir de esa habitación estar allí le hacía demasiado daño, sabía que sus hermanas se encontraban junto a su madre cuidando de ella, Hyo Jin caminaba sin rumbo, su cabeza le daba vueltas, continuaba con ese nudo en la garganta que ni un sorbo de agua podía quitárselo, hacía un esfuerzo sobrehumano para no llorar, tenía que permanecer fuerte para que su madre no decayera más de lo que ya estaba; mientras iba caminando comienza a escuchar como una señora decía acompañada de un llanto que su hijo había despertado, observó por la puerta de esa habitación mientras doctores entran a esta yendo hacia el chico que estaba tumbado en la cama, sus miradas coincidieron por unos segundo, Hyo Jin de la nada comenzó a sentir como las lágrimas caen por sus mejillas y continuo por su camino.



"Alma Gemela"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora