5: Sentimientos

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¿Cuadernos? Listo.

¿Lapiceros? Listo.

¿Uniforme? Listo.

Estoy casi segura que no falta nada más.

¡Estoy muy emocionada! Mi primer día de clases. Tengo que dar una buena impresión a mis profesores y compañeros, dejar en alto mi apellido es una de mis primeras tareas. La clase de música es a partir de las ocho hasta las doce del día. Y estoy muy ansiosa, demasiado. Ya quiero discutir de música con mi profesor, hablar sobre grandes compositores, y comparar la música antigua con la moderna.

Tengo muchas cosas por decir, pero tampoco quiero caerle mal a mis compañeros, he leído mucho sobre esos temas. Lamentablemente mi madre creyó que sería mejor si me educara en casa, sola, así que nunca he convivido con tantas personas. Pero tenía a mi hermano, y eso para mí era suficiente.

Él era mi mejor amigo, mi confidente, mi compañero de juegos, el mejor guardador de secretos, en conclusión: Era el mejor hermano que haya existido. Hasta que llegó Charlotte, su enamorada, que sin importar cuantas veces lo adorne como reno de Navidad, él siempre estará ahí para ella. Desde ahí se convirtió en Señor caracol para mí. Cachudo, arrastrado y baboso.

En fin, eso ya quedó atrás.

Salgo de la habitación y me encuentro con carteles grandes de un baile de bienvenida. Debe ser eso de lo que hablaba Steffy tan emocionada. He ido a tantos bailes en mi vida que ya no me apetece ir otro.

En los pasillos hay varias chicas con collares de flores tipo hawaianos, creo que se llaman Lei.

Por lo que dijo Melany los chicos invitan a su cita al baile colocándole ese collar, es parte de la temática de la fiesta, y si no es obvio es Hawai.

-¿Quieres ir al baile conmigo dulzura?

Una voz ya conocida susurra a mi costado.

-¡No me llames dulzura! -Giro los ojos. ¿Qué hice para que se me pegara de esta forma?

-Hasta compré uno de esos bonitos collares -Dice poniéndolo delante de mí-. No hagas que sea un desperdicio de dinero.

-Ese no es mi problema. De todos modos, no pienso ir.

-¿Por qué dulzura? A las chicas les gusta.

-No generalices.

-Por eso me gustas, eres deferente a las demás.

Y sin pedir permiso me coloca el collar de flores y me guiña el ojo.

-Nathan...

-No digas nada -Me interrumpe-. La compré para ti, así que lúcelo. Y si cambias de opinión, en una de las flores he apuntado mi número, llámame.

-¡Ni soñando!

-Eso lo veremos.

Entramos al salón de música y todos se nos quedan viendo. Especialmente las mujeres, con mirada asesina, e incluso una se atreve a mostrarme su dedo medio.
¡Contrólense!

Veo a las chicas con las que toqué el primer día sentadas en una esquina, pero antes de dirigirme hacia ellas Nathan me agarra del brazo y me obliga a mirarlo.

-¿Ahora qué quieres? ¿No vez que me estás arrugando el uniforme? Además, todos nos están viendo.

-No creas nada de lo que Stacy diga, aún no me supera dulzura.

¿Eso qué quiere decir?

Con un movimiento brusco salgo de su agarre y voy donde las chicas.

Girl Almighty  | #YoSoyBerkley |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora