La habitación estaba desastrosa, a excepción del lado de Melany que estaba intacto. Mi ropa está esparcida por todo el suelo al igual que la de Steffy. Los libros estaban rotos y habían tirado varias hojas. Y en la pared había una gran palabra, o más bien dicho un nombre echo con bragas y sujetadores: Jennifer.
-¡Mis libros no! ¡Con mis libros no se mete! ¡Esa bruja va a ver! ¡No sabe con quién se ha metido!
Steffy gritaba sin parar y no deja de maldecir, mientras yo no reaccionaba.
Jamás, jamás de las jamases me había sucedido algo así, si estuviera en mi país ya la habría condenado a pena de muerte y traición a la patria, pero no creo que pueda aplicar esos términos aquí.
Se metió con mi ropa, mis libros, mi maquillaje, mis joya, y quizás hasta robó algo; pero se lo voy a hacer pagar, de eso no hay duda.
-¡Oh Dios! -Steffy me mira sorprendida-. Aracelli, tu violin.
Giró instantáneamente hacia dónde señala mi compañera de habitación, y lo veo.
Caigo de rodillas al suelo. Esto puede ser, no puede estar pasando.
Mi violín, una reliquia, pasada de generación en generación para las princesas de Inglaterra; está roto por los costados con sus cuerdas cortadas, el arco está amarrado con bragas al puente del violín, además de tener restos de labiales en él.
-Necesito estar sola -Consigo decir tratando de contener las lágrimas-. Comunica esto a la directora, y que se encargue de darle un buen castigo a esas "señoritas".
Salgo de la habitación sin decir nada más. Las lágrimas comienzan a caer en mi rostro y subo mis manos tratando de ocultarlas.
Si hay algo que me enseñaron en esta vida es que nadie puede verte llorar, siempre sonríe, hacer como si no importara.
Pero es imposible, duele. ¿Qué le diré a mi padre ahora? Lo habré decepcionado. Mi mamá me dirá: Te lo dije, esa vida no es para ti. Y probablemente sea cierto; pero.. ¿Cómo voy a dirigir un país, cuando ni siquiera puedo detener una chica de mi edad? ¡Sería una vergüenza!
Corro sin dirección alguna por toda la escuela, no me importa si alguien me ve de esta manera, ya no importa nada. ¡Soy ridícula!
-El camino de lágrimas que has dejado es muy largo, dulzura.
Volteo y me encuentro a un Nathan French mojado, y con pañuelos en las manos.
-Necesito estar sola.
-¡Woa! -Se exclama-. Es la primera vez que no me reclamas haberte dicho dulzura.
Su comentario me hace reír, aunque suena más a un lamento.
-¿Qué haces aquí, Nathan? ¿Y por qué estás mojado? -Pregunto.
-Te vi salir corriendo con las manos en el rostro tratando de secar algunas lágrimas y.. -Soltó una risita nerviosa-. Nunca pensé verte así, me preocupaste, entonces no dude en venir.
-Gracias -Le ofrecí una sonrisa sincera-. Pero no me has dicho porque estas mojado.
-Esta lloviendo a cántaros dulzura, creo que deberíamos quedar aquí -Dijo señalando el techo-. No quiero mojar mi ropa.
-Eres tan superficial -Digo girando los ojos.
-Así me quieres.
-En tus sueños.
-Quizás en los tuyos.
Y así nos quedamos, abrazados y recostados en un lugar solitario, viendo como la lluvia cae y esperando a que pare.
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Capítulo dedicado a una amiga que en el día de nuestro concierto se lo rompió el violín. Si algún día lees esto, te quiero muchísimo Nat.
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Girl Almighty | #YoSoyBerkley |
FanfictionArtista: Taylor Swift. Nombre: Rachel Aracelli Caulfield. Edad: 17. Nacionalidad: Inglesa. Residencia: Londres Talento: Música Fecha de Nacimiento: 25/05/98 Familiares: -Padres: Alexandre Caulfield, Primer Ministro de Inglaterra y Rosella Caulfie...