EL AMOR, LO ES TODO EN LA VIDA

Parte 10: Fiesta con susan

Se había llegado el gran día de la fiesta, esta vez trataría de tener mas paciencia y apoyar a susan, la vez pasada fui un desalmado con ella podríamos decir, así que esta vez quería reivindicar mis actos. Estaba en mi habitación cambiándome, era un traje negro, camisa gris oscura y corbata gris claro, nada mas me hacia falta ponerme el saco de mi traje y estaría listo, nataly había ido por diego a la hora de la comida, lo iban a llevar a comer a donde el quisiera, así o mas mimado mi pequeño. Estaba terminando de ponerme perfume, cuando unos suaves golpes en la puerta me hicieron voltear.

Yo: adelante.

Susan: estoy lista, cuando quieras, podemos irnos.

Yo: ya termine, anda, vamos a la fiesta, prometo no ser un ogro esta vez.  -  la sonrisa que me dio susan se me hizo rara, pero porque por alguna razón me gusto ver esa sonrisa, tal vez había aprendido a estimarla, digo yo, pero también no me perdí el detalle de su vestido, un vestido de gala color negro, con un escote pronunciado y con adornos color plata, esta de mas decir que mas que vestido parecía una segunda piel, un arreglo alto y con poco maquillaje que hacia que su cara se viera mas hermosa, no esta de mas decir que esa mujer rubia de ojos azules, se volvió muy llamativa..

Al salir de la casa, puse llave y nos encaminamos al vehículo, al llegar decidí ser un caballero, algo que nunca había hecho con ella, le abrí su puerta, para que ella pudiera sentarse, una vez sentada, me di la vuelta y me senté en el lado del piloto, una vez que el carro estuvo encendido, iniciamos la travesía hacia la casa de susan, donde se llevaría acabo la fiesta. Todo el camino lo hicimos rápido, íbamos hablando cosas sin interés, al llegar a la entrada, los guardias al ver a susan, solamente la saludaron y nos abrieron el cancel para así nosotros entrar. Cuando logre estacionar el carro, en un lugar que susan me había dicho que solo era de la familia, procedí a bajarme y abrir su puerta, e hice lo que nunca pensé hacer, ofrecerle mi brazo para entrar a dicha fiesta, no es de mas decir que ella me vio con una sorpresa en su cara, pero al sonreír tranquilo, tomo mi brazo y nos encaminamos.

Cuando una vez nos hicimos presentes dentro de dicha fiesta, todas las miradas fueron hacia nosotros, unas de agrado, otras de desagrado y unas pocas de mas desagrado, la verdad ni puse mucha atención, lo principal era hacerle una buena estadía en la fiesta a susan. Cuando divisamos al padre de susan, nos dirigimos hacia el, para saludarlo y de ahí en adelante, empezar a saludar a los presentes, esta de mas decir que cuando llegamos con mi "suegro del alma" me vio con mala cara, susan le dio un abrazo corto junto con un beso en su mejilla y yo, me alegre tanto que solamente un apretón de manos y un asentamiento de cabeza. Íbamos entre la gente, susan me presentaba a cada persona, que la verdad sentía que iba a vomitar, era mucha gente con actitudes de grandeza, de hipocresía, egoísmo, pero también me encanto que me presento gente sencilla y con ellos si me toco hablar un tiempo considerado. Una vez que terminamos, las amigas de susan se acercaron a ella y me la pidieron un momento, solo sonreí en señal de aceptación, cuando me quede solo, me dirigí hacia la barra donde estaban sirviendo las bebidas.

Yo: buenas noches, disculpa tendrás un whysky con agua mineral.

Bartender: claro que si, en un momento se lo preparo.

Yo: muchas gracias.

Una vez que me lo preparo a como a mi me gustaban, me dirigí hacia el jardín, la noche no estaba calurosa y la verdad, estaba que necesitaba aire, era demasiado esa fiesta, no se parecían a nada a la que hacían los srs. smith, también iban gente de alto nivel, pero era gente mas sencilla y mucho mas adinerada que en la que estábamos. Caminando sin rumbo, llegue a la piscina, una vez ahí, me senté en una tumbona y me dispuse a tomar mi trago, cuando escucho a unas personas del sexo masculino hablar sobre susan, sin hacer ruido me acerque lentamente y pronto pude escuchar la conversación tan agradable que tenían.