Navidad para Recordar - Concurso Navidad en tu Vida

Capítulo 3

-¿Cuando es la boda?- digo fingiendo interés

-26 de Diciembre, falta poco lo sé, seguro tienes compromisos, pero serás mi padrino y yo...- se pone nervioso

-¿Esperas que vaya a Kentucky justo cuando es la época que más detesto en el año?-

-¿Solo escuchaste eso?-

-¿Como?-

-Te estoy pidiendo, mejor dicho suplicando que seas mi padrino y te importa más el tener que ir a casa por...-

-No lo digas, ni se te ocurra...-

-Es inútil hablar contigo, no te preocupes veré a quién le doy esa tarea tan pesada de acompañarme en mi boda...-

-Dios! No se te ha quitado eso de hacerte la víctima? Bob, acaso no me puedes entender?-

-Si claro, quédate con tu tiempo y tu mundo, olvida todo...-

Se levanta mirandome con desilusión o que sé yo, me levantó igual y lo sujeto del brazo, observa mi actitud y yo tampoco comprendo que me sucede pero no puedo dejar que se marché así, lo suelto despacio y le indico que tome asiento, esta platica va para largo.

-No puedo quedarme, sólo vine a decirte en persona lo de mi boda y...-

-Ya es tarde, no me digas que tomaras un vuelo ahora...- respondo incrédulo

-Iré a un hotel, mañana temprano regreso a casa...-

-¿Hotel? ¿Esperas que te ruegue por ir a mi casa?-

-No, no Hank te confundes, yo no quiero nada de eso, ya te dije que sólo vine por mi hermano, por ti, porque te necesito en el día más importante...-

-Si, te escuche, vámonos!- digo haciendo una seña

De camino a mi casa no puedo dejar de observar a los demás, siguen de un lado al otro, acelerados, me estresa tanto movimiento, Bob en silencio todo el trayecto, pero ese silencio ya me estaba incomodando, hasta que llegamos, entonces dice lo impresionado que está de mi forma de vivir, como si querer tener todo lo que te rodea bajo control, fuera algo inusual.

-Pues no entiendo como vives con tanto orden, yo ya me hubiese vuelto loco...- dice sentandose en el sofá

-Tonterías, no es para tanto, bueno iré a dormir...-

-¿Qué?-

-Iré a dormir, me esperan varias citas mañana así que...a menos que quieras que te lleve al aeropuerto-

-Estaría bien...-

En mi habitación todo lo del día me da vueltas, fueron tantas cosas, el atrevimiento de Jenna, la inesperada visita de mi hermano y sus futuros planes, el deseo incansable de que yo lo acompañé cuando algo en mi se empeña en lo contrario, no quiero regresar, no tengo tiempo, ni el menor interés en pasar esas fechas especiales con mis padres, siempre he pensado que la Navidad no es para mi. Ni siquiera cuando niño, con todo y la llegada de Papá Noel, sus regalos, jamás me sentí emocionado por esa festividad.

Me dio la madrugada pensando en los peores escenarios de regresar a casa, me doy una ducha rápida y me arreglo, supongo que mi deber de hermano es apoyar a Bob así no esté de acuerdo, salgo de mi habitación y lo veo en la cocina, prepara el desayuno y no puedo evitar soltar la carcajada, recorde cuando pretendíamos sorprender a mamá en su cumpleaños y sólo conseguíamos hacer de la cocina un campo de batalla.

-¿De qué te ríes?- pregunta serio

-Tranquilo, es sólo que....olvidalo...- no creo prudente mencionar mi momento emotivo