Esta era una humillación. Alex sentía su cara arder en todos los tonos de rojo que existían mientras se levantaba torpemente y balbuceaba una absurda disculpa tratando de justificarse por su torpesa e intentaba no mirar fijamente al chico que arrojó al suelo por su vértigo y mal equilibrio.
— Lo siento— dijo una vez arriba y con la mirada pegada en sus zapatos, incapaz de moverse.— Tropecé en la pirámide y...
— Tranquila ojiazul— Alex reconoció esa voz y levanto la vista— Siempre has sido algo torpe ¿No es así, Alex?
Ante sus ojos estaba un chico castaño, alto y de ojos verdes que le daba una sonrisa burlona. Alex no dudo en abrazarle cuando este se levantó y le sonrió.
— ¿Ty?
Había preguntado Kayle antes de correr hacia ellos para poder verles mejor. Abrió los ojos con sorpresa al encontrárselos a los dos.
— ¿Rubia mal teñida que no sabe manejar? —la rubia rodó los ojos antes de sumarse al abrazo grupal.
— Hijo de perra— le dijo al separarse—Nos dejaste ir a Miami solas para quedarte con Megan.
Al parecer el nombre le incómodo. Tyler se rasco la ruca y Alex notó como se tensaba, parecía molesto.
— Terminamos— dijo al fin— Solo era una zorra, podía con algo mejor.
Alex quiso gritar de alegría, por fin nada (Salvo el que Kayle era secuestrada por el grupo de perras sin cerebro) les ligaba, solo tendría que aguantarse que la siguiesen llamando Antisocial por el resto de la escuela y después estudiaría e iría a la NASA y podría mandar a Megan a la luna sin retorno.
— ¿Debo decir que lo lamento? —-Pregunto la animadora— Porque no lo hago.
— ¡West! —Megan Storn hizo acto de presencia. Le tomo de la muñeca y tiro de ella hacía el grupo.— Ven a ayudarme con los novatos.
—Creo— dijo Kayle mirando al resto del equipo— Que tienes suficiente ayuda.
Dios, pensó Alex, acá va a haber salseo y del bueno. La rubia natural le dio la espalda para caminar hacía Tyler, ignorando los gritos de la chica que la llamaba para que volviese.
— ¡Te lo juro, Kayle! —Chillaba Megan tratando de conseguir su atención— ¡Como te vayas con él y no te quedes, te expulsaré del equipo!
Pero la chica le hizo caso omiso a su amenaza y siguió caminando junto a Tyler con dirección al estacionamiento. Alex decidió irse a cambiar antes, más porque no quería que la siguiesen humillando por ser una mala animadora que por gusto, y les alcanzó en el carro.
Tyler fue directo al asiento del conductor. Las dos chicas decidieron quedarse atrás.
— Debería enseñarles a conducir ¿Eh? No seré chofer gratuito siempre, chicas— dijo el chico con el entrecejo fruncido— ¡Mueve tu auto, inútil!
Kayle le golpeo en el hombro señalando como un hombre se acercaba a su auto. El castaño no dudo en arrancar rápido y huir.
— ¿Dónde vamos? —Preguntó Ty— Yo pago ¿Vale? En compensación por dejarlas solas en Miami.
— Al café de la señorita Helen— dijo Alex. A su lado, su amiga asintió— Adoro sus helados y comida.
Con un suspiro, Tyler se manejó hasta un pintoresco café pintado de color blanco, había un letrero con el hombre del local y tres mesas afuera, el resto estaban adentro.
— Hola— saludo a la cajera, una mujer de edad avanzada que le dio una sonrisa— Dos helados por favor, dos simple y uno doble.
Alex se quedó a su lado para darle los sabores al hombre mientras que Kayle fue a buscar una mesa donde sentarse.
— Los simples de Chocolate y frutos rojos. El doble que sea de vainilla francesa y pistacho.— le dijo al chico. Este le entregó los helados a ella y a Ty mientras que iban a buscar la mesa donde Kayle les esperaba.
Pero sin duda Kayle no estaba preocupada por ellos.
La rubia estaba sentada en una mesa jugando tontamente con un mechón de su pelo mientras hablaba con un mesero, Alex no pudo evitar pensar que esto era algo típico.
—Gracias por hacerle compañía— le dijo Tyler al chico. Él le miro de arriba a abajo con sus ojos miel, la castaña supuso de que debía ser uno o dos años mayor que ellos— Pero nosotros ya llegamos.
El chico, murmurando de seguro maldiciones por lo bajo al no poder contestarle solo por ser un cliente, se fue.
— ¡Hey! —se quejó la chica— ¡Estaba a dos minutos de conseguir una cita con él!
Tyler le dio una mala mirada, esas que sabía que la rubia odiaba debido a que eran como las que su madre le daba siempre.
—No me mires así— se volvió a quejar— Tu nos dejaste por tener sexo con una zorra. Es lo mínimo que podrías haber hecho por mi.
Alex.
Me sentí totalmente incomoda. Puede que yo sea una viciada del Yaoi y el lemon pero es muy distinto a hablar de sexo, acá, ahora, en la vida real, en el lugar llamado planeta tierra que se encontraba en la vía láctea, eso me incomodaba.
—¡Kayle! —Exclamé horrorizada— ¿Cómo puedes hablar de.. Eso, así como así?
La rubia, divertida por mi cara de espanto, solo se encogió de hombros. — Alexis Jones ¿Te pone nerviosa hablar de sexo? ¡Y yo que pensé que el fic de la piel te había quitado toda la inocencía!
Luego se largó a reír en mi cara
— Alex, tienes 16 años — me dijo Ty aguantando una risotada — Deberías ya poder entender que no es malo el...
— ¡Silencio! — Exclame molesta — Mejor hablemos de otro tema que no tenga que ver con sus hormonas revolucionadas de la adolescencia ¿Quieren?
Ellos se miraron, Y se volvieron a reír. Le pegué a Kayle una patada debajo de la mesa con fuerza.
— Bien, bien — levanto las manos en señal de rendición — ¿Crees que pasarás las pruebas de fútbol?
Tyler le dio una mirada de ¿Es enserio? y afirmo con la cabeza.
— ¿Crees que serás animadora?
Me pregunto volteando hacía mi. Ahora fue mi turno de reírme en su cara.
— No — le conteste — Solo fuí porque me han obligado — Le di una mirada poco disimulada a mi amiga rubia. Ella se encogió de hombros — Kayle ¿Crees que te sacarán del equipo?
Eso pareció sorprenderla, como si recién fuese conciente de que la amenaza de Megan podría ir enserio. Pero a final de cuentas solo se encogió de hombros, quitándole importancia al asunto.
— No lo sé — dijo finalmente — De todas formas, puedo buscar un nuevo club.
— ¿No te da miedo? — le pregunto Tyler — Todos se conocen en los clubs, serías la novata. E imagínate, de la punta de la pirámide social a buscar un nuevo club.
La rubia se levantó para tirar en envase de su helado ignorando el comentario. — Deberíamos irnos, se está haciendo tarde y necesito descansar, ha sido mucho solo por un día.
No le quisimos reprochar nada y nos fuimos al auto.
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Cómo ser adolescentes y no morir en el intento.
Teen Fiction¿Alguien ha dicho que ser adolescente es fácil? Pues ese es el mayor mentiroso de la historia universal. Ser adolescentes no es sencillo y esta es nuestra historia ¿Te animas a leerla? Somos Kayle y Alex, dos adolescentes que recién descubren un m...