EL AMOR, LO ES TODO EN LA VIDA

Parte 1: La noche donde todo cambia

Soy diego lopez, cuento con 28 años, mido 1.80, soy piel trigueña y de pelo castaño, mis padres viven en mexico de donde yo soy originario, me vine a estudiar a USA a la edad de 16 años, con el tiempo que llevo viviendo aquí pude hacerme ciudadano americano, vivía con una tía hermana de mi madre, pero cuando termine mis estudios pude independizarme. Estuve viviendo con una amiga que estudio conmigo. Desde muy joven aunque pueda sonar extraño me atrajo todo lo que es jardinería, horticultura y paisajista, por lo tanto me especialice en una carrera dedicada a la horticultura. Entre mi amiga y yo empezamos poco a poco a trabajar, hasta que pudimos fundar nuestro propio negocio, que no demasiado exitoso, pero nos daba tranquilamente para vivir y pagarnos nuestros gustos, melissa como se llamaba mi amiga, era hija de personas con mucho dinero, pero ella al no seguir con el futuro que le tenían preparado, le dieron una gran cantidad de dinero y la espalda, pero llego una desgracia ella se enamoro y embarazo de un hombre casado, lo supo hasta que fue demasiado tarde, de ese error nació un ser maravilloso, un pequeño de nombre diego, Mi amiga no soporto el parto y falleció, quedándome a cargo de ese pequeño ángel y sin saber quede como único beneficiario de todo su dinero y empresa, hubiera preferido que no me dejara dinero ni la empresa pero que ella estuviera viva, pero así es la vida.

Los padres de melissa lloraron la muerte de su hija, pero de su nieto jamas quisieron saber, decían que era una deshonra para su familia ser hijo de un hombre casado, por lo cual, registre a diego como hijo mio y paso a ser legalmente hijo mio, ese pequeño me alegraba la vida, era la razón de mi existir, entendía a mi padres todos los regaños y preocupaciones que tenían con nosotros.. 

Diego que es como se llama mi hijo, sin serlo, pero vamos, para mi el era todo en mi vida, es un niño encantador, elocuente, divertido, feliz y adorado por sus abuelos paternos, osea mis padres que lo quieren como si fuera su nieto, tiene la tierna edad de 2 años. Mi rutina consiste en despertarme, arreglarme y bajar a preparar el desayuno, porque mi pequeño se levanta con hambre siempre. Una vez que desayunamos, prepararlo y bajar al negocio, que esta abajo de nuestra casa, ahí le tengo un lugar dedicado a el, donde tiene juegos, lugar donde hacer su siesta, donde comer, donde jugar, donde ver televisión, se lo tengo todo preparado. Como siempre esta haciéndome reír, cuando llega mi amigo bruno, el típico soltero, fiestero, el payaso del grupo.

Bruno: bueno para empezar, donde esta mi sobrino preferido.  (como siempre haciendo reír a mi hijo con sus cosquillas).

Yo: ahh, bruno buenos días, como estas, puedes pasar, yo estoy bien gracias.  - pero era un fiel amigo, que siempre estaba pendiente de nosotros, el y yo siempre fuimos lo opuesto, el era el borracho y mujeriego, mi personalidad era la tranquila, pero eramos casi como hermanos.

Bruno: ya, ya te entendí, vengo a decirte que ahora es cumpleaños de mi madre y no quiere que faltes, mucho menos que falte este diablillo.

Yo: ya déjalo en paz, siempre es una lata tranquilizarlo cuando te vas, no se quien es el niño si tu o diego.

Bruno: bueno estas sobre aviso y sabes que no puedes faltar, te veo en la casa a las 9 pm, lleva una maleta a diego, no vaya a ser que mama quiere quedarse con el.

Cuando se retiro, seguí haciendo mi encargo de un pedido de flores que tenia. Mi mente viajo al tiempo en que conocí a bruno, fue hace 4 años, yo iba regresando a casa, cuando vi a un borracho tirado en la banqueta, al acercarme vi que era persona de buen nivel y una vez que lo lleve a casa, ademas de llevarme un buen regaño de melissa, llame a sus padres desde su móvil y ellos fueron por el, desde entonces sus padres los señores smith, nos tomaron aprecio y siempre fuimos bien recibidos, tanto yo como melissa y a diego mi hijo lo adoraban, no era raro que fueran por el o que durmiera en la casa de ellos, decían que era el nieto que no tenían y lo consentían mucho, de hecho diego les decía abuelos.