"¡Ser un vampiro es grandioso!" pensaba Natsuki, la reina Krul había encargado su entrenamiento a un vampiro llamado Mikaela, que vivía en mismo lugar donde ahora lo hacia ella.
En este momento estaban teniendo su primera sesión de entrenamiento, Mikaela la había guiado a una habitación llena de armas y le dijo que escogiera la que más le gustara, ella emocionada reviso todas las armas que había allí hasta decidirse por una espada.
- ¡Esta! – dijo intentado fingir no estar tan emocionada.
Moverse resultaba sencillo gracias a su nueva naturaleza, su cuerpo era fuerte y ligero, podía moverse con una rapidez sorprendente.
-Déjame entrenar con la espada – pidió Natsuki.
-No – se negó Mikaela.
-¡Por favor! – suplico ella y el vampiro le puso los ojos en blanco.
-No.
-¿Por qué?
-Porque tienes que trabajar primero tu agilidad.
-¿Entonces porque me hiciste elegirla primero?
-¿Cómo que por qué? Cuando entramos al armas saltabas de la emoción, pensé que con eso te tranquilizarías – Natsuki se froto la cabeza avergonzada.
-¡Definitivamente ser un vampiro es asombroso! – dijo mientras continuaba con sus ejercicios.
-¿Lo dices en serio? – pregunto Mikaela dándole una dura mirada.
-Si ¿A ti no te gusto convertirte? No recuerdo exactamente como termine convertida en vampiro pero sentirme tan fuerte es genial.
-¿Recuerdas tu vida antes de convertiste?
-Si – Natsuki dio un rol competo en el aire y aterrizo elegante e impecablemente en el piso.
-¿No extrañas a tu familia?
-¿Mi familia...? ¿Te refieres a mis amigos?
-Si a ellos, no podrás volver a verlos nunca.
-¡¿Qué?! ¿Por qué no puede hacerlo? Ellos siguen viviendo aquí.
-Ven siéntate un momento – dijo Mikaela señalando la silla continua a la suya. Natsuki se sentó sin decir una palabra ¿No volvería a ver nunca sus amigos? No se había parado a pensar en eso -. Tus amigos son humanos, para los vampiros los humanos son... Inferiores, además ellos se asustaran en cuanto te vean.
-No lo creo... me conocen.
-Lo más indicado seria que no te volvieran a ver, también por su seguridad.
-¿Les podría pasar algo?
-Los vampiros son... somos complicados, a veces cuando hay discusiones pueden intentar herirte y si tu familia queda en medio pueden ir por ellos.
-Bien, entiendo.
-¿Qué opinan ellos sobre los vampiros? ¿Les temen?
-Si, como todo el mundo... - Natsuki se encogió, no volvería a ver a sus amigos, debió de haberse dado cuenta antes, ahora que era consciente de eso sentía como todo su bien animo se desvanecía.
-Se lo que estás pasando – dijo Mikaela poniéndole una mano sobre el hombro -. Yo también pase por algo similar.
-¿Cómo te convertiste en vampiro? – pregunto Natsuki -. Ahora que lo pienso me parece que te he visto en algún lado.
-¿Me has visto? Antes era parte del ganado – explico Mikaela -. Una noche trace un plan para escapar junto a toda mi familia... un vampiro los asesino, fue mi culpa yo caí en la trampa de ese vampiro y... ahora casi todos ellos están muertos.
-¿Casi todos? ¿Alguien sobrevivió?
-Mi mejor amigo... pero ahora me temo que ha ido a parar a manos de los codiciosos humanos, tengo que rescatarlo.
-¿Odias a los humanos?
-Si.
-¿Entonces te gusta ser un vampiro?
-No... también odio a los vampiros.
-¿Entonces como planeas rescatar a tu amigo si no te agrada ningún lado?
-Cuando lo encuentre lo llevare lejos, donde nadie pueda hacerle daño – dijo Mikaela con determinación.
-Bien... - dijo Natsuki sin saber que responder a eso.
-Toma – ofreció Mikaela.
-¿Qué es?
-Sangre, hemos terminado el entrenamiento por hoy, debes estar hambrienta.
-¿sangre? – dijo la chica mirando la bolsa con asco -. Nunca he probado sangre.
Debiste de haberlo hecho sino ahora no serias un vampiro... es la sangre de Krul, no completaras tu transformación todavía.
-¿Completar mi transformación? ¿No soy un vampiro completo todavía?
-No, por eso nuestros ojos aún conservan su color original.
Natsuki tomo la botella de sangre que Mikaela le ofrecía, algo reacia a dar el primer bocado se la acerco a la boca... ¡Qué bien sabía! Se la termino de un bocado.
ESTÁS LEYENDO
La sangre del pasado y futuro
FanfictionMikaela Hyakuya tiene una vida completamente vacía, solo con el deseo de rescatar a su mejor amigo y hermano Yuichiro. Natsuki desde los siete años ha vivido como ganado en la ciudad subterránea, por alguna razón, mientras los vampiros están fuera...