Salió del hospital...
Tuve la bendita suerte de que mi hermano saliera del hospital un par de días antes de víspera de Navidad, de lo contrario los problemas por la boda pospuesta recaerian en mi persona, no he hablado con ni hermano desde que recobró la consciencia, lo cierto es qué aún no estoy listo para lo que el quiera decirme.
-Hijo, tu hermano estará bien- dice mi madre al llegar a casa
-No lo dudo, pero prefiero darle su espacio, se que me culpa de lo que pasó- respondo con fastidio
-No es así Hank, quizás no te hemos entendido- dice dejándome sólo en la estancia
Sin embargo, el ambiente es frío, por más adornos y preparativos para estas fechas, no me siento a gusto, lo más tonto es que en efecto, Jenna me hace falta, es insoportable esto de pensar en ella, ilógico en mi mundo no hay tiempo para esto, pero igual la pienso, le llamo por cualquier cosa, hasta para recriminarle asuntos que nada tienen que ver.
Finalmente, llego el 24 de Diciembre, mi madre moviendo todo por la casa para que nada quedara fuera de lugar, los preparativos por supuesto incluían la cena, en esta ocasión medallones a la mostaza y pasta con tocino, me aliste a primera hora por una sencilla e incomprensible razón, suplicarle a Jenna que viniera.
Sin decirle a nadie de mi fhamilia tomé el primer avión a Boston, esperanzado en convencerla, éstos días sin verla me cambiaron todo lo que yo tenia, lo que daba por sentado, su ausencia bastó para mover todo en mí, como voy a decírselo, pensaba mientras iba en el avión, al llegar al aeropuerto de Boston le llamé, nervioso le pido que vaya a mi casa, el único lugar donde me siento confiado, ella se molesta porque deje a mi familia, no le doy más explicaciones.
-Hank ¿Qué pasó?- pregunta molesta
-Nada, sólo tenía que venir- digo nervioso
-Es mi imaginación o te notó un tanto inquieto-
-Jenna, yo no sé como decir esto-
-Si estas molesto porqué me marché, yo...-
-Bueno eso si, no se porqué te fuiste...-
-Es fácil, ya no podía con tu indiferencia- me dejo helado
La miró extrañado, Jenna aprovecha para decirme lo que desde hace meses lleva guardado en su corazón, jamás me di cuenta de como me miraba, de que su preocupación por mi iba más allá de que soy su jefe, ella logró encontrar en mí ese rastro de bondan que perdí hace mucho tiempo, dice que sabe que a pesar de mi rudeza, en el fondo tengo buen corazón.
-Jenna no comprendo lo que dices-
-Y cómo podrías si nunca lo notaste, pero tus ocupaciones no te dan tiempo de nada-
-¿Porqué no me lo habías dicho?-
-Seguramente me hubieses respondido qué no tenías tiempo para esto, pero ya no quiero callarlo más-
-Oh, Jenna, como es posible que tu, vaya ¿Cómo pasó?-
-Pues así, sin más-
Conmivida y yo abrumado sin palabras congruentes, comprendo tantas cosas, porqué junto a ella me siento distinto, completo, como si nada estuviera fuera de lugar, por eso me pesó tanto su partida y el no tenerla a mi lado, por impulso la tomó de la mano, temblando, no sabe como reaccionar, le pido que guarde silencio ante lo que voy a decirle.
-Jenna, estoy aquí por ti, por nadie más, no me hagas preguntas que no sé como responder, solo quiero, tengo que pedirte algo...-
-Hank-
-Jenna, hoy es Nochebuena, tengo qué estar en casa, pero no quiero estar solo-
-¿Qué estás diciendo? No te entiendo Hank-
-Dios Jenna, no me hagas esto más difícil, no puedo estar en ese lugar, si no estás tú....si no estás conmigo Jenna-
Ya no puedo hablar, lo único que se me ocurre hacer es acercarla más a mi, abrazarla y darle en un beso mi ser completo, sin dudar Jenna me corresponde, se deja llevar por lo que hoy me confesó, he podio descubrir de lo que hablaba mi padre cuando decía que hay que darse tiempo para lo que realmente importa, Jenna me interesa más de lo que pude creer, quiero recuperar ese tiempo, compensarla por lo que la he lastimado ignorando que me amaba, quiero entregarme a ella sin medida.
-Hank, tú-
-Vamos Jenna, acompañame-
Toma mi mano, segura de su decisión, es como si la pieza que faltaba en mi panorama se acoplara perfecto, esa tarde regresamos a Kentucky para sorpresa de mis padres un gran cambio en mi tambien se hizo presente, sólo unas horas hicieron la diferencia entre el apático tipo que era y quién ahora soy, sonrió cosa extraña, estoy animado incluso por la boda de mi hermano quién hoy luce sano y feliz, en la cena compartimos experiencias que hacen que Jenna me conozca más, Bob se jacta de burlarse de mis travesuras y yo sólo puedo estar agradecido con la vida por esto, no hay más, la familia y el amor lo son todo.
La Navidad, día en el qué me he reconciliado conmigo mismo, en el que me libero del hombre tan solitario y miserable que fui, para darle oportunidad al verdadero Hank Palmer de salir, de ser feliz, Jenna se ve radiante, mis padres ni se diga, están orgullosos y emocionados de que Bob y yo hayamos logrado limar asperezas, nuestros viejos rencores y el perdón por su accidente me devolvieron el alma.
Así es la vida, nos enfocamos en tonterías, le damos prioridad a aquello que no lo vale, nos preocupamos por mantener un trabajo estable, lujos, cosas sin importancia y dejamos de lado lo que vale, lo que somos como ser humano, pero gracias a estas fechas, en las cuáles nos damos ese tiempo para meditar, para perdonar y ser perdonados. El milagro de la Navidad nos da una oportunidad, para remediar y enmendar, hay que tomarla y dar lo mejor de nosotros.
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Navidad para Recordar - Concurso Navidad en tu Vida
RomanceMi nombre es Hank, soy abogado y no, no tengo con quién celebrar la Navidad, que dices ¿Me acompañas? Historia Participando en: #ConcursoNavideño de @concursos02